Gente
Reconocidos influenciadores denuncian ser estafados por un hombre, ¿qué fue lo que pasó?
Diego Santos, Maurizio Mancini y el mánager Camilo Angulo son algunas de las víctimas.
Las redes sociales se convirtieron en una gran oportunidad de negocio y donde hay dinero, hay personas inescrupulosas que quieren sacar fruto del trabajo ajeno. SEMANA habló con influenciadores que tienen en sus cuentas de Twitter, Instagram y otras plataformas, más de 60.000 seguidores. Además de su talento para entender las dinámicas económicas que traen las nuevas tecnologías y de la aceptación de la comunidad en general, que consume y comparte sus contenidos, tienen algo en común: denuncian haber conocido a Guillermo García y haber sido estafados por él.
Guillo, como se presenta en redes sociales, es un hombre que contacta a influenciadores exitosos y les dice que su negocio es ser intermediario entre ellos y grandes empresas que requieren promocionar sus productos, como supermercados de cadena, empresas de bebidas, de artículos deportivos, alimentos, hoteles, ropa, cursos académicos, entre otros. Diego Santos, Maurizio Mancini y el mánager Camilo Angulo, quienes aseguran ser sus víctimas, manifestaron a SEMANA que el contacto con las compañías en realidad existe, lo que genera credibilidad en la propuesta.
Pero finalmente, García lo que hace es quedarse con el dinero que paga la empresa por el trabajo de los talentos. En el caso de Diego Santos, consultor, conferencista y emprendedor digital, el hombre lo contactó durante el primer trimestre del año y le comentó que la plataforma de NextU, que trabaja con Open English, requería de sus servicios. La propuesta estaba basada en que una vez Santos conociera el servicio que prestaba la compañía y si le gustaba y le parecía útil para sus seguidores, entonces hiciera tres videos hablando de esto. Las tres historias que publicaría en sus redes sociales podían ser de segundos.
A Santos le quedaron algunas dudas, así que pidió sentarse con directivos de la compañía, que le confirmaron la apuesta publicitaria que estaban haciendo, lo que le generó aún más confianza. Pues de García solo conocía que desde 2019 lo seguía en sus redes y que habían cruzado algún comentario relacionado con las publicaciones.
Lo más leído
El verdadero problema empezó cuando llegó la fecha del pago por su servicio, pasaron los meses entre evasivas y no respuestas del teléfono, se supone que de la campaña publicitaria, García se quedaría con un porcentaje y al influenciador le corresponderían algo más de cuatro millones de pesos, dinero que se quedó esperando. La sorpresa fue mayo cuando la compañía le confirmó a Santos que el dinero ya había sido girado a la cuenta bancaria de Guillermo García.
Era evidente que el intermediario no tenía intención de pagarle, así que decidió denunciar en redes sociales y columnas de opinión lo sucedido; en ese momento, notaron que tan solo era la punta del iceberg. Cuándo García lo contactó, ya Camilo Angulo, manager de talentos, estaba en un pleito por más de diez millones de pesos con Guillermo García, porque tampoco le había pagado el dinero por un contrato que firmó con su puño y letra, pero que a la hora de pagar, engañaba no solo a él, sino a la empresa que contrató sus servicio y de la que prefiere mantener su nombre en el anonimato para no causar impactos comerciales.
El pago tenía que ingresar en enero, pero, en lugar de recibir la plata, recibía excusas y mientras tanto a la empresa que requería otro video del influenciador, le decía que este no podía hacerlo porque estaba fuera del país, sin ser esto real. Pese a que tenía un contrato firmado, no lo tenía amparado con una póliza de incumplimiento y es que pareciera que parte del modus operandi de García es garantizar que los montos que deja de pagar son menores a 40 millones de pesos, porque sabe que así no será obligado a pagar pólizas y que, a la vez, a sus víctimas les da pereza denunciar, pues conocen el desgaste del sistema penal y la poca efectividad de recuperar el dinero en delitos querellables y de menor cuantía, que terminan en una conciliación, la mayoría de veces infructuosa.
De hecho, Maurizio Macini asegura que él solo se dio cuenta de que García le había incumplido con el pago de unas historias, hasta que empezó a ser un escándalo, porque, en su caso, el pago de cinco millones de pesos estaba programado a 90 días y su equipo de trabajo no le hizo seguimiento respectivo, pues en esos días -finales de 2021-, entraron dineros de otras campañas más grandes e hizo que pasara desapercibido el hecho, razón por la cuál no denunció ante la Fiscalía.
Aunque en las redes sociales se conocieron múltiples quejas de personas que se sintieron engañadas por Guillermo García, algunos porque hicieron trabajos personales para él que no pagó, como diseñadores que fabricaron prendas para fechas especiales y eventos públicos a los que él asistió, otros por préstamo de dinero que nunca devolvió, modelos a las que también les incumplió en el pago de sus campañas, solo se conocen dos denuncias por estafa ante la Fiscalía General de la Nación, una de ellas de la reconocida presentadora Cristina Hurtado.
SEMANA intentó comunicarse en múltiples oportunidades al teléfono del hombre señalado de presuntamente engañar a estos influenciadores, para conocer su versión de los hechos, pero no fue posible hacer contacto. Al parecer, hace menos de un mes empezó a hacer trámites para abrir otra empresa a su nombre, pues está haciendo la documentación correspondiente ante la Cámara de Comercio.