Realeza
“No hubo boda secreta de Harry y Meghan”: arzobispo
El nieto de la reina Isabel y su esposa aseguraron en su entrevista con Oprah Winfrey que en realidad se casaron tres días antes del evento que presenció el mundo. Pero un empleado de monseñor Justin Welby dice que eso no fue lo que sucedió.
En la entrevista con Oprah Winfrey, Harry y Meghan revelaron que tres días antes de la ceremonia oficial con la que encantaron al planeta, el arzobispo de Canterbury los había casado de manera privada en el jardín de Nottingham Cottage, la residencia anexa al Palacio de Kensington donde vivían. “Nadie lo sabe. Pero llamamos al arzobispo (de Canterbury) y le dijimos: ‘Mire, esta cosa, este espectáculo, es para el mundo (…), queremos nuestra unión entre nosotros”, relató Meghan.
Solo Harry, ella y monseñor Justin Welby tomaron parte en el intercambio de votos, según contó en esa ocasión la duquesa de Sussex, y lo mismo afirmó el príncipe segundos más tarde en el cara a cara con Oprah Winfrey, que se ha robado la atención del mundo.
Pero poco después de la entrevista los rumores al respecto empezaron a surgir para desvirtuar este casamiento, un poco al estilo de Romeo y Julieta. El más contudente hasta hoy es el del reverendo Mark Edwards, vicario de St Matthew’s Church, en Dinnington, y St Cuthbert’s Church, en Brunswick, Newcastle upon Tyne.
El tabloide inglés The Sun acaba de publicar la historia del reverendo Mark Edwards, quien para hacer claridad sobre el asunto se comunicó con el palacio episcopal. “Justin no hace bodas privadas”, le contestó un miembro del equipo del arzobispo, cuando le mencionó el caso del nieto de la reina y explicó lo que pasó realmente: “Justin tuvo una conversación privada con la pareja en el jardín acerca de la boda, pero le puedo asegurar que ninguna boda tuvo lugar antes del evento nacional televisado”.
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Todo eso hace pensar que fue una confusión de los duques de Sussex. Como concluyó Edwards, “Meghan es una americana, ella no entiende”. Para Edwards, una ceremonia oficial de matrimonio requiere de al menos dos testigos, y si lo que dice la pareja es cierto, ellos habrían incumplido ese requisito. De este modo, la boda habría sido ilegal, según han dicho conocedores del tema. El vicario recordó que además se requiere que el matrimonio sea en un lugar certificado como sitio de adoración y con “acceso irrestricto” al público, así que “se podrían albergar ciertas objeciones”.
“Esto nos pone a los curas en una posición difícil en cuanto a lo que constituye una boda para la Iglesia de Inglaterra”, le declaró Edwards al diario Chronicle Live, de Newcastle upon Tyne.
“¿Debe haber testigos y licencia o es esto ahora un arreglo ad hoc con los miembros del clero? ¿Podemos hacer bodas sin testigos en nuestros jardines?”, interrogó el vicario en sus vehementes pedidos de claridad, los cuales remató con unas frases que parecían tener como destinatarios a los Sussex. “No puede parecer que hay una regla para unos y una regla para otros”, dijo.
Esta es solo una manifestación de las muchas que se están oyendo en el Reino Unido sobre la boda secreta. El reverendo Tiffer Robinson, vicario de parroquia en Suffolk, dijo que “ella está en su derecho de considerar eso como una boda, si así lo quiere”, pero preguntó: “Creen que hay alguna posibilidad de que ellos hubieran tenido un casamiento legal, en un jardín, sin testigos, tres días antes de la boda real, con el arzobispo de Canterbury?”.
Su colega, el reverendo David Green, un vicario de Kent, señaló que es imposible tener dos bodas. “Y si eso (en el jardín) fue un matrimonio, ¿que hacíamos (tres días después) representando un matrimonio sagrado para las cámaras?”.
Monseñor Welbin ha dicho que no se referirá a lo dicho por los Sussex sobre asuntos privados, así que hasta ahora solo se conoce lo manifestado por el empleado de su palacio.
Otra disposición de la Iglesia dicta que una pareja legalmente casada no puede volver a tener una ceremonia nupcial, a menos que tenga dudas de la validez de la que ya tuvo. La que habría sido su segunda boda, de acuerdo con los duques, tuvo lugar el 19 de mayo de 2018 en la capilla de St. George del Castillo de Windsor, ante la presencia de unos 600 invitados.
Entre ellos se contaban celebridades del más alto vuelo, como George Clooney y su esposa Amal, James Corden y la misma Oprah Wifrey, quien luego obtuvo con los duques de Sussex una de las primicias más esperadas de los últimos años.
Sobre aquel fastuoso casamiento, que costó más de 42 millones de dólares, Meghan también le expresó a Oprah: “Me levanté y empecé a oír esa canción, Going to the Chapel, y solo traté de hacerlo divertido y ligero y de recordarnos a nosotros mismos que ese era nuestro día. Pero creo que, de antemano, realmente éramos conscientes de que ese no era nuestro día”.