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“Piqué no perdona la traición”, “celosa”, “amor cegador”: así ha tratado la prensa española a Shakira
Esta es la historia de los desencuentros de Shakira con Piqué que llevaron a la ruptura de la popular pareja.
Cualquiera que siguiera sus canciones sabía que Shakira había navegado mucho por mares tormentosos antes de encontrar el amor. Justo atrás de la llegada de Piqué a su vida, la barranquillera había vivido sonoras desventuras. Paradójicamente, esos trastazos de la vida habían dado origen a sus mejores canciones. Y esas melodías habían acompañado a millones en el mundo a salir de sus propias miserias del corazón.
Pero todo había cambiado cuando conoció a Piqué. Ya en el cenit de su carrera, cuando el mundo estaba a sus pies, la cantante se enamoró del hombre que terminó como el papá de sus hijos.
Se conocieron en el Mundial de Fútbol de Sudáfrica, cuando la barranquillera puso a bailar al planeta con su pegajoso Waka Waka. “Llegas aquí para brillar, lo tienes todo. La hora se acerca, es el momento, vas a ganar cada batalla, ya lo presiento. Hay que empezar de cero para tocar el cielo”, dice la letra de la canción.
“Mira, voy a ganar este Mundial. Voy a llegar hasta la final solo para poder verte una vez más”, le había dicho Piqué en Río de Janeiro años atrás. Pero lo que era una historia de amor, como de cuento de hadas, terminó en la más grande de las desilusiones la semana pasada.
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“Lamentamos confirmar que nos estamos separando. Por el bienestar de nuestros niños, que son nuestra máxima prioridad, pedimos respeto a la privacidad. Gracias por su comprensión”. El mundo de la farándula y del deporte se desplomó de un soplo. ¿Qué había fallado? Son muchos los rumores, pero el que más prima es uno: la infidelidad.
El primero que lanzó una hipótesis fue el periodista Emilio Pérez de Rozas, de El Periódico, que apuntó la mirada a “una joven rubia de 22 años, que está estudiando y trabaja de azafata de eventos en Barcelona”. Después de eso, Shakira, la heroína de antaño, fue zambullida sin piedad en el inmisericorde lodo de los chismes de las redes sociales. Estas pueden haber sido las semanas más agrías de su vida. Se habló no solo de la azafata con pelos y señales, sino que tuvo que ver cómo se publicaban día a día todas las morbosidades que el jugador hacía a sus espaldas.
La modelo brasileña Susy Cortez, conocida como Miss Bum Bum, narró descarnadamente cómo Piqué la acosaba sexualmente enviándole mensajes en los que preguntaba “cuánto medía mi trasero, y diciendo que estaba celoso de mis homenajes a Messi”. La prensa española la trató sin compasión. Se filtraron datos sin ninguna fuente en la que la señalaban de ser en exceso celosa, que ya llevaban tres meses separados, que ella le rogó que no se fuera, que la infidelidad no era un engaño porque tenían una “relación abierta” y ella había aceptado ser su pareja así para aparentar ante el público.
“Shakira intentó volver, hasta en dos ocasiones, con el padre de sus hijos, a pesar de que la decisión ya estaba tomada. Insisten en que el amor que siente por él es cegador. Tenía la esperanza de poder retomar desde la herida, como ocurrió en el pasado”, escribió el diario 20 Minutos.
El diario ABC mostró la “traición“ de Shakira a su manera: “Piqué está molesto por el devenir de los acontecimientos. No perdona ni olvida la traición que supone que Shakira haya permitido que personas allegadas a ella expliquen en televisión que está lánguida y lloricosa, que se encuentra recomponiéndose y apenada, como si para él esta situación fuera agradable o baladí”.
El punto más bajo de esa tormenta llegó cuando se filtró que había sufrido una crisis de ansiedad y que por cuenta de este quiebre emocional había terminado en el hospital.
A ojos de la prensa española, ella fue culpable de su decepción y Piqué, un tanto menos de sus cachos. Sin embargo, la tal crisis de ansiedad nunca ocurrió. La misma Shakira tuvo que publicar una foto de su papá herido para demostrar que las ambulancias que habían llegado a su casa buscaban rescatarlo a él de los irreversibles efectos de un golpe en la cabeza y no a ella de una tusa.
Sus hijos, Sasha y Milan, dos pequeños de 7 y 9 años, terminaron siendo objeto de varios reportajes sobre especulaciones jurídicas de cómo quedaría su custodia y a cuánto ascendería su manutención. Se ha dicho que Shakira quiere irse con ellos a vivir a otro país, mientras Piqué ha dejado saber que no permitirá esa opción. Y, por supuesto, los bienes de la pareja, ya en la mira del fisco español, volvieron al baile. Hasta la ex de Gerard Piqué, Nuria Tomás, aprovechó para hacer un video promocional de su nueva serie, diciendo que contará todo de su antigua pareja. Nadie se quería bajar de la ola de este afamado divorcio. “Shakira no se merecía esto”, dijo Miss Bum Bum.
Piqué no había sido precisamente un príncipe azul. La cantante había contado la manera en que el futbolista la había dejado sola en sus momentos más oscuros. Por ejemplo, cuando tuvo una grave enfermedad en las cuerdas vocales que casi la saca de su carrera. Shakira se aisló por meses y él, en vez de apoyarla, le recriminó. “Me decía que no quería un futuro con una mujer amargada, que todos estaban haciendo música por ahí mientras yo estaba encerrada en casa con los niños. Sal ahí y ponte a trabajar”, contó en este momento. Muchos sostienen que su última canción, Te felicito, es un sablazo. “Yo, que ponía las manos al fuego por ti y me tratas como una más de tus antojos. Tu herida no me abrió la piel, pero sí los ojos: los tengo rojos de tanto llorar por ti… te felicito, qué bien actúas”.
No es el primer hombre que le hace una gran traición. El mundo también quedó atónito cuando su anterior pareja, Antonio de la Rúa, luego de terminar la relación, decidió demandarla por 100 millones de dólares alegando que no era el talento de ella, sino el de él, el que había convertido a Shakira en una artista de talla mundial. La acusación parecía surreal. El hombre se catalogaba a sí mismo como la “pieza fundamental” de la carrera de ella.
De la Rúa intentó ganarle a la artista el acceso a sus cuentas, pero la justicia le dio la razón a la barranquillera. Shakira, que había puesto el punto final en buenos términos, tuvo que acudir también a los estrados luego de que De la Rúa se gastó miles de dólares de ella en “viajes con su actual pareja y fiestas en Ibiza”. Con sus recursos se habría comprado un yate también. La demanda detallaba los gastos del hijo del expresidente argentino en 6 millones de dólares.
De esa ruptura, Shakira escribió una de sus canciones más exitosas: Día de enero. Los fanáticos de la barranquillera, que se cuentan por montones en todo el mundo, anticipan que del divorcio con Piqué también puede salir un nuevo disco. Eso seguramente será así, pero le habrá costado caro.