‘Navidar’: así puede apoyar la campaña del Banco de Alimentos de Bogotá

La pandemia de coronavirus ha afectado a millones de familias en el país y en muchos hogares se ha evidenciado la crisis económica. Hay menos ingresos y se pasan dificultades incluso para cumplir con algunas necesidades básicas. “Los colombianos, en medio de la pandemia, están comiendo menos como un resultado de los efectos de la caída de los ingresos asociados con la reducción de la actividad económica”, advirtió el director del DANE, Juan Daniel Oviedo.

Tras más de siete meses de pandemia por el coronavirus, el 23 % de los colombianos, según el DANE, pasó de comer tres veces al día a solo dos. Si esta situación ya es preocupante, es aún más grave en los entornos vulnerables, donde desde antes de la pandemia ya se pasaban muchas necesidades.

Por esta razón, desde hace 19 años se creó el Banco de Alimentos de Bogotá para ayudar a los más necesitados en el país. Sin embargo, con la llegada del coronavirus, la tarea del Banco de Alimentos se ha hecho más necesaria que nunca.

En diálogo con SEMANA, el padre Daniel Saldarriaga (D.S.), quien está al frente del Banco de Alimentos desde su creación, envió un mensaje a las familias que han pasado en algún momento de esta pandemia alguna necesidad e invitó a aquellos que han podido mantener sus empleos e ingresos a ser generosos en estas fechas. “La pandemia más grave que hemos atravesado es el hambre y aún la estamos combatiendo con la vacuna que ya existe, que es la generosidad (...) Muchos no se podrán reunir con sus familias y entregar regalos, pero pueden ayudar a los más necesitados”.

SEMANA: Desde hace un par se semanas empezó la campaña ‘Navidar’, ¿de qué se trata?

D.S.: Navidar es una campaña que empezamos hace 14 años con con la organización Carulla, porque veíamos que este era un tiempo de reactivar la esperanza de mucha gente que tiene necesidad. Por eso queríamos mostrar que somos más los que tenemos ese deseo y capacidad de ayudarlos. Este año la campaña se desarrolla en medio de dos elementos adicionales que nos hacen aún más llamar a la solidaridad de los colombianos, y es que adicional a la pandemia, en las últimas semanas hemos visto cientos de miles de damnificados por el invierno.

SEMANA: ¿Cuál es la meta de la campaña?

D.S.: Cuando empezamos hace un par de semanas el objetivo era ayudar a 50 mil familias, y a la fecha, con una semana de campaña por delante, ya hemos entregado 74 mil mercados. Estamos muy agradecidos con la solidaridad que han demostrado los colombianos. Por ejemplo, el balance de todo el año es magnífico: usualmente cada año entregamos 14 mil toneladas de alimentos, mientras que este año la cifra ya va en 29 mil toneladas. Antes recibíamos aportes en dinero de cerca de 700 personas, este año la cifra subió a 11 mil.

SEMANA: ¿Cómo explicar que las donaciones hayan incrementado en un momento que las familias y empresas están en crisis?

D.S.: En medio de todo lo que pasa en la pandemia y el mundo, buscar razones para ser felices es importante y hace más feliz dar que recibir. Hemos visto en las campañas del Gobierno, en pequeñas causas familiares o de los barrios cómo se han movilizado las personas para ayudar a quienes pasan necesidad. Poder ser solidarios nos hace muchos más felices. Si bien mucha gente ha perdido sus ingresos y empleos, otros han tenido ahorros, han mantenido sus trabajos y consumen menos. Muchos al ver la inmensa necesidad del prójimo han buscado la forma de ayudar y afortunadamente hemos podido ser partícipes de eso. En el caso de la Navidad, muchas familias no han podido reunirse, intercambiar regalos, pero por el contrario han tomado la decisión de ayudar

SEMANA: ¿Cómo pueden participar las personas de la campaña?

D.S.: Cualquier persona puede hacerlo, hay diferentes modos. Si una persona quiere aportar dinero, puede hacerlo en cualquiera de las cuentas que encuentra en https://www.bancodealimentos.org.co/. También se pueden hacer donaciones de alimentos. Muchas empresas y comercios se acercan porque quieren donar alguna mercancía antes de que se pierda, o aportar algo. Se pueden comunicar con nosotros a amigo@bancodealimentos.org.co. Algunas personas quieren aportar pequeñas cantidades, enlatados o granos. En esos casos, la mejor posibilidad es acercarse a las iglesias del barrio o puntos de las arquidiócesis.

SEMANA: Muchas familias han pasado necesidades y dificultades por cuenta de la pandemia, ¿qué les diría para esos momentos de incertidumbre?

D.S.: En medio de esta pandemia, a las familias les han pasado dos cosas que les han traído mucha tristeza y preocupación. Esta situación los ha sorprendido con la gran tristeza de la muerte de sus seres queridos, jóvenes, mayores. Además de esta situación también está el hambre y la necesidad que han tenido muchos, situación que no es nueva. En la historia de la humanidad se han registrado pandemias y enfermedades, pero hay una pandemia que es más grave que la covid-19, que la gripe española y que ha estado siempre presente, y es el hambre, y esa pandemia tiene una vacuna con la que podemos enfrentarla.

SEMANA: ¿Cuál es esa vacuna contra el hambre?

D.S.: Es la solidaridad y generosidad de los colombianos. A pesar de las dificultades que atraviesan las personas y las empresas, en lo corrido de este año hemos entregado 23,5 toneladas de alimentos, mientras que en todo el año pasado en total fueron 14 toneladas. Si bien muchas personas están pasando necesidades, siempre hay personas que están dispuestas a ayudar. No solo hemos llegado a Bogotá, sino que a través de las arquidiócesis podemos llegar a muchos lugares en zonas apartadas del país y queremos con esta campaña llegar a muchas más personas. Llevamos entregados cerca de 1,5 millones de mercados y queremos que sean muchos más.

SEMANA: Un informe del DANE indica que muchas familias han tenido que eliminar hasta una comida por la crisis. ¿Cuál es el mensaje para esas familias que están pasando dificultades?

D.S.: En este país donde hay tanta informalidad, muchos no pueden resolver sus necesidades básicas y eso es algo muy preocupante. Muchas personas, a pesar de tener todas las ganas de trabajar, no lo han podido hacer por las restricciones y, por consiguiente, tienen menos ingresos y comen menos. Comer era parte de ese vivir gratamente dentro de nuestra cotidianidad, un espacio para compartir; sin embargo, no debemos desfallecer y en la medida que veamos que alguien cercano pasa una necesidad o podemos apoyar a alguien directamente, lo debemos hacer. Siempre que tengamos un plato de comida frente a nosotros recordemos agradecer a Dios, porque muchos no lo tienen. Espero que muchos colombianos sientan esa alegría de ser solidarios.

SEMANA: ¿Algún mensaje final para las personas?

D.S.: El corazón de un hombre bondadoso nunca se inclinará hacia la maldad.