REALEZA
"Me mintieron": hermano de la princesa Diana
El conde Charles Spencer dice que le dieron información falsa acerca del deseo de los jóvenes hijos de la princesa, William y Harry, de caminar detrás del féretro de su madre en el entierro.
El hermano de la princesa Diana, el conde Charles Spencer, dice que le mintieron con respecto al deseo de los jóvenes hijos de la princesa, William y Harry, de caminar detrás del féretro de su madre en el entierro.
Diana de Gales, murió en un trágico accidente automovilístico en París, en 1997, junto con su novio "Dodi" Al Fayed, cuando eran asediados por periodistas en una persecución a alta velocidad por las calles parisinas.
La muerte de Diana -cuya vida desde su compromiso, matrimonio y divorcio del príncipe Carlos fue objeto del implacable escrutinio de la prensa británica e internacional- conmovió a Reino Unido y el mundo.
Su funeral fue un evento público que se trasmitió globalmente por televisión. Tal vez la imagen más indeleble es la de los adolescentes y cabizbajos príncipes William y Harry, siguiendo a pie el féretro de Diana.
Su hermano, el conde Charles Spencer, declaró que pedirle a los príncipes caminar detrás del cuerpo de su madre fue "algo grotesco y cruel" y que la procesión fúnebre fue "la media hora más horrorosa de mi vida".
En conversación con el programa de radio Today de la BBC dijo: "Me mintieron y me dijeron que ellos querían hacerlo, algo que naturalmente no fue así".
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El conde habló en anticipación del 20 aniversario de la muerte de Diana, el 31 de agosto.
"Fue de lejos la peor parte del día, caminar detrás del cuerpo de mi hermana con dos niños que obviamente estaban extremadamente acongojados por su madre", expresó.
"Se trató de una circunstancia muy rara donde nos dijeron que sólo miráramos hacia el frente".
"Pero la sensación, la inmensa oleada de dolor que se estrellaba contra ti cuando penetrabas este tipo de túnel de profundas emociones, fue realmente desgarradora y es algo que todavía me produce pesadillas".
Sollozos, gritos y lamento
La muerte de Diana conmocionó al mundo y a la sociedad británica en particular, que se abarrotó en sus decenas de miles para dejar mensajes de condolencia, regalos y flores frente al palacio de Buckingham.
El público y los medios reaccionaron enardecidos con el silencio de la familia real ante la tragedia y las palabras televisadas de la reina Isabel II, poco después, fueron criticadas por su distanciamiento emocional.
El entonces primer ministro, Tony Blair, declaró ante el Parlamento que Diana era "la princesa del pueblo" y, a partir de ahí, los bandos estaban claramente divididos entre los que apoyaban la familia real y quiénes estaban con la memoria de Diana.
Durante el muy público funeral, quedó claro que Charles Spencer estaría encargado de proyectar la presencia de su hermana.
El conde resaltó que él fue un "aguerrido defensor" de que William y Harry no tuvieran que caminar detrás del cuerpo de su madre y que la princesa Diana no hubiera querido que lo hicieran.
"Al fin de cuentas me mintieron y me dijeron que ellos lo querían hacer, lo que no fue cierto, pero no me di cuenta de eso".
El príncipe Harry, que tenía 12 años cuando su madre murió, habló con anterioridad sobre la caminata en la la procesión funeraria diciendo que ningún niño "debería ser obligado a hacer eso".
El "mensaje" de la elegía
Como el familiar adulto más cercano a Diana, recayó sobre el conde Charles Spencer dar las importantes palabras en su memoria, una elegía, durante el funeral.
Dada la palpable animosidad de mucho del público por la fría y estoica postura de la familia real, era de esperarse que sus miembros no estarían participando en ese sentido.
El conde confesó a la BBC que, al principio tuvo dificultades tratando de poner sus ideas en orden, con varios intentos abortados.
Finalmente, tras una noche de insomnio, contó que escribió en hora y media la elegía en su estudio, un lugar que la princesa Diana adoraba, concentrándose en cómo hablar por "mi hermana que ya no estaba allí".
Hubo mucha especulación en los medios sobre el contenido de su discurso y cuáles eran los mensajes directos o indirectos que envió.
La promesa que hizo en el funeral en 1997, que William y Harry estarían protegidos por la "familia consanguínea" ha sido interpretada como un ataque contra la familia real.
Pero el conde dijo creer que la princesa Diana estaría orgullosa de sus palabras, que repitió frente a su cuerpo unos días antes de que fuera enterrada.
Reflexionando sobre la elegía, comentó: "No me parece que dije muchas cosas polémicas. Creo que cada palabra que dije fue la verdad y era importante para mí ser honesto".
"No buscaba lanzarle dardos a nadie, estaba tratando de celebrar a Diana y si, al hacerlo, dejé mal plantada a la prensa en particular pues, se lo merecían".
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Paparazis y tabloides
Diana de Gales fue una de las mujeres más fotografiadas del mundo. Era perseguida implacablemente por los paparazis. Su vida pública y privada alimentaba los insaciables tabloides, interesados en conocer todos los detalles de su vida amorosa desde su divorcio del príncipe Carlos.
Hay quienes no dejan de responsabilizar a la prensa de los malestares emocionales de la princesa y de provocar el accidente que le costó la vida.
En su elegía, Spencer abordó los desórdenes alimenticios de Diana y también atacó el impacto que tuvieron los paparazis sobre la vida de la princesa.
"En sus años finales, Diana quedó muy deprimida por elementos de los paparazis y los tabloides", afirmó.
"Recuerdo que me habló sobre un hombre que juró asediarla hasta el día de su muerte y que se orinaría sobre su tumba".
"De manera que ella estaba lidiando con un lado muy oscuro de los medios y, aun durante su funeral, me pareció apropiado abordarlo".
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La princesa Diana está enterrada en los predios de la hacienda Althorp, en Northamptonshire, su hogar de niña, después de que el conde cambió los planes que contemplaban su descanso final en el mausoleo de la familia en la iglesia local.
Explicó que le parecía "natural" enterrarla en su hogar familiar porque "quería que estuviera segura".
"Había tanta emoción desenfrenada que estaba muy preocupado de dónde la podía enterrar para que estuviera segura".
Sus precauciones parecen haber estado justificadas pues el conde también reveló que ha habido cuatro intentos de entrar a la fuerza en la casa de la familia donde Diana está enterrada.