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Pablo Escobar | Su hijo Juan Pablo lanza una nueva serie sobre el capo
“Escobar by Escobar” se emitirá por Sky y revive la truculenta historia del líder del cartel de Medellín, pero también hace un repaso sobre lo que sucedió con su esposa e hijos tras su muerte en 1993.
En el documental, calificado como “fascinante” por The Times, de Londres, Juan Pablo Escobar cuenta su vida y no tarda en quedar al descubierto que esta ha sido casi tan singular y plagada de peligros como la de su padre.
Los cuatro capítulos de Escobar by Escobar (Escobar por Escobar) arrancan cuando el líder del cartel de Medellín decide entregarse y es recluido en La Catedral, la cárcel construida por él mismo en su Antioquia natal y en la cual gozaba de todo tipo de comodidades.
El periodo de calma que siguió fue breve y su único hijo varón, quien era un adolescente, cuenta que se derrumbo cuando Escobar huyó del penal, en uno de los episodios más borrascosos en la historia criminal del país.
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Una ve más, causan asombro también los documentos fílmicos que evocan la acción de Los Pepes, el grupo de bandidos creado especialmente para exterminar al capo. Entre las más impresionantes se encuentran las de cadáveres cubiertos con el letrero “Asesinados por Los Pepes”.
Mientras Juan Pablo cuenta su historia, se ven también las tomas de la dramática salida de la familia de Colombia, a la cual se le prohibió abordar un avión rumbo a Europa, para luego tomar un helicóptero que los llevaría a un destino incierto, pues ningún país los quería recibir.
Juan Pablo evoca además que, así como su padre aterrorizó a la Colombia de los años 80 y 90 con atentados con bombas, ellos también fueron blanco de este tipo de ataques. Testimonio de ello, el carro bomba que estalló al pie del edificio Mónaco, en Medellín, donde vivían. De hecho, como lo subraya el programa, fue el primer atentado de esa modalidad en el país y Manuela casi queda sorda a causa de él. La devastación fue tal que las reparaciones causaron escasez de cristal en la capital paisa.
“No tenemos optimismo por el futuro, todo lo vemos oscuro, negro, para nosotros”, confiesa Juan Pablo, quien terminó radicándose con su familia en Argentina, donde en tiempos recientes han sido relacionados con actividades ilícitas.
A pesar de estos nuevos problemas, Juan Pablo sigue muy activo en la especie de cruzada que se ha propuesto, de aclarar quién fue realmente Pablo Escobar. Ello porque está convencido de que su imagen hoy no es más que “un producto mediático, una construcción de los medios de comunicación, que han creado un gánster mafioso rodeado de glamur, que no coincide con quien fue él realmente”, declaró en una entrevista.
Ahora, con Escobar by Escobar, pretende justamente hacerle contrapeso a las series de televisión que, en su opinión, han contribuido principalmente con esa visión errada del narcotraficante.
Cree que las productoras están equivocadas al ponerles tantos aditamentos a sus programas, ya que Pablo Escobar “es un producto que se vende por sí mismo, por su violencia y su capacidad de desafiar a la democracia, a América Latina y a Estados Unidos. Algunos dicen que estaba loco, y yo digo que entre la genialidad y la locura hay una línea muy delgada”, explicó en otro reportaje.
Específicamente, Escobar quiere hacerle contrapeso al efecto de las series El patrón del mal y Narcos, aclamadas por el público en todo el mundo, en tanto que él ha sido severamente crítico con ellas.
“Ambos productos insultan la historia de todo un país y no solo al personaje que fue mi padre. Sin duda, tergiversan una gran cantidad de hechos históricos que fácilmente pueden verificarse, y de esa manera se ultraja a las víctimas y a la población, dejando lecciones de vida que no fueron las que aprendí a su lado en mi rol de hijo”, ha dicho también Juan Pablo.
Como quiera que sea, la atracción y controversia que sigue suscitando el mafioso parecen inacabables. Hace solo unos días, un grupo de colombianos residentes en Nottingham, Inglaterra, protestaron abiertamente porque un gastrobar especializado en comida latinoamericana fue bautizado como Escobar, en honor del capo. En su entrada, el lugar exhibe un cartel con un rostro que parece ser el del bandido.
