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Así fueron los últimos días de Robin Williams
En una emotiva carta , su viuda, Susan Schneider, reveló por primera vez intimidades de la enfermedad que padecía el actor, un raro tipo de demencia que se confunde con Alzheimer y Parkinson.
En la noche antes de morir, el actor Robin Williams se fue a dormir no sin antes despedirse cariñosamente de su mujer con la misma frase con que lo había hecho durante sus tres años de matrimonio: buenos noches, mi amor. Williams esperó esa respuesta que ya era familiar para el. Buenas noches mi amor, le dijo su esposa. Al otro día el cuerpo sin vida del reconocido actor de 63 años fue encontrado en su residencia en Tiburan, al norte de California, luego de que se suicidara. La noticia de su trágica muerte conmocionó a todo el mundo que había seguido su carrera desde que se lanzó a la fama con el personaje de Mork en la serie Mork y Mindy. “Esas últimas palabras que le escuché decir aún resuenan en mi corazón hoy”, dice la viuda.
Este detalle íntimo y muchos otros más fueron revelados el viernes por Susan Schneider, la tercera esposa del actor, a la revista científica Neurology. Ella hizo un recuento del verdadero drama que tuvo que protagonizar el actor en los últimos meses de su vida, con el fin de hacer visible ese tipo de demencia, que Williams padecía sin saberlo.
Se conoce como Lewy Body debido a que hay una acumulación anormal de esta proteína en las células. Según Schneider el mal era como un terrorista que poco a poco fue tomando control de su cuerpo hasta su suicidio en 2014. Desde ese momento Susan has trabajado duro para que esta y otras enfermedades del cerebro sean conocidas. Se calcula que 1.4million de personas en Estados Unidos son diagnosticadas con ella cada año.
Los síntomas de esta rara enfermedad incluyen pérdida de memoria, insomnio, dificultad para pensar problemas de movimiento como temblores, rigidez o lentitud para caminar, entre otros. Por eso se confunde a menudo con el mal de Alzheimer o la enfermedad de Parkinson.
Williams no fue extraño a esos signos y con frecuencia se frustraba porque olvidaba las palabras para hablar. Su viuda cuenta que tres meses antes de morir, durante la grabación de Una noche en el museo 3, sufrió mucho porque olvidaba todos sus parlamentos. Sus noches en vela eran una pesadilla. A veces lo encontraba inmóvil como en un trance del que despertaba perdido y ansioso. “Sentía que se estaba ahogando en esos síntomas y que yo me arrastraba con el”. Era tan difíciles las noches que los médicos recomendaron a la pareja dormir en habitaciones separadas para que al menos Susan pudiese dormir.
A pesar de estos síntomas, Williams no fue diagnosticado en vida. En mayo 28, dos meses antes de su muerte, los médicos le dijeron que sufría de mal de Parkinson. Pero en lugar de sentirse aliviado por haber encontrado la causa de sus padecimientos, el actor se sumió en una crisis de ansiedad. Schneider explica que tal vez el no creyó que ese diagnóstico fuera real. “El estaba perdiendo su cabeza y se daba cuenta de ello", escribe Schneider. A esto se sumaban otras complicaciones como un sentido de olfato disminuido, dificultad para ir al baño y problemas digestivos. “Puede imaginar el dolor que debió sentir en la medida en que se iba desintegrando?".
El actor de películas como Mrs. Doubtfire y el club de los poetas muertos, solo fue diagnosticado con este mal luego de su muerte cuando en la autopsia se le practicaron pruebas que revelaron otros síntomas comunes de este mal, como alucinaciones. Williams, quien ya había luchado contra el abuso de alcohol y la depresión, cuido de no contar ese dato a nadie. También sufria de fluctuaciones cognitivas, problemas de atención y desordenes del sueño. La ansiedad, la apatía y la paranoia fueron otros signos, así como perdidas de ciertas funciones física como el funcionamiento del intestino y la vejiga. Sin duda, un final muy triste para alguien que se dedicó en su vida a hacer reír a los demás.