¿Qué tan incendiarias serán las memorias del príncipe Harry?

Con Harry y su esposa Meghan nunca se sabe, se dice en los mentideros de la realeza, y vuelven a demostrarlo con el anuncio de un libro que no ha salido y ya es el centro de un gran alboroto. Se trata de las memorias del hijo menor de Lady Di, que prometen ser un tell-all book, como se les llama en inglés a los volúmenes muy reveladores. Nunca antes un miembro de la realeza inglesa se había atrevido a algo así, a excepción de Eduardo VIII cuando lanzó A King’s Story, en 1951, pero resultó moderado. En cambio, expertos en monarquía vaticinan que las repercusiones del texto del duque de Sussex serán devastadoras.

Desde que se retiraron como miembros activos de la casa real (lo que se conoce como el megxit), en 2020, los Sussex se han dedicado a dar incendiarias declaraciones. En marzo pasado, para comenzar, tuvieron su ya histórica entrevista con Oprah Winfrey, ante 100 millones de espectadores. Entre otras bombas, hablaron de racismo en la familia real y de la indolencia de esta ante los problemas emocionales de Meghan, que la llevaron a contemplar el suicidio.

Luego, en conversaciones con James Corden y la propia Winfrey, en el programa The Me You Can’t See que realizaron juntos, Harry siguió hablando en contra del clan, en especial de su padre, el príncipe Carlos, heredero al trono. Lo culpó, para la muestra, de no liberarlo del “dolor genético” que aqueja a su estirpe.

Ahora, nadie duda de que el libro contendrá más asombro a manos llenas. “Él va a golpear otra vez”, consideró Angela Levin, biógrafa del duque. Personas del entorno de la realeza cuentan que la futura publicación suscitó impacto y furia en palacio, entre otras cosas porque Harry solo les informó sobre ello a la reina Isabel y a Carlos minutos antes del anuncio. “La agitación emocional por tener que aguardar un año por la publicación va a ser tortuosa”, le explicó uno de ellos al Daily Mail, pues se prevé que el libro salga a finales de 2022.

Carlos no espera otra cosa que una nueva azotaina verbal de su hijo, y ya le advirtieron que puede estar seguro de eso, si se tiene en cuenta que J. R. Moehringer, el ghostwriter (escritor fantasma) con quien Harry está trabajando el texto desde hace un año, es muy dado al tema del padre ausente y deficiente. Este periodista no salió de la nada: es ganador del Pulitzer; escribió Open, la autobiografía de Andre Agassi; y su vida está siendo llevada al cine por George Clooney, actor que se lo habría presentado a Harry.

Otra cosa que le preocupa a Carlos es lo que su hijo exprese sobre su esposa, Camilla, duquesa de Cornualles. Harry nunca se ha llevado bien con la mujer a la que le achaca la infelicidad de su madre. Ahora que la pareja empieza a deshacerse de la mancha del trío amoroso que protagonizó con Diana hace tres décadas, el temor es que si el duque revive esa perversa historia se arruine la posibilidad de que Camilla sea coronada reina cuando Carlos suba al trono.

Aun así, nadie descarta que padre e hijo se reconcilien algún día, en tanto que es muy extendida la cábala de que este paso de Harry matará cualquier probabilidad de arreglo con su hermano William, segundo en la línea de sucesión.

Las cosas entre ellos se deterioraron porque este último no aprueba a Meghan. Antes del megxit, los hermanos tuvieron varias rudas peleas por eso. Cansado ante las quejas de bullying al personal por parte de su cuñada, William pidió que no trabajaran más juntos en las causas benéficas.

Hace poco, los príncipes se vieron en el destape de la estatua de su madre por sus 60 años, pero eso no los movió a la concordia. Para William, lo que Harry hace es “vergonzoso y de mal gusto”, mientras que a Meghan la llama “esa horrible mujer”.

En cuanto a la reina, Harry fue categórico en que no necesita pedirle permiso para publicar sus memorias, lo que agudizó las reacciones poco favorables hacia él por parte de la opinión y la prensa.

Con la ayuda de expertos, medios como el Daily Mail y el New York Post calcularon que Harry recibió un adelanto de 20 millones de dólares, considerado uno de los más altos de que se tenga noticia. La editorial afirmó que él donará lo obtenido con las ventas a la caridad, aunque persisten dudas sobre si eso incluye ese pago inicial. En fin, la crítica es que el príncipe hace esto por plata y, por ende, incumple la promesa que le hizo a su abuela, la reina, de no lucrarse de su linaje.

El periodista Piers Morgan, acérrimo enemigo de Harry y Meghan, le pidió a Isabel que los despoje del título de duques de Sussex y, como algunos de sus colegas, puso en tela de juicio la credibilidad de la pareja. Ello porque fueron pillados en algunas imprecisiones e inconsistencias en su charla con Oprah y por su frecuente desfase entre lo que predican y lo que aplican.

Por ejemplo, piden respeto por su privacidad, pero se la pasan publicando sus intimidades, recuerdan algunos cronistas. Harry afirma que no se acuerda mucho de su infancia y de su madre, aunque ahora sale con que hará una completa remembranza, señalaron otros críticos.

Como quiera que sea, fuentes cercanas a palacio consideran que estas memorias no serán firmadas por un biógrafo, como sucedió con los libros que Andrew Morton y Jonathan Dimbleby escribieron sobre Diana y Carlos, respectivamente. “Así, Harry va a tener que asumir las consecuencias de cada palabra que diga para siempre. No habrá lugar a retractaciones. En términos de la monarquía, eso va a tener un gran impacto”, conceptuó Dan Wooton, columnista del Mail.

A propósito, lo que más le molesta al staff real, agregó el diario, es que “Harry y Meghan saben que, digan lo que digan, cierto o falso, Carlos y William no van a poder confirmarlo o desmentirlo”.

La expectativa por lo que destape el libro es tan honda que la prensa hizo la lista de “lo que usted siempre quiso saber de Harry y le gustaría encontrar en sus memorias”. Entre los aspectos más deseados están su célebre disfraz de nazi en 2005, la verdadera actitud de la familia real ante la muerte de Diana, sus relaciones con la reina y Camilla, y la pelea con William.

En la corte también desaprueban las remembranzas porque se cree les quitarán brillo a una coincidencia de aniversarios que estaban llamados a repotenciar la imagen de la monarquía en 2022: los 70 años del reinado de Isabel, los 40 de William y los 25 de la muerte de Diana.

Sin embargo, no falta quien le reconozca un gol a Harry. Para Wootton, tras este acuerdo y sus contratos con Netflix y Spotify, entre otras jugadas, el príncipe ha demostrado, más allá de toda duda, que es capaz de ser autosuficiente financieramente, uno de los objetivos que él y su esposa se trazaron cuando escandalizaron con el megxit.