| Foto: Revista Jet-set

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Kilos millonarios

La actriz Renée Zellweger tiene que engordar 18 kilos para una película. Si lo logra le pagarán 12 millones de dólares.

13 de octubre de 2003

Hace algUn tiempo la firma Weight Watchers le ofreció a Monica Lewinsky un millón de dólares para que adelgazara. La propuesta consistía en que la ex becaria de la Casa Blanca debía rebajar 15 kilos y además ganaría la misma suma por cada año que lograra mantenerse en el peso. El grupo de apoyo en la lucha contra la obesidad también le hizo el ofrecimiento a Sara Ferguson, ex esposa del príncipe Andrés de Inglaterra. A la primera le fue imposible cumplir el reto, incluso obtuvo el resultado contrario. En cambio la duquesa lo logró y se ha mantenido.

Ahora le acaban de ofrecer una suma astronómica a Renée Zellweger pero para que logre el efecto opuesto. Los estudios Miramax le pagarán 12 millones de dólares a la actriz norteamericana para que se convierta nuevamente en la regordeta protagonista de la película El diario de Bridget Jones. En 2001 esta cinta se convirtió en la Biblia de la mujer contemporánea por tocar temas como el desamor, la inseguridad y la vida laboral cuando se pasa de los 30 años y le dio a Renée el reconocimiento como actriz y una nominación a los premios Oscar.

Con la segunda parte, Bridget Jones al límite de la razón, espera superar no sólo el éxito sino el peso que obtuvo en la anterior. La actriz de 34 años y de 1,65 metros debe subir 18 kilos para pasar de la talla ocho a la 16 pues en los próximos días empezará el rodaje. Esto quiere decir que recibirá más de medio millón de dólares por kilo ganado. Para lograr este reto masivo Renée se radicó en Londres, donde desde hace tres meses se somete a una estricta dieta para perder la esbelta figura con la que deslumbró en Chicago. El menú consta de cuatro tostadas diarias bañadas en mantequilla derretida, yogur con alto contenido graso, otras cuatro tostadas, pero francesas, además de jugo de naranja, una malteada o gaseosa. Y esto es sólo parte del desayuno porque la dieta está conformada por 12 platos ricos en grasas. Ella ha tenido que cambiar los ocho vasos de agua diarios de los regímenes alimenticios normales por gaseosa no dietética.

Muy pocos actores han sacrificado su físico, e incluso su salud, con hábitos alimenticios tan extremos. Robert de Niro aumentó una gran cantidad de kilos para hacer de Jake la Motta en la película Toro Salvaje, de 1980. Sin embargo últimamente prefieren recurrir a trajes especiales y prótesis como Gwyneth Paltrow en Amor ciego y Eddie Murphy en El profesor chiflado.

La meta diaria de Renée es consumir 3.800 calorías, casi el doble de las recomendadas para una mujer de su edad, que son alrededor de 2.000. A esto se suman los 200 gramos de grasa que su organismo debe absorber diariamente cuando lo saludable es que no se superen los 70. El ejercicio está terminantemente prohibido, lo que ha significado el mayor sacrificio para la actriz, quien sagradamente iba todos los días al gimnasio.

El estudio ha puesto a su servicio un nutricionista para que revise el proceso, así como un chef y, lo más impresionante, una persona encargada exclusivamente de distraerla para que la comida no se convierta en una obsesión. Es por eso que asiste periódicamente a clases de acento, de actuación, a comprar ropa y a cine. "Estoy alimentándome de comida engordadora pero sana", asegura Renée. Sin embargo no todos los expertos consideran que la actriz no corre peligro: "Esta dieta incluye gran cantidad de grasas saturadas que aumentan el colesterol y se le pueden tapar las arterias", explicó al diario Telegraph de Londres la nutricionista Amanda Ursell.

Pero a pesar de las voces de alerta Renée no está dispuesta a perder sus millones. Tanto es así que ya ha ganado más de 12 kilos.