PADRE POR NATURALEZA

Doscientos años después los científicos confirman que Thomas Jefferson sí tuvo un hijo con una de sus esclavas.

7 de diciembre de 1998

En 1802 un periódico de Richmond, Virginia, destapó el primer escándalo sexual de un presidente en la historia de Estados Unidos. El diario publicó la supuesta relación del presidente Thomas Jefferson y Sally Hemmings, una bella y joven mulata 28 años más joven que él. Hemmings era la hija ilegítima de su suegro y una de sus esclavas y había pasado a ser propiedad del mandatario en 1774 tras la muerte de su suegro. Los rumores señalaban que la esclava se convirtió en su concubina a finales de 1780 cuando Jefferson fue nombrado embajador en París y Hemmings tenía escasos 14 años. En 1789, cuando los Jefferson regresaron a Estados Unidos, Sally ya estaba embarazada y todo apuntaba a que el padre de su primogénito era su propio amo.
La noticia causó revuelo entre los dirigentes y altos miembros de aquella sociedad que promulgaba la esclavitud y creía ciegamente en la inferioridad de la raza negra. En 1805 se llegó a hablar de destituirlo por esa relación. Pero debido a la falta de pruebas Jefferson quedó libre de toda culpa. Y para ocultar la evidencia más contundente en su contra _el parecido físico de sus hijos con los de Hemmings_ se le atribuyó la paternidad a un primo suyo. Pese a todos estos esfuerzos el fantasma de su esclava no ha dejado de perseguirlo y en varias oportunidades los historiadores han tratado de indagar más sobre el asunto para conocer a fondo a este prócer norteamericano. Lo único que lograron, sin embargo, fue aumentar la controversia sobre este personaje.
Doscientos años después Eugene Foster, un genetista de Charlottesville, Virginia, acaba de disipar las dudas al comprobar que al menos uno de los hijos de la esclava sí es de Thomas Jefferson. El científico recolectó muestras de ADN de descendientes del presidente y de la joven esclava para comparar el cromosoma Y, que por lo general pasa intacto de padre a hijo. Estos cromosomas, no obstante, tienen esporádicas mutaciones con el tiempo que los científicos denominan haplotipos. Foster encontró que el haplotipo de Jefferson coincidía con el material genético de Eston Hemmings, el último de los hijos de la esclava.
Aunque por años se dio por hecho que el hijo de Jefferson era Thomas, el primogénito de Sally, los análisis de Foster descartan que Jefferson haya sido el padre de sus otros cinco hijos.
La confirmación científica de ese romance no solo aclara el rumor sino que cambia el papel histórico del tercer presidente de Estados Unidos. Lo más importante es que pone en relieve su ambivalencia en relación con el tema de la esclavitud. Justo cuando la relación entre el amo y la esclava comenzó, Jefferson se retiró del movimiento antiesclavista y con el tiempo llegó a la bancada contraria, proclamando incluso que terminar con la dominación sobre los negros solo traería una mezcla racial indeseada.
Jefferson, uno de los héroes de Estados Unidos, junto con Washington y Lincoln, ha sido inspirador de muchos por su filosofía sobre la igualdad y la libertad. Su rostro está esculpido en el monte Rushmore, en una moneda de níquel, en los billetes de dos dólares y en Washington hay un monumento erigido en su honor. Este asunto, sin duda, lo bajaría de ese pedestal para mostrar una nueva faceta suya: la de un hombre de carne y hueso, con ambigüedades y debilidades como el resto de los mortales.