ESCÁNDALO
Nadia Marcinkova, la piloto eslovaca que habría sido cómplice de Jeffrey Epstein
Esta modelo, de 34 años, ha dicho en repetidas ocasiones que fue una víctima más de los abusos del millonario pedófilo. Sin embargo, todas las pruebas y los testimonios apuntan a que era otra victimaria.
Desde que estalló el escándalo de Jeffrey Epstein, la modelo y piloto Nadia Marcinkova ha vivido entre el cielo y la tierra. Aunque su popularidad en redes sociales, en donde solía montar fotos e historias acerca de sus viajes (bajo el nombre Global Girl), la llevó a la fama y su propia empresa de aviación (Aviloop) va viento en popa, sus nexos con el multimillonario pedófilo la tienen serios problemas. Ella ha dicho que fue una de sus víctimas, pero varios testimonios la ubican más como una cómplice de sus fechorías.
De hecho, en el criticado acuerdo al que Epstein llegó con la fiscalía en 2008 para rebajar sus penas luego de su primera captura, hay un aparte en el que las autoridades se comprometen a amnistiar a todos sus colaboradores. Dentro del grupo de colaboradores aparece Marcinkova. La razón: varias de las niñas que sufrieron abusos por parte del pedófilo dijeron que ella participó en los actos sexuales, que algunas veces Epstein les pagó por acostarse con ella e, incluso, que la eslovaca las presionó para tener sexo.
Lo cierto es que Marcinkova, quien desde hace un tiempo se cambió el apellido por Marcinko, tiene una historia que podría considerarse trágica. Nacida en 1986 en Eslovaquia (entonces Checoslovaquia), llegó a Estados Unidos cuando tenía 14 o 15 años a una supuesta agencia de modelaje que el millonario había ayudado a crear. Sin embargo, las autoridades creen que pudo ser comprada por Epstein a sus padres y que fue utilizada como una “esclava sexual” desde niña. Ellos, sin embargo, niegan esa versión
Sea como haya sido, con el paso del tiempo Nadia se convirtió en una de las grandes amigas y seguidoras del pedófilo. Andaban de arriba para abajo y algunos dicen que incluso fueron novios o que tuvieron una relación formal. Cuando a Epstein lo atraparon por primera vez y lo mandaron un año a la cárcel, de hecho, ella iba a visitarlo con frecuencia, sobre todo los fines de semana. Además, en las fotos que se han filtrado de los viajes a la isla privada del pedófilo, siempre aparece ella sonriente a su lado.
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Una de las víctimas del pedófilo, incluso habló de la cercanía entre los dos con las autoridades: “Nadia y Jeffrey parecían amarse de verdad. Era como si tuvieran una relación romántica. Eran cariñosos el uno con el otro y a menudo andaban tomados de la mano”. Por eso mismo, tal vez, Epstein la apoyó cuando le dijo que quería estudiar aviación y con el tiempo, se convirtió en su piloto de confianza. En 2011, cuando él ya había salido de la cárcel y mantenía un perfil bajo, ella se graduó como piloto y montó su propia empresa, desde la que organiza viajes en jets privados que pagan celebridades y millonarios.
Cuando el escándalo volvió a estallar y terminó con Epstein quitándose la vida tras las rejas, ella intentó mantener un perfil bajo, cerró sus cuentas en redes y no quiso hablar con los periodistas. Aún así, hay rumores de que los fiscales que llevan el caso y que ya metieron a la cárcel a Ghislaine Maxwell, podrían hacer lo mismo con ella. Ante esas habladurías, sus abogados le dijeron al Daily Mail que “Nadia desea expresar su compasión y apoyo a sus compañeras sobrevivientes que también fueron víctimas del comportamiento abusivo y depredador de Jeffrey Epstein”.
Además de preguntarle por su participación en el abuso de otras menores de edad, las autoridades quieren establecer si es verdad que ella fue ‘comprada’ por Epstein cuando era una niña, porque de ser así se comprobaría que el millonario participó en una especie de red de tráfico sexual de niñas con alcances internacionales.
Ella tiene la última palabra.