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“Ser la buena de la historia es aburrido”: Carolina Gómez habla de su nuevo papel como villana
Fue reina y actriz sin proponérselo, pues su sueño era viajar por el mundo haciendo una carrera diplomática. Pero desde que debutó en 2003, Carolina Gómez se convirtió en una de las mejores actrices de la televisión colombiana. Aunque no le gusta hablar de héroes y villanos, una nueva novela la puso frente a un personaje bastante oscuro.
Ya han pasado 30 años desde que Carolina Gómez ganó el título de Señorita Colombia. Caleña de nacimiento, pero bogotana por adopción, para 1993 había debutado tímidamente como modelo y presentadora para el programa Hoy sábado, en el canal regional Telepacífico.
Pero el reinado nacional la ubicó pronto como una de las figuras más reconocidas del entretenimiento y, tras su paso como reina, incursionó en el modelaje en pasarelas de Miami e Italia. Además, fue presentadora en Stars, programa dedicado a entrevistar celebridades, y tiempo después reemplazó al asesinado cómico Jaime Garzón en el programa dominical Locos videos.
Pero su vida no volvió a ser la misma cuando, un año más tarde, en Filipinas, se convirtió en la primera de seis virreinas universales que hicieron ilusionar a los colombianos con la idea de repetir la hazaña de Luz Marina Zuluaga, en 1958, de convertirse en la mujer más bella del mundo.
A SEMANA le confiesa, sin embargo, que nunca soñó con convertirse en reina y después en actriz. De joven, se imaginaba la vida viajando por el mundo como diplomática. Pero en 2003 debutó en la actuación en la producción El auténtico Rodrigo Leal y se consagró en La viuda de la mafia.
Este miércoles, 1 de marzo, llegará a las pantallas de Caracol Televisión en la novela Ventino, en la que interpretará a una neurótica mánager de estrellas. De este papel y su carrera conversó con SEMANA.
SEMANA: Es la primera vez que veremos a Carolina Gómez como villana. ¿Se siente más cómoda siendo la buena de la historia?
Carolina Gómez: Realmente, no me gusta ese formato de la telenovela clásica, en el sentido de que todo es rotulado, con un estereotipo, donde están los malos y los buenos. Y los personajes buenos tienden a ser un poco blancos, sosos, sin matices. Los seres humanos no somos así. Me gustan los personajes que impliquen un reto, con complejidades emocionales y psicológicas que hacen mucho más grande el reto de interpretarlos.
SEMANA: Como Martina, su personaje en la novela Ventino.
CG: Martina es una especie de Mefistófeles, una rockstar en decadencia, como muy diabólica. Una mujer con una psicología muy difícil porque es una sociópata, que son seres creados por su entorno social. Entonces, no tiene empatía, no siente culpa, es manipuladora, pero supremamente inteligente y con una sensibilidad especial para percibir las debilidades en otros. Y eso hace que ella, al tener una obsesión por el control, logre poner esas debilidades de ellos a su favor. Es una mujer con poder y me gusta, porque, hasta donde sé, tiene un cargo que no existe en la industria de la música, donde históricamente ha sido manejado por hombres. Aunque existan cantantes mujeres, en la parte ejecutiva los hombres son los que han liderado.
SEMANA: Después de ser siempre la buena de la historia, ¿le agrada ser ahora la villana?
CG: Ser la buena de la historia a veces es aburrido. Hice un estudio de los sociópatas para interpretar a Martina y descubrí que son personas que muchas veces son carismáticas. Ella es la dueña de un sello disquero, es mánager, productora de los mejores artistas de Latinoamérica y está a punto de firmar a una artista, tipo Beyoncé y Rihanna, para pasar al mercado anglo, un logro inmenso para una mujer. Hasta ahí, todo normal. Pero resulta que ella viene de una familia adinerada y perdió a sus padres a los 19 años en una muerte trágica. Fue una niña que nunca recibió disciplina ni autoridad. Entonces, si uno mezcla esos ingredientes, tiene una complejidad humana muy rica de interpretar. El tipo de personajes que me gustan.
SEMANA: ¿Cómo fue trabajar con Ventino, justamente uno de los grupos de pop femenino más conocidos en Colombia?
CG: Nos sorprendieron mucho a todos porque fueron muy disciplinadas, rigurosas, curiosas del mundo de la actuación. Observaban del talento con más experiencia para aprender. Tienen unas personalidades muy dulces, divertidas y muy profesionales. Entonces, fue muy grato trabajar con ellas.
SEMANA: Este año la veremos también en series de Netflix y de Amazon. ¿Cómo fue retomar la carrera tras la pandemia?
CG: La pandemia fue un momento de aprendizaje para muchos, y me incluyo. Y fue duro porque fue como un momento de descanso obligado en donde me di cuenta de que me gusta estar en una actividad permanente, por lo que tomé la decisión de enfocarme solamente en el mundo de la ficción. Y retomé con mucha fuerza, precisamente porque se dejó de producir durante todo un año y hubo una acumulación de series, y ahora todo en este momento está saliendo. El año pasado fue muy bonito porque arranqué en algo que no había hecho nunca, MasterChef, y quería que la gente me conociera a mí, no a mis personajes. Eso les permite a los televidentes recibir personajes como Martina, oscuros y densos, entendiendo que no soy así. Y desde ahí no he parado, ahora tengo propuestas para dos series y dos películas.
SEMANA: Treinta años después, parece estar en el mejor momento de su carrera...
CG: Creo que nuestra experticia como colombianos en telenovelas, al igual que México, está siendo demandada en las plataformas, porque a la gente le siguen gustando las telenovelas. Y las plataformas quieren seguir conquistando al latinoamericano que tiene acceso a ellas. Por eso, nuestros productos se han vuelto de exportación. En Colombia se están haciendo series y películas muy buenas. Aunque me gustaría que, cuando se realicen producciones extranjeras en Colombia, los actores colombianos tuviéramos personajes con un poco más de relevancia dentro de las historias.
SEMANA: Antes de convertirse en reina, ¿imaginó que llegaría a la actuación?
CG: ¡Nunca! Eso fue una grata sorpresa que me dio la vida. Yo iba a estudiar Ciencia Política o Derecho. Había pasado en la Universidad de los Andes para Ciencia Política y mi plan era terminar el primer semestre y luego hacer el traspaso a Derecho. Quería tener una carrera diplomática que me permitiera viajar y conocer gente. Y mira en lo que terminé: en las artes.
SEMANA: Pero las artes han estado en su vida desde niña...
CG: Sí, empecé a presentar a los 16 años, modelar a los 12, hice muchas campañas de publicidad. Entonces, como que siempre estuvo ahí el tema de las cámaras, pero nunca me imaginé que iba a terminar actuando y dejando de hacer lo que hacía: trabajé en radio, presenté, tuve mi propia productora de televisión y nunca pensé que iba a tener la osadía de dejar todo por la actuación, pero hoy creo que no me equivoqué.