ELECCIONES
¿Quién es Hunter, el hijo de Joe Biden al que Trump acusó de drogadicto?
Por su comportamiento y sus escándalos, Hunter Biden se ha convertido en un personaje más de la campaña presidencial en Estados Unidos.
Casi todos los políticos tienen un punto débil en su familia: algún personaje (muchas veces cercano) que ha sido imprudente, ha tenido problemas con las autoridades o ha dado de qué hablar por las razones equivocadas. Ese tipo de personajes suelen salir a relucir durante las campañas electorales, en boca de los rivales del político en cuestión. Eso fue lo que le pasó a Joe Biden el martes pasado durante el debate presidencial, cuando Donald Trump sacó la historia de su hijo Hunter.
Sucedió cuando el vicepresidente de Obama hablaba del papel en el Ejército de su otro hijo, Beau, ya fallecido. Trump lo interrumpió a mitad de su historia, como hizo durante toda la noche, y soltó su golpe certero: “¿Te refieres a Hunter? No sé quién es Beau, sé quién es Hunter. Hunter, al que expulsaron del ejército. Lo echaron, fue expulsado con deshonra por darle a la cocaína. Y estuvo desempleado hasta que llegaste a la vicepresidencia”.
Aunque, como está acostumbrado a hacer, Trump mezcló verdades con mentiras en su ataque, la historia de Hunter Biden sí tiene muchos ingredientes que lo convierten en el punto débil de su papá: ha sido adicto al alcohol y a la cocaína, se divorció de su primera mujer luego de serle infiel con la viuda de su hermano y resultó teniendo un hijo con una joven striper.
Lo cierto es que Hunter es el segundo hijo de Biden con su primera esposa, Neilia. Además de él y de Beau, la pareja tuvo a una pequeña, Amy. Sin embargo en 1972 Biden vivió una tragedia difícil de olvidar: en un accidente automovilístico murieron Neilia y Amy, quien solo tenía un año. Los dos varones sobrevivieron, pero quedaron heridos. Desde ese momento, el hoy candidato tuvo que cuidar de ellos. No lo hizo solo, porque cinco años después se casó con Jill Tracey Jacobs, con quien tuvo a Ashley, su cuarta hija.
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Esa tragedia marcó para siempre a Hunter, quien creció aficionado al alcohol. Un problema que se agudizó durante la universidad y que se convirtió en una fuerte adicción cuando ya estaba trabajando. Su primera esposa Kathleen, con quien se casó en 1993, cuando él tenía 23 años y ella 24, tuvo que aguantar sus pérdidas durante la noche, sus peleas en los bares y sus primeros intentos con la droga, como el crack y la cocaína.
De esa época viene la acusación de Trump, que es bastante exagerada. A Hunter no lo echaron del Ejército, sino de la Reserva de la Marina, un cuerpo que a diferencia del otro, no es activo. De hecho, solo alcanzó a pertenecer a esa reserva un mes. Fue en 2013, cuando su papá ya era vicepresidente, y sucedió porque unas semanas después de alistarse como posible oficial en la reserva, el test de drogas dio positivo por cocaína. Además no fue expulsado con deshonra, sino bajo la vía administrativa.
Trump tampoco dijo la verdad cuando explicó que Hunter había estado desempleado hasta que Biden llegó a la vicepresidencia. De hecho, Hunter trabajó con la administración de un republicano: George W. Bush, manejando la red de trenes interurbanos, conocida como Amtrak. Sin embargo, renunció cuando su papá se convirtió en el candidato vicepresidencial de Obama, en la carrera por reemplazar a Bush.
Las adicciones de Hunter empeoraron en 2015, cuando su hermano Beau murió por un cáncer de cerebro. La cosa se descontroló tanto que un año después su esposa, Kathleen, le pidió el divorcio porque no aguantaba más. Sobre todo porque además de todo lo relacionado con la drogadicción, por la cual Hunter se había gastado todos los ahorros familiares, ella había descubierto que él frecuentaba a las prostitutas y tenía un romance con Hallie, la viuda de su hermano. Como si fuera poco, su nombre había aparecido en las filtraciones de Ashley Madison, una página en la que la gente casada entraba para buscar alguna aventura.
Por esa misma época una mujer de Arkansas, a la que supuestamente conoció en un club de striptease, le puso una demanda por paternidad de un niño. A Hunter le tocó llegar a un acuerdo: él no reconocía la paternidad, pero el juzgado sí lo hacía y él se comprometía a pagar una mensualidad.
Desde entonces, Hunter ha trabajado para rehabilitarse y las cosas le vienen saliendo más o menos bien. De hecho montó una empresa en Ucrania, que se convirtió en noticia mundial el año pasado porque Trump se obsesionó con que con esa compañía él y su padre habían hecho algún tipo de maniobra ilegal en ese país y con Rusia.
El asunto escaló cuando se filtró a la prensa una llamada en la que Trump presionaba al presidente ucraniano para que trabajara con su abogado personal (Rudolph Giulliani) y le abriera una investigación a la empresa de Hunter. A cambio, amenazó con parar un paquete de ayudas. Esa maniobra, claramente ilegal, le representó al presidente un proceso de impeachment que no prosperó en el congreso de los Estados Unidos, pero que le significó un mal trago a Trump.
Tal vez fue por eso, y con la espinita aún clavada en el corazón, fue que sacó a relucir los problemas de Hunter con la drogadicción durante el debate.