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¿Quién es el miembro racista de la familia real?
Para muchos expertos, lo más importante de la entrevista fue lo que no se reveló: el personaje de la familia de Harry que preguntó sobre el color de la piel de sus futuros hijos.
Lo mejor de las entrevistas reales son los silencios, las pausas y las verdades que se callan. Ha sucedido ya en el pasado. En el encuentro del príncipe Carlos con Jonathan Dimbleby en 1994, cuando confesó su adulterio después de que su matrimonio estuviera en las rocas, el heredero al trono calló el nombre de su amante.
Luego cuando la princesa Diana habló con Martin Bashir en represalia por esa entrevista sugirió que la corona sentía que el príncipe Carlos no debería ser rey, pero nunca dijo quién pensaba eso. Más recientemente, cuando el príncipe Andrew habló con Emily Maitlis, dijo que no recordaba haberse acostado con una niña menor de edad, pero no explicó muy bien por qué estaba tan seguro de eso.
Esas omisiones siguen pasando hoy. Ayer en la entrevista de los duques de Sussex con Oprah, un detalle quedó rondando en la mente de todos. Y según el tabloide The Mirror, ese pequeño detalle es la bomba que podría acabar con la monarquía británica.
Anoche, tanto ella como Harry se negaron a revelar quién de todos los posibles sospechosos habría querido saber qué tan morenito sería su futuro bebé. Al parecer un tema que ellos nunca habían tenido en cuenta pero que tal vez a ese miembro de la realeza (o a varios) les inquietaba tanto como para vociferarlo en una reunión privada. Posiblemente a este personaje también le preocupaban el afro del pelo de Meghan, y que su madre tuviera rastas y llevara un arete en su nariz.
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La verdad sea dicha, cualquiera que ha vivido en un palacio toda su vida podría haber pensado eso. Pero lo cierto es que esa persona no vio el hecho de que una persona birracial entrara a ser parte de la realeza como una ventaja para modernizar a la monarquía. Quien quiera que lo hizo usó esta información contra ellos, y a la larga, como se ha podido ver hoy, para dejar mal parada a la monarquía. Como dice el propio tabloide The Mirror, “resulta una sorpresa que alguien cercano a Harry y Meghan hubiera pensado que a ellos no les importaría que los trataran así. Quien lo hizo es bastante estúpido y se siente más poderoso que ellos”.
El diario tampoco cree que fuera un ‘courtier’ del palacio de Buckingham el que hiciera esas preguntas tan racistas, que según los duques de Sussex no solo se airearon una vez sino de manera repetida mientras ella estaba embarazada y se estaban adelantando las discusiones sobre los derechos futuros de Archie frente a su seguridad y a los títulos que recibiría por ser el primogénito del hermano del futuro rey.
Ninguno de los miembros del personal del palacio, según los expertos en el tema, hablaría así de un miembro sénior de la realeza sin ser invitado a opinar, a no ser que uno de ellos lo hubiese llamado a hacerlo.
Por las palaras de Meghan se da por hecho que fue alguien importante, pues como ella lo dijo a Oprah, revelar su identidad sería “muy perjudicial para ellos”. Y hay pocos miembros de la realeza a los que podrían dañar ese tipo de declaraciones.
El príncipe Felipe, quien hoy está recuperándose de una cirugía del corazón sería el más apto candidato pues en su historial tiene una larga lista de declaraciones racistas y comentarios fuera de tono. Pero hay que descartarlo porque Harry le confesó a Oprah “off the record” que no fueron sus abuelos los que hicieron esas preguntas. Es decir, la reina Isabel y el duque Felipe de Edimburgo se salvaron.
También podría ser el príncipe Andrew, quien hoy tiene pendiente una rendición de cuentas ante el FBI por el tráfico sexual de niños por su amistad con el difunto Jeffrey Epstein. Pero precisamente por eso no sería tan bobo de involucrarse en otro escándalo al hacer un comentario de tal magnitud.
También hay que tachar de la lista a la princesa Ana, la tía de Harry, porque trabaja para Save the Children, y porque además es uno de los miembros de la realeza más ecuánimes. Por esto, nadie cree que haya podido hacer la misma pregunta tantas veces.
Así las cosas, se sospecha de un alto miembro, uno muy cercano a la corona, “probablemente más poderoso que Harry. Alguien preocupado en temas tan minuciosos como quién recibe protección de la Policía y el costo que eso implica para la familia real, alguien que cree que su posición se vería debilitada de alguna manera si el nuevo príncipe se ve un poco morenito”, dice The Mirror.
Las únicas posibilidades son el hermano de Harry, William, o su padre, el príncipe Carlos o alguna de sus esposas, Kate o Camilla. Estas dos últimas no tienen fama de explotar su poder en este tipo de asuntos, por lo que la lista se cierra a solo dos nombres: Carlos y William. Ambos criados para ser monarcas. Ambos saben que todos los demás en algún momento serán sus súbditos.
¿Será Carlos? ¿Será William? Por ahora ese secreto quedara así. Pero para quienes les gusta descifrar misterios hay una pista que dejó Meghan y que el tabloide recoge: el hecho de que la exactriz hablara muy bien de la reina y perdonara a Kate por haberle pedido disculpas, pero que no mencionara para nada a William en las dos horas que duró el especial. ¿Sería William, el segundo en la línea al trono?