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El príncipe Harry y el Príncipe Felipe durante un homenaje a las personas sirvieron a las fuerzas armadas británicas desde la Primera Guerra Mundial.
El príncipe Harry y el Príncipe Felipe durante un homenaje a las personas sirvieron a las fuerzas armadas británicas desde la Primera Guerra Mundial. | Foto: AP

Realeza

Reina prohíbe los uniformes militares para no humillar a su hijo Andrés y su nieto Harry

Ninguno de los miembros de la familia real usará uniforme en el funeral del príncipe Felipe. Está es la razón por la que se toma la decisión.

15 de abril de 2021

En una movida atípica y alejada de la tradición y el protocolo, la familia real británica se presentará este sábado como un frente unido con trajes austeros, abrigos oscuros, corbatas negras y vestidos sencillos, durante las honras fúnebres del consorte de la reina.

Aunque se cree que no serán tan fastuosas como otras que ha registrado la historia de la Corona, se espera que sean lo suficientemente especiales para rendir el merecido homenaje al duque de Edimburgo.

Esto ha causado estupor en la opinión pública en Reino Unido, pues se trata de un hecho sin precedentes que rompe la tradición. Sin embargo, la decisión la habría tomado la propia reina Isabel II para evitar más controversias sobre su hijo Andrés y su nieto Harry.

Al parecer todo comenzó con el deseo del príncipe Harry de usar su uniforme de gala militar, el mismo que vistió el día de su boda con Meghan Markle, para dar el último adiós a su abuelo. A raíz de esto, las personas encargadas del protocolo del palacio cayeron en cuenta de que Harry no podría usar el atuendo, pues con su renuncia a sus títulos reales, renunció también a sus credenciales militares.

La etiqueta dicta que a diferencia de él y su particular situación, su hermano el príncipe William, su padre el príncipe Carlos y sus tíos Eduardo de Wessex y la princesa Ana, sí habrían podido enfundarse en sus uniformes militares y sus títulos honorarios con toda la parafernalia. Así las cosas, Harry solo podría lucir las medallas que le fueron otorgadas durante el cumplimiento de sus funciones en el Regimiento de Caballería Doméstica, en la que llegó a ser capitán.

Pero Harry no es el único que puso en aprietos la solemnidad y la estética de los Windsor. Su otro tío, el príncipe Andrés, ha representado todo un reto para el séquito encargado de manejar la imagen de la Corona.

Hace pocos días, Andrés de York encargó un nuevo uniforme para usarlo en el entierro de su padre, presuntamente sin siquiera consultarlo. Sin embargo, él también está impedido para lucir este tipo de atuendos.

Aunque no ha sido despojado de sus títulos militares como vicealmirante de la Royal Navy, su situación no está clara desde 2019, cuando se retiró de sus deberes reales por su vínculo con el escándalo por pedofilia del magnate neoyorquino Jeffrey Epstein. De hecho, el año pasado él mismo renunció a convertirse en vicealmirante para continuar enfocado en su misión de limpiar su imagen.

Así las cosas, impedirle tanto a Harry como a Andrés vestir sus uniformes militares habría sido una gran evidencia de que son los dos miembros reales con diferentes pero complicadas situaciones. Serían los únicos vestidos de civil durante el entierro.

Solo Felipe y ellos dos prestaron servicio militar. El duque Sussex por diez años en el Ejército y el duque York por más de 20 años en la Marina.

Para algunos especialistas en la monarquía británica, este gesto busca mostrar la unidad de los Windsor, incluso después de que el príncipe Harry y su esposa Meghan levantaran todo tipo de cuestionamientos sobre la familia con sus explosivas declaraciones en la entrevista que concedieron en Estados Unidos a la presentadora Oprah Winfrey.

Lo que de puertas para afuera puede funcionar, quizá también tenga la intención de calmar los ánimos de puertas para adentro. Por eso la reina habría aprobado excluir los uniformes de la ceremonia.

Harry parece estar en la misma tónica conciliadora. Con la firme intención de honrar a su abuelo, fuentes cercanas a él han asegurado a la prensa británica que a su llegada al país conversó con algunos miembros de la familia, como su hermano y sus primas Eugenia y Beatriz, para mostrar su intención apacible de despedir al príncipe Felipe sin causar inconvenientes.