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Por agresión sexual: condenado a prisión un pariente cercano de la Reina Isabel II
Simon Bowes-Lyon, conde de Strathmore, había admitido la agresión en su castillo de Glamis en febrero de 2020.
Un tribunal de Dundee, Escocia, condenó a Simon Bowes-Lyon, de 34 años y primo tercero de la reina de Inglaterra, a diez meses de prisión por agredir sexualmente a una mujer en el castillo que pertenece a su familia desde hace siglos.
Se había declarado previamente “muy avergonzado por mis acciones que han causado tal angustia a una invitada en mi casa”.
Bowes-Lyon quien se describió ante la policía en el momento de su detención como “un granjero”, admitió ante un tribunal de Dundee haber entrado de madrugada y por la fuerza en la habitación donde dormía la víctima, una mujer de 26 años que no ha sido identificada por razones legales, para después agarrarle los pechos, tirar de su camisón y empujarla contra la pared en un asalto que duró más de 20 minutos.
Tras su declaración sobre los hechos que tuvieron lugar en febrero del año pasado, el juez ordenó ponerle en libertad bajo fianza e incluirle en el registro de delincuentes sexuales, hasta la sentencia de este martes.
“El primo depredador de la reina”, -su padre era en realidad sobrino nieto de la reina madre, como le califican en los medios ingleses-, se enfrentaba a una pena que podría haber llegado hasta los cinco años de prisión, tras admitir ser autor de un violento ataque sexual en su mansión ancestral del castillo de Glamis, en Escocia, donde su familia ha residido desde 1372.
La víctima, quien no fue identificada por razones legales, relató que Bowes-Lyon entró a su habitación a la fuerza y la manoseó mientras intentaba quitarle el camisón para abusar sexualmente de ella en un ataque que duró más de 20 minutos.
Según se pudo escuchar durante el juicio, en el momento en que la víctima rechazó sus pretensiones, él la calificó de “persona grosera, mala y horrible” y le recalcó que no podía decirle qué hacer en su propia casa.
Ella finalmente se las arregló para sacarlo de la habitación y pudo pedir ayuda a otros huéspedes. Pese a todo, Bowes-Lyon intentó entrar en la habitación de nuevo y otro hombre tuvo que acudir en su ayuda. Esa persona declaró que la víctima estaba “muy afectada” tras el incidente y que cuando fue a pedirle explicaciones al acusado, este ya se había dormido. La mujer abandonó el castillo a la mañana siguiente y denunció lo ocurrido ante la policía.
El aristócrata emitió entonces un comunicado disculpándose por sus acciones asegurando que estaba “profundamente avergonzado” y que “el alcohol no es excusa” para justificar su comportamiento. Conocido en Inglaterra por su afición a los autos de lujo y por sus escapadas con personalidades del espectáculo, Bowes-Lyon fue elegido uno de los solteros más cotizados del país por la revista Tatler en 2019.
En su momento dijo que estaba “muy avergonzado de mis acciones que han causado tanta angustia a una invitada en mi casa”. “No pensé que fuera capaz de comportarme como lo hice, pero tuve que enfrentarlo y asumir la responsabilidad”.
Simon Bowes-Lyon se enfrentaba hasta una pena de cinco años, pero obtuvo una más leve después de que su abogado, John Scott, le recordara al tribunal que el conde había mostrado un “remordimiento genuino”. “No desea ser tratado mejor que nadie, pero tampoco debería ser tratado peor”, dijo en defensa de su cliente.
Su familia es dueña del castillo de Glamis, cerca de Dundee, en el centro de Escocia, hogar de la difunta madre de la reina y donde nació la hermana de Isabel, la princesa Margarita. Fue allí donde William Shakespeare se inspiró para escribir “Macbeth”. El joven heredó una parte de la propiedad de 40 millones de libras de su padre.
Este hecho se suma al escándalo que enfrenta la Reina Isabel II: su hijo, el príncipe Andrés, está todavía a la espera de saber si tendrá que rendir explicaciones a la Justicia de los Estados Unidos en el caso Epstein. Hace meses que desde el Palacio de Buckingham se decidió apartar de cualquier actividad al hijo preferido de la reina. Ha desaparecido completamente de la vida oficial.
La detención de la mano derecha de Epstein, Ghislaine Maxwell, abrió una nueva vía de cara a las investigaciones del FBI. Está previsto que el próximo mes de junio se celebre su juicio. Las autoridades han asegurado en varias ocasiones que han tratado de ponerse en contacto con el equipo legal del príncipe Andrés, pero él se niega a cooperar, pese a decir lo contrario a los medios de comunicación.