REALEZA

Señales de reconciliación: príncipes William y Harry están hablando de nuevo

Los dos hermanos, que estaban en medio de una agria pelea, se habrían acercado gracias a las videollamadas desde que el príncipe Carlos dio positivo en covid-19.

18 de mayo de 2020
Los dos príncipes, hijos de Lady Di, solían ser inseparables hasta que se pelearon el año pasado. | Foto: GETTY IMAGES

Al parecer, el coronavirus ha servido para que los príncipes William y Harry limen asperezas luego de varios meses de distanciamientos familiares. O eso, por lo menos, es lo que dicen expertos en la realeza y personas cercanas a la familia real: que desde que el príncipe Carlos dio positivo por covid-19 (del cual ya se recuperó), ambos hermanos han estado hablando a través de videollamadas y están más cerca que antes. Incluso sus esposas, Meghan Markle y Kate Middleton, quienes no se llevan bien, estarían participando de las conversaciones. 

Lo cierto es que el último episodio en el que aparecieron juntos, durante un servicio religioso en Londres, dejó mucho que desear: las dos parejas, sentadas a unos centímetros la una de la otra, solo se dirigieron la palabra brevemente para un frío saludo a distancia y ni siquiera se voltearon a mirar durante el resto de la ceremonia. La situación, aparentemente, iba peor desde que Meghan y Harry decidieron dejar Canadá, que hace parte de la Commonwealth británica, para irse a Los Ángeles, donde vive la familia de ella.

Pero todo indica que a pesar de eso, las cosas están mejorando. Todo indica que ambos volvieron a hablar, a través de una videollamada, cuando su padre, el príncipe Carlos, terminó enfermo de coronavirus, y desde entonces han seguido en contacto:  “Claramente ha habido algunas disputas bastante importantes que han contaminado su relación, pero la situación ha mejorado y sé que están en contacto por teléfono”, explicó Katie Nicholl, periodista británica experta en realeza y corresponsal de Entertainment Tonight. 

Al parecer ambos hicieron parte de una reunión a través de videollamada para celebrar el cumpleaños de la Reina Isabel, quien está encerrada en el castillo de Windsor, y luego hicieron otra para celebrar el primer año de Archie Harrison, el hijo de Meghan y Harry. Nicholl dice que todo fluyó porque Harry estaba pasando por un periodo de nostalgia, pues su llegada a Los Ángeles no ha sido tan fácil y extraña a su familia y su vida en el Reino Unido. 

Las dos parejas reales mostraron distanciamiento en algunos eventos recientes de la realeza.

Este es el primer paso de la pareja para acercarse luego de varios meses de distanciamiento que comenzaron con la llegada de Meghan a la familia real. Al parecer ella no se llevó muy bien con William y Kate, y su estilo de trabajo exigente y mandón cansó a parte del equipo de trabajo de los príncipes.

Hasta ese momento, Harry había vivido en el palacio de Kensington, junto a su hermano William sin problemas, pero los roces se volvieron frecuentes, por lo que unos meses después decidió irse con Meghan para otra casa, cerca del castillo de Windsor. 

Mientras tanto, la prensa comenzó a criticar el estilo de vida de Harry y su nueva esposa, que comenzaron a gastar mucha plata de los contribuyentes en los arreglos a su nueva casa, pero que al mismo tiempo evitaban que la prensa siguiera los detalles de su vida en pareja y el nacimiento o el bautizo de su pequeño hijo Archie, una tradición que hasta entonces se había respetado en la familia. 

La gota que rebosó la copa fue la sorpresiva decisión de Harry y Meghan de renunciar a la realeza. Al parecer William (y hasta el propio príncipe Carlos) se enteró apenas unas horas antes de que la pareja comunicara su decisión al mundo y lo consideró un acto desleal de su hermano, pensado para perjudicar a la familia. 

La intención de acercarse, sin embargo, podría no ser el final de los problemas entre ambos hermanos: el 11 de agosto se lanzará un libro en el que los amigos de Meghan y Harry dan su versión de la salida de los duques de Sussex (como se les conoce por sus títulos) de la familia real. Al parecer la pareja colaboró con los autores del libro y allí habrán dardos contra la prensa británica, William, Kate, el príncipe Carlos y el resto de la familia. Si esto llega a ser así, puede que los acercamientos naufraguen nuevamente.