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Sentido mensaje del refugio al que llegó nuevamente Katy, la perra de Javier Acosta: “Desde arriba verás jugar a tu negrita”
Javier Acosta murió al mediodía de este viernes 30 de agosto, luego que le practicaran la eutanasia.
Este viernes se llevó a cabo la eutanasia de Javier Acosta, el hincha de Millonarios que había solicitado dicha intervención debido a los fuertes dolores que estaba padeciendo por un hongo que adquirió y el cáncer de sangre que tenía.
Por lo tanto, en una de las sedes de Javesalud se cumplió la voluntad de Acosta, quien previendo su muerte llevó recientemente a su perra de nombre Katy hasta la fundación Adopta un Buen Amigo Chan, para que esta entrara a proceso de adopción.
Se trata de la misma fundación a la que Acosta se había acercado años atrás para adoptar precisamente a Katy, y que regresó al refugio siendo adulta.
Tras la muerte de Acosta, desde la fundación Adopta un Buen Amigo Chan difundieron a través de su cuenta en Instagram un sentido mensaje acompañado de dos imágenes en las que aparece él junto a Katy, cuando era una cachorrita.
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“Gracias, Javi, por todo, eres un valiente. Desde arriba sigue iluminando a las personas que te conocimos con tu sonrisa. Amigo, no es un hasta nunca, es un hasta luego. Abrazo hasta el cielo, desde arriba verás jugar a tu negrita creída. Te queremos muchooo, Mar y toda tu familia de Adopta un Buen Amigo Chan”, fue el sentido mensaje para Acosta desde la fundación.
Y es que este jueves, 29 de agosto, los internautas se conmovieron con otro mensaje de dicho refugio de animales, en el que Katy le agradecía a Acosta por todos los momentos compartidos con su “negrita creída”.
Este fue el mensaje de Katy a Javier Acosta, publicado también por la Fundación Adopta un Buen Amigo Chan:
“Papito @rolomillos_13, te escribe tu negrita creída, la luz de tus ojos y tu compañera fiel, Katy”.
“Hoy solo quiero agradecerte por haberme escogido como tu compañera de aventuras, ambos nos hicimos compañía y no sé si yo te salvé a ti o tú a mí. Compartimos tantos momentos, risas, sueños, paseos en carro, los partidos de fútbol que no nos perdíamos sentados en el sillón de la que fue nuestra casa.
También fui tu compañera de lucha, te acompañé en tus mejores, pero también en tus peores momentos, pero siempre tenías caricias para mí por más dolor que tu cuerpo tuviera”.
“Desafortunadamente hace unas semanas me explicaste lo que pasaba contigo… me hablaste para decirme que pronto ya no estarías para acompañarme al parque, nuestras tardes de fútbol se iban a acabar y tu mano, que me brindaba las mejores caricias, ya no iba a estar; me prometiste que me ibas a cuidar desde arriba… qué irónico, pues pensé que sería yo la primera en partir. Mientras llorabas, yo entendí todo a la perfección y supe que ibas a buscar para mí un lugar hermoso para que pudiera estar mientras encuentro un nuevo humano, ojalá tan especial y amoroso como lo eres tú. Por eso regresé al lugar donde me rescataron y cuidaron hasta el día que me conociste.
¡Javi, no te reprocho nada porque no tengo nada para hacerlo! Solo quiero agradecerte por darme los mejores años bajo el techo de nuestro hogar, por darme comida deliciosa, por las caricias suaves que me hacían dormir.
Te voy a extrañar mucho, pero prometo jamás olvidarte. Solo te pido que mandes unos ángeles para que pronto vuelva a estar en una familia rodeada de amor”.