Tatán Mejía recibió un “regalazo” por parte de su suegro, ¿qué le dio?

Tatán Mejía es una de las celebridades más queridas en el país, no solo por su gran talento y destreza en las motos mientras vuela por los aires haciendo toda clase de piruetas, sino gracias a sus participaciones en diversos realities como La isla de los famosos y MasterChef Celebrity, donde demostró tener una personalidad relajada, sincera, divertida y muy competitiva, sin dejar nunca su caballerosidad y galantería.

Luego de haber realizado un gran trabajo como conductor de Survivor, el reality de competencia más reciente del Canal RCN, ahora Tatán está enfocado en pasar tiempo de calidad con su familia, conformada por su esposa, la influencer Maleja Restrepo, y sus dos hijas, Guadalupe y Macarena, quienes también son famosas gracias a que sus padres las han mostrado desde bebés en las redes sociales.

Pero esta vez no fue ninguno de ellos el que protagonizó uno de los momentos más emotivos y memorables de la vida del deportista durante los últimos días. Se trata del suegro de Mejía, don Ramiro Restrepo, quien le hizo un regalo inigualable al motocrosista en su visita a los famosos en su casa campestre, donde muy emocionado le mostró una creación inspirada en el manizalita.

El regalo de don Ramiro es un lienzo de 1.40 por 1.80 metros en el que está el rostro de Tatán, cuya primera mitad muestra al caldense usando las tradicionales gorras que siempre muestra tanto en sus redes sociales, como en los programas de televisión en los que participa; y en la otra mitad está su cara, pero detrás de uno de los cascos que siempre porta cuando está en alguna competencia de motocross o simplemente disfruta de su moto, su eterno placer de vida.

A simple vista se puede deducir el significado de esta pintura, realizada por el artista caleño Diego Sabogal, sin embargo, el mismo suegro de Tatán quiso compartirlo y el deportista registró el momento para poder postearlo en sus redes, para que así sus más de 2.2 millones de seguidores lo conozcan y sean testigos de este maravilloso momento familiar.

“La alegoría es la siguiente: es la vida de Tatán dentro de su concepción de vida artística y de espectáculo, que es la moto que jugó en una parte importante de su vida, y el casco, que simboliza el proyecto de vida que él realizó”, relató don Ramiro explicando la pintura en acrílico sobre lienzo que aún no saben dónde ubicar, pero de lejos ha sido uno de los mejores obsequios que el deportista ha recibido en toda su vida.

La discusión de Macarena

este momento con don Ramiro se sumo a los momentos familiares que Tatán y Maleja han mostrado a través de sus redes sociales, donde los integrantes de esta familia se roban el show. Hace pocas semanas el deportista mostró una tierna y muy sentida discusión que tuvo con su hija menor, Macarena, quien estaba muy indignada con los reclamos que le hacía su papá cuando ella también se sentía víctima de lo que él estaba alegando, todo enmarcado entre una conversación familiar mientras departían y compartían algunos juegos y manualidades.

“Tú me dijiste que no te volviera a acompañar y heriste mis sentimientos”, dice Tatán mientras graba con su celular la reacción de Macarena, quien está muy concentrada en sus actividades recreativas. “Pues tú también heriste mis sentimientos porque me dijiste que ya era hora de dormir en mi cuarto”, le responde la pequeña parando de hacer sus manualidades y mirando fijamente a su padre con toda la convicción del caso.

En ese momento, Maleja interviene y le pregunta a su pequeña hija qué entendía ella por “herir los sentimientos”, a lo que ella respondió muy consciente de sus palabras: “cuando te duele algo que te dicen”. De inmediato Mejía vuelve y arremete con su reclamo dejando claro que fue Macarena quien hirió sus sentimientos primero y no al contrario como ella asegura.

A partir de ese momento el ambiente se convirtió en una contienda en la que Tatán le dice a su hija que no puede dormir más en el cuarto matrimonial y ella le hace saber a su papá que él ya no es bienvenido en las clases de gimnasia de ella, porque él también tiene que salir de “su zona”, espacio que la pequeña no explica, pero que increíblemente todos entienden que se trata del rol protector de padre que siempre tiene que estar donde ella esté.