Shimon Hayut se hacía pasar por Simon Leviev, hijo de Lev Leviev, un magnate israelí de la industria de los diamantes. Fue apresado en el aeropuerto de Tel Aviv en 2019, pero hoy está libre.
Shimon Hayut se hacía pasar por Simon Leviev, hijo de Lev Leviev, un magnate israelí de la industria de los diamantes. Fue apresado en el aeropuerto de Tel Aviv en 2019, pero hoy está libre. | Foto: ore Kristiansen / VG / NTB / NTB via AFP

Gente

¿Nuevo negocio? Lo que deben pagarle al “estafador de Tinder” por un saludo

Las víctimas hablaron sobre esta nueva forma de ingresos de Simon Leviev.

20 de febrero de 2022

El estafador de Tinder, Simon Leviev, además de ser un personaje polémico, también se ha convertido en una celebridad entre cientos de personas que, a pesar de haber conocido acerca de las fraudulentas actuaciones del hombre en el documental El estafador de Tinder, en la plataforma Netflix, siguen de cerca sus movimientos e, incluso, pagarían una enorme suma solo por que este les envíe un saludo.

Recientemente, se conoció que el israelí, de 31 años, luego de que se le negara su participación en la aplicación Tinder, en la que logró a estafar a varias mujeres por alrededor de $10 millones de dólares, este habría logrado abrir una cuenta en la aplicación Cameo, en la que cobra por enviar saludos a sus seguidores.

La fama que le habría brindado el documental, además de la gran acogida que tuvo en medio de los espectadores, habría catapultado a este hombre al mundo de espectáculo, por lo que ahora estaría aprovechando esta plataforma para continuar alimentando sus cuentas bancarias.

Así entonces, desde la aplicación Cameo, sitio en el que hay más de 30 mil celebridades y la cual es utilizada para enviar saludos o mensajes a través de videos a quienes pagan por el servicio, Leviev estaría ganado entre 200 y 1.400 dólares por grabar un video y seguir las peticiones de sus clientes. Al parecer, este hombre menciona el nombre de la persona a la que va remitido el mensaje, y luego lo acompaña con otras frases simples.

Ante esta situación, algunas de las víctimas han expresado su rechazo tanto a la plataforma como al israelí, asegurando que el hombre habría dejado más que solamente heridas económicas en ellas y que lo que les sucedió quedará en la impunidad.

“Para serles honesta, me rompe el corazón ver que una compañía como Cameo está dispuesta a colaborar con un criminal, que está siendo requerido todavía en Europa, pero que se esconde en Israel”, fueron las palabra de Pernilla Sjoholm, una de las víctimas, según recoge el programa Entertainment Tonight, recalcando que este tipo era un “criminal” y no debería ser aceptado en redes sociales como Cameo.

 Cecilie Fjellhøy, Ayleen Charlotte y Pernilla Sjöholm odian a Hayut, y, para exponerlo al mundo, participaron en el documental en el que actúa como él mismo.
Cecilie Fjellhøy, Ayleen Charlotte y Pernilla Sjöholm odian a Hayut, y, para exponerlo al mundo, participaron en el documental en el que actúa como él mismo. | Foto: Joshua Wilks-Netflix

Sus declaraciones llegaron a insistir en que ellas eran las que habían dado la cara para lograr visibilizar una trágica historia, esto para evitar que más personas cayeran en la red de Leviev y también fueran estafadas, por lo que le resultaría “increíble”, que estas plataformas permitan que el israelí continúe ejerciendo sus tácticas en contra de otros.

Él también tiene acusaciones en Estados Unidos, pero no importa. Realmente es descorazonador”, dijo Sjoholm, reconociendo que además de ser solicitado por otros países europeos, este también era requerido por la potencia norteamericana, sin embargo, se podía dar ciertos “lujos” al aparecer en otras aplicaciones y seguir con su vida normal, lo cual le parecía “descorazonador”.

Es de recalcar que aunque Leviev fue capturado y deportado desde 2019, solamente cumplió cinco meses de cárcel de los 15 a los que fue condenado en su país natal, esto a pesar de que fueron varias las denuncias que se emitieron en su contra.

De parte del gobierno israelí, este hombre fue liberado bajo los criterios de un programa establecido en medio de la pandemia de covid-19, que pretendía reducir el número de presos en los centros carcelarios para evitar una alta tasa de contagios en estos recintos.