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Periodista que pasó por RCN y Caracol hace graves señalamientos sobre supuesto acoso sexual
Diana Camacho, antigua reportera de ambas cadenas, contó la experiencia por medio de sus redes sociales.
Diana Camacho, periodista que estuvo en RCN y Noticias Caracol, pero actualmente es la jefa de prensa del representante a la Cámara Agmeth Escaf, expuso una situación de presunto acoso que vivió con un policía.
A través de sus redes sociales, la periodista publicó un video en Instagram en el cual relató la situación de acoso sexual que experimentó con un presunto coronel de la Policía. Fue un hecho que ocurrió años atrás, pero ella decidió romper el silencio y contar todo.
“Quiero alzar mi voz por todas esas mujeres que decidieron callar y guardar silencio como yo por miedo a denunciar”, manifestó Camacho al iniciar su relato. Cuando ocurrieron los hechos, ella se encargaba de cubrir temas judiciales, lo cual generó que la empezaran a contactar personas extrañas, quienes la llamaban a su celular o teléfono fijo. Pero todo empezó tras una rueda de prensa.
La periodista narró que en un punto acudió a una rueda de prensa con la Policía General de la Nación. Ella aprovechó la situación y contactó a un funcionario que conocía para contarle la situación de los mensajes sospechosos, para saber qué hacer o cuáles eran las medidas correspondientes. Acto seguido, el contacto le presentó a Camacho, un coronel de la Policía. En toda la historia, ella mantiene el nombre de él en reserva.
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Camacho se dispuso a enviarle al coronel las pruebas correspondientes, como lo eran las conversaciones por mensaje. A la semana siguiente, ella recuerda que el policía la llamó y la citó en un restaurante cerca del Museo Nacional. Ambos se reunieron, pidieron comida y empezaron a conversar. Hasta ese momento, la conversación estuvo normal; sin embargo, el coronel solicitó una botella de vino para la mesa donde estaban.
En un principio, a Diana Camacho le pareció extraño, pero no le dio mayor importancia, creyendo que tal vez él almorzaba con vino. La extrañeza surge cuando el coronel guía la conversación hacia temas que no tenían nada que ver con su caso. “Me empezó a hablar de muchas cosas que no tenían que ver con mi caso, que estaba en una investigación, sacó el arma y me dijo que estaba armado todo el tiempo. Ahí me asusté un poco”, señaló la periodista.
Ella interrumpió la conversación, queriendo saber el estado de su caso. La respuesta del coronel es que seguían investigando, contaban con algunas pruebas, pero que él la tendría al tanto. Aunque esa respuesta no respondía sus dudas, la comunicadora sintió que era positivo tener un contacto al interior de la Policía. El tiempo pasó y ella se tenía que ir a otra cita para ponerse pestañas.
No obstante, el coronel le dijo que no se fuera, sino que lo siguiera acompañando para que se terminaran la botella de vino. Ella reiteró que se le hacía tarde para su otro compromiso y se fue para el baño. La situación se tornó fuerte cuando al volver el policía la tomó del brazo y la obligó a sentarse nuevamente. “Tómate este vino conmigo y yo te llevo”, fue lo que le dijo el coronel.
La conversación se tornó más compleja, solicitándole información personal a Diana Camacho, tales como sus sueños, quién era su jefe, entre otros. También le ofreció un viaje a Cartagena. En ese momento, ella recuerda que él “tenía una esposa que no importaba, que le parecía linda”, lo cual la hizo suponer el verdadero propósito del coronel.
Posteriormente, Camacho pidió un carro particular para irse, pero cuando se dispuso a ingresar, el policía la agarró y la volvió a obligar a montarse en su vehículo.
“Ahí me empecé a ‘paniquiar’”, afirmó la periodista. Estando adentro del carro, ella contactó por WhatsApp a una amiga, le envió su ubicación en tiempo real y le pidió que estuviera pendiente. El coronel le ordenó al conductor que se movilizaran hacia una charcutería en el centro de Bogotá.
Camacho se encontraba en pánico y no sabía qué hacer. Además, le intimidaba el hecho que el policía estuviese armado y la actitud hostil que tenía. Dentro del local, él pidió una tabla de quesos y dos gin tonic. La periodista se niega a consumirlo, pero el coronel la obliga a comer. Ella siguió conversando con su amiga, mientras él charlaba con el dueño del sitio, quien aparentemente lo conocía.
Mientras ella solicitaba un carro, el coronel la vinculó a la conversación, afirmando que eran novios. Acto seguido, él la besa en la boca sin el consentimiento de la periodista.
Cuando el vehículo arribó al punto, Diana Camacho salió del lugar, pero se dio cuenta de que el coronel la persiguió y, al igual que antes, la montó en su carro. El siguiente destino iba a ser la casa de él, por lo que el pánico de ella se intensificó.
Al interior del carro, el policía se vuelve a sobrepasar con ella, empezando a tocarle la pierna. Sin embargo, él se percata de la situación y se baja del coche, afirmando que no “iba a ser un violador” y ordenándole al chofer que la llevara a la casa. La periodista tuvo un respiro y le dio la dirección al conductor.
En un punto del trayecto, concretamente en la Avenida Caracas, el coronel le escribe a ella, indicándole que le iba a dar la orden al conductor que la devolviera. Pero, ella aprovecha que se detuvieron en un semáforo para escapar y tomar un taxi. Por último, a modo de reflexión, Camacho les hizo un llamado a las mujeres víctimas de acoso sexual, para que alcen su voz contra los abusadores.