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“Tengo el alma destrozada”: Daniela, la nieta de Darío Gómez, lo despide y habla de la canción que le dedicó
“(Darío Gómez) era el abuelo más alcahueta”, dijo su nieta Daniela, quien abrió su corazón en SEMANA para hablar del ‘Rey del Despecho’, la persona que más amaba.
En el inmenso dolor que ha generado la partida prematura de Darío Gómez, hay una historia que conmueve especialmente, la de Daniela. La entrañable nieta del ‘Rey del Despecho’ inspiró una de sus canciones más emblemática, por cuenta de -quizá- la tristeza más profunda en la ya muy turbulenta vida del cantante.
De todos los pesares de Darío Gómez, quizás el más grande fue la muerte, en el año 2002, de su hija Luz Dary. A los 24 años, la joven recibió un disparo y perdió la vida casi instantáneamente. Era la mamá de Daniela, que para la época apenas era una bebé. Según el relato de los hechos, el trágico suceso tuvo lugar en Medellín, cuando la hija del cantante se movilizaba en un bus que fue atacado por una banda de criminales.
“Una madre muy joven ha perdido la vida, la desgracia ocurrió. Sucede la guerra entre pandillas y una bala perdida con su vida acabó”, cuenta la canción que compuso Darío Gómez para esa pequeña niña que había perdido a su madre
Daniela habló con SEMANA desde el Atanasio Girardot en Medellín.
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SEMANA: ¿qué quisiera decirle hoy a su abuelo?
Daniela Alzate Gómez (D. A. G.): darle las gracias por ser el mejor padre, el mejor abuelo, la persona más humilde, más honorable, más maravillosa que yo pude tener en mi vida. Abuelo, quiero darte las gracias por haber sido mi ángel, por apoyarme, por ayudarme, por estar siempre para mí.
SEMANA: Daniela, usted inspiró a una de las canciones más famosas de él. ¿Se la cantaba?
D. A. G.: sí, mi abuelo siempre me la cantaba y cuando yo iba a los conciertos con él siempre me hacía salir para para honrar esta hermosa canción.
SEMANA: ¿la ha escuchado estos últimos días?
D. A. G: varias veces esta noche. La escucho con la mayor tristeza porque allá ahora tengo dos angelitos en el cielo que me cuidan y me protegen.
SEMANA: él fue su abuelo materno, pero en realidad fue como su padre...
D. A. G.: sí, más que mi abuelo, fue mi padre porque siempre estuvo para mí, siempre me apoyó, siempre compartió conmigo las mejores experiencias, los mejores momentos.
SEMANA: ¿qué le heredó a él?
D. A. G.: la humildad. Mi abuelo desde siempre me enseñó a ser demasiado humilde.
SEMANA: ¿qué consejo le daba?
D. A. G.: siempre me decía que había que ser una mujer perseverante, salir adelante y luchar, a pesar de todas las adversidades.
SEMANA: ¿le heredó la vena artística?
D. A. G.: no, para nada. Trabajo en un fondo de inversiones, Banca Valor, por El Poblado.
SEMANA: cuando falleció su mamá, ¿usted se fue a vivir con él?
D. A. G.: yo siempre viví con mi abuela materna, con mi abuelo solamente compartía. Pero compartíamos mucho.
SEMANA: ¿cuál fue ese detalle que él le dio que usted no olvida?
D. A. G.: para mí los detalles materiales son muy poco importantes. Compartir con él era lo que más me llenaba mi corazón de alegría.
SEMANA: la partida de su abuelo tomó a todos por sorpresa. ¿Cómo se enteró usted?
D. A. G.: yo me encontraba en mi casa. Estaba preparando la comida cuando me llamaron y me dieron esa noticia.
SEMANA: ¿ha podido dormir desde entonces?
D. A. G.: no, no hay paz en mi corazón. Se fue un angelito en el cielo y ahora tengo el alma destrozada.
SEMANA: él habló de la muerte varias veces...
D. A. G.: sí, él varias veces habló de eso. Nos dijo cómo quería que fuera su muerte y así es como le estamos haciendo, cumpliendo su voluntad, qué decía él exactamente del tema. Quería que lo enterraran en tierra.
SEMANA: ¿en algún momento lo vio cansado, lo vio triste?
D. A. G.: triste no, mi abuelo siempre fue una persona muy alegre. Siempre nos transmitió toda su alegría, su felicidad... él fue demasiado feliz, él cumplió todos sus sueños.
SEMANA: todos conocimos la historia suya y de su mamá por medio de esos tres minutos que dura la canción, ¿en algún momento de su infancia él se reunió con usted y habló del tema?
D. A. G.: la verdad, la muerte de mi mamá fue algo que nos marcó para siempre. Escribir la canción ‘Daniela’ le tomó a él más de tres años, porque era tanta la tristeza que no podía. Y yo creo que nunca podíamos hablar de eso porque fue un tema que nunca superamos.
SEMANA: ¿cuándo escuchó usted por primera vez esa canción?
D. A. G.: mi abuelo me la mostró para que grabáramos el video porque él quería que yo fuera la persona que saliera en ese video y desde la primera vez que la escuché fue demasiado doloroso; o sea, cada vez que yo escucho esta canción me destroza totalmente.
SEMANA: ¿y usted dijo sí, yo la acompaño?
D. A. G.: era un honor. Fue su creación y él quería expresar todos sus sentimientos y ahí en esos tres minutos cuenta la historia de mi vida.
SEMANA: él hace poco se mostró muy orgulloso, la mostró a usted en las redes sociales. ¿Fue díficil hacer esa publicación?
D. A. G.: sí. hace mucho tiempo quería publicarme, pero yo no quería. Pero yo con tal de verlo feliz, lo que él quisiera.
SEMANA: ¿era un abuelo alcahueta?
D. A. G.: era el abuelo más alcahueta que se puedan imaginar. Él, con tal de ver a sus nietos felices, daba todo, su vida si fuera necesario.
SEMANA: ¿le faltó algo por decirle?
D. A. G.: yo siempre le expresé todo lo que sentía por él. Siempre supo que él fue mi ángel, mi mayor motor. Yo soy lo que soy por él y siempre se lo hacía saber. Era la persona más importante en mi vida y la que más amaba.
SEMANA: ¿esta despedida que él tiene hoy es tal como él la quería?
D. A. G.: así él lo pidió y así vamos a cumplir su santa voluntad.
SEMANA: ¿quisiera decirles algo a sus seguidores?
D. A. G.: les quiero decir gracias porque sin ustedes mi abuelo no hubiera sido lo que fue: el ‘Rey del Despecho’. Es una persona que no murió, porque él es un amor eterno. Va a durar para nosotros en nuestras vidas por siempre.
SEMANA: ¿cuándo fue la última vez que usted habló con él?
D. A. G.: hace 15 días que estuve con él en la finca. Compartimos juntos. Tomamos vino, se sentía bien, estaba bien, estaba feliz. Él, desde que su familia estuviera feliz y todos nosotros estuviéramos bien, era la persona más feliz del mundo.
SEMANA: usted es la nieta mayor. ¿Cuántos nietos tuvo él?
D. A. G.: yo era la mayor. En el primer hogar tenía ocho nietos, y en el segundo cuatro. Pero mi abuelo tenía amor para todos.
SEMANA: usted fue más como una hija.
D. A. G.: sí, porque de más que yo reemplazaba su amor por mi madre.
SEMANA: ¿qué le decía él, que se parecen?
D. A. G.: sí. Incluso varias veces me llamaba por su nombre. Cuando eso pasaba mi piel se erizaba porque recordaba a mi madre.
SEMANA: ¿usted la recuerda?
D. A. G.: sí la recuerdo, pero muy poco porque yo apenas tenía seis años. Me acuerdo cuando se iba de viaje y llegaba a casa. Ese era el momento más feliz para mí.
SEMANA: hoy se encontraron en el cielo.
D. A. G.: se encontró mi abuelo con mi mamá y eso me hace muy feliz. Muy pronto se encontrarán conmigo también. Ojalá no tan pronto, que sea la voluntad de Dios.
SEMANA: ¿qué es lo que más va a extrañar de él?
D. A. G.: todo. Mi abuelo para mí era la persona más importante, el ser que yo más amaba. Voy a extrañar su alegría, su motivación porque cada día saliéramos adelante. Todo lo voy a extrañar de él.
SEMANA: ¿usted fue una de las primeras que llegó a la clínica?
D. A. G.: sí, yo fui a la clínica. Fue el momento más duro, porque yo guardaba la esperanza de que fuera todo una mentira, que todo fuera un sueño y no fue así. Allá estaba toda la familia con él.
SEMANA: usted también está acompañada de las mascotas de él. ¿Quiénes son?
D. A. G.: las mascotas eran su mayor tesoro. Son Abril y Beethoven, sus perros. Mi abuelo los amaba con locura. Esos perritos eran su motivación de día a día. Él veía con los ojos de ellos. Vivían con él y dormían con él. Todo el tiempo estaban con él. Mi abuelo los cargaba, eran todo. También lo han estado acompañando acá. Porque el abuelo nos decía que cuando se muriera, por favor, le trajéramos a sus perritos para que ellos vieran que él se había muerto y no que los había abandonado.
SEMANA: es muy duro ver todo lo que había planeado para este momento, que llegó más pronto de lo que pensaban.
D. A. G.: mi abuelo estaba bien. Era una persona alegre, con mucha salud. Esta noticia nos tomó por sorpresa.
SEMANA: ¿cuál es su canción favorita de él?
D. A. G.: pues obviamente me encanta ‘Daniela’, pero me trae mucha tristeza. Mi canción favorita es ‘Nadie es eterno’ porque refleja todo el dolor que yo sentí al perder a mi madre y ahora al perderlo a él. Yo me sé todas sus canciones, era la fanática número uno. Pero no soy buena cantando.