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Rosamund Pike, molesta por un retoque fotográfico a sus senos

La actriz hace señalamientos sobre lo problemático que resulta la alteración digital de su figura.

26 de febrero de 2021
Rosamund Pike
Rosamund Pike habla del abuso de los retoque fotográficos en Hollywood. (Seacia Pavao/Netflix via AP) | Foto: AP

La protagonista de Gone Girl reveló recientemente cómo sus pechos fueron aumentados mediante retoque digital en el afiche de la cinta de acción y comedia Johnny English Reborn, estrenada en 2011, en la que compartió créditos con Rowan Atkinson y Dominic West, entre otros.

“En el cartel del personaje se me ve un escote muy impresionante, que yo no tengo”, dijo con un toque de burla la rubia respecto a las imágenes en las que aparecía caracterizada como Kate Sumner, personaje que interpretó para la saga de Johnny English.

Esto ocurrió durante una entrevista que concedió la célebre Chica Bond al programa de televisión estadounidense The Kelly Clarkson Show para promocionar su más reciente película I Care a Lot. Allí, la actriz se refirió a esta y otras veces que su apariencia ha sido modificada y la inquietud que esto le ha generado sobre los rasgos físicos ideales que se esperan de ella o sus colegas.

En el programa, Pike relató cómo tras tomarse una foto cuando se encontraba en un avión, recibió la sugerencia de otro pasajero de retocar la selfie con FaceTune, la popular aplicación de edición fotográfica, que ella desconocía. El suceso la hizo meditar sobre lo que ella llamó “body-tuning”, para referirse a la continua necesidad de ajustes corporales con el fin de lograr retratos con una apariencia perfecta.

Pike, de 42 años y madre de dos niños, aseguró que las mujeres están “perdiendo el control sobre cómo nos vemos realmente”, tras normalizarse la práctica del retoque fotográfico, especialmente para piezas como los carteles de las películas y portadas de revistas.

Ya en el pasado ella había hecho alusión al tema sin explicar en cuál de sus trabajos cinematográficos había ocurrido el incidente al que dijo haberse opuesto rotundamente. “De alguna manera mejoraron mis senos”, expresó el año pasado al periódico The Sunday Times, sobre la batalla que ganó para que esas fotografías manipuladas no fueran usadas en el merchandising de la cinta.

Incluso hizo referencia a como para el material gráfico de otro de sus trabajos, Radiactive, película en la que interpretó a la científica Marie Curie, sus ojos de color azul, fueron trastocados para aparentar un tono café.

En 2019, cuando se estrenó ese film, se supo que hubo algunas discrepancias entre los ejecutivos del estudio por su interpretación de Curie, por no hacer que fuese un personaje más agradable. La actriz tampoco guardó silencio al respecto y protestó frente al tema: “Si fuera simpática, podría ser tu hermana, tu madre o tu esposa, pero no sería madame Curie, ¿verdad?”.

Con sus declaraciones, la londinense indicó que lo que parece ser algo habitual en el medio puede causar una lucha interior entre las mujeres del gremio por reconocerse a ellas mismas como realmente son. “Probablemente hay innumerables ocasiones en las que nuestra imagen es manipulada y no nos damos cuenta, porque creo que todos estamos perdiendo el control”, comentó.

La actriz, que busca siempre alejarse de papeles que no le signifiquen un reto, es reconocida por ser crítica frente a los estereotipos. En el pasado ha recibido títulos como “rubia de hielo” o “rosa inglesa” y, sin dudarlo, ha expresado su disgusto por sentirse cosificada por tales descripciones.

El discurso reflexivo de la actriz, que posee un título en literatura inglesa del Wadham College de la Universidad de Oxford, se suma a otros que en el pasado han dado celebridades de la talla de Lady Gaga, Keira Knightley y Kate Winslet por mencionar algunas.