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“Todo fue mi culpa”: Bill Gates colapsa en una conferencia al hablar de su divorcio
El magnate habría casi llegado a estallar en llanto cuando les contó a otros millonarios lo que había significado para él su separación de Melinda y la responsabilidad tan grande que él sentía en esa ruptura.
En el divorcio de Bill y Melinda Gates, pareciera como si todas las cartas se movieran en favor de ella. La mujer, conocida por su espíritu filantrópico, ha mantenido un prudente silencio tras su ruptura con el magnate, pero poco a poco se ha ido conociendo que en esa pelea la mayor parte de lo malo la cargaba él. Sin embargo, hasta ahora Bill Gates no lo había reconocido así.
Lo hizo en lo que se conoce como el “campamento de los millonarios”, una reunión que agrupa a las principales fortunas del mundo. El magnate participó en un conversatorio pregunta/respuesta en la conferencia Allen & Co. en Sun Valley. Aunque no existe grabación del encuentro, los presentes coinciden en contar la misma versión: que Gates casi se desploma emocionalmente cuando le preguntaron por su separación con Melinda. “Dijo que todo fue su culpa”, contó uno de los asistentes. “Estuvo al borde de las lágrimas”, agregó otro.
La verdad es que la fama de buen esposo que tenía Gates se ha desvanecido tras la ruptura. Hasta antes de ese momento, Bill Gates era uno de los hombres más perfectos del mundo. Simbolizaba el sueño americano de quien a punta de trabajo había logrado que un negocio pequeño terminara convertido en un emporio. También la fundación creada junto con su esposa, Melinda, había crecido hasta convertirse en la organización benéfica privada más poderosa del mundo, habiendo financiado proyectos e iniciativas por un total de 53.800 millones de dólares. Y la familia que habían conformado entre ambos era un ejemplo. No malcriaban a sus hijos, viajaban por el mundo y compartían todo lo que tenían.
Pero esa imagen se cayó. Primero, el diario The Wall Street Journal reveló que la salida definitiva de Bill Gates del grupo Microsoft en marzo de 2020 estaría vinculada a una relación considerada “inapropiada” con una empleada a principios de la década de 2000. Un portavoz de Microsoft confirmó que el grupo tuvo conocimiento a finales de 2019 de que “Bill Gates buscó establecer una relación íntima con una trabajadora de la empresa, una ingeniera, en el año 2000”.
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La ingeniera había afirmado, en una carta, haber mantenido una relación de carácter sexual con Bill Gates “durante años”, detalló The Wall Street Journal, que especificó que el abandono de sus funciones de administrador y su salida definitiva del grupo habían tenido lugar antes del final de esta investigación. Así, quedó claro que la versión de que se había ido para ayudar al planeta desde su fundación era mentira.
El diario financiero afirma, además, que los miembros de la junta directiva también habían indagado sobre los vínculos entre Bill Gates y el financiero Jeffrey Epstein, quien había sido acusado de abuso sexual de decenas de menores en sus lujosas residencias antes de ser encontrado ahorcado en su celda de Manhattan en agosto de 2019.
La defensa de Bill Gates aseguró que se trataba entonces de relaciones que se enmarcaban en sus quehaceres filantrópicos y que él había “lamentado” aquellas reuniones, subraya The Wall Street Journal.
Más allá de esta relación extramatrimonial y de las veladas compartidas con Epstein, The New York Times publicó el lunes un extenso artículo basado en testimonios de personas en condición de anonimato que sugirieron que “mucho antes del divorcio, Bill Gates era conocido por su comportamiento cuestionable”.
Este diario afirma en particular que Bill Gates ayudó a encubrir un caso de acoso sexual que involucraba a su gestor financiero Michael Larson. Según dos personas informadas sobre este asunto, Melinda Gates habría expresado su desacuerdo en 2018 con la forma en que su esposo había manejado este caso, al haber permitido a Larson permanecer en el cargo tras una transacción económica con la presunta víctima. The New York Times afirma también que “el señor Gates ocasionalmente citaba a mujeres de la oficina”.
En 2006, por ejemplo, habría asistido a una presentación de una empleada de Microsoft. “El señor Gates, que entonces era presidente de la empresa, abandonó la reunión e inmediatamente le envió un correo electrónico a la mujer para invitarla a cenar, según dos personas cercanas a aquel intercambio”, dijo el diario.
¿Y la plata qué?
El divorcio de Melinda y Bill Gates es la comidilla de todos por estos días. La última noticia al respecto la trae el portal TMZ, el cual establece que este podría complicarse por la falta de un acuerdo prenupcial.
La pareja anunció su separación en Twitter hace un mes y, a pesar de ser una de las más ricas del mundo, nunca firmaron capitulaciones. Este tipo de acuerdos que se suscribe por lo general antes del matrimonio ayuda a establecer las condiciones que tendrá la sociedad conyugal: si se forma o no, y en caso de que sí, qué bienes entran a ser parte de ella.
También se usa para establecer las condiciones que regirán en caso de que la pareja decida partir cobijas. Todo con el fin de facilitar la división de sus bienes.
Muchos millonarios firman este acuerdo por seguridad y protección financiera, como lo hizo, por ejemplo, Tom Cruise cuando se casó con Nicole Kidman. Pero entre Bill y Melinda no hubo tal acuerdo. Ahora, después de 27 años de matrimonio, tres hijos y una multimillonaria fundación, la publicación dice que no hace falta ser un genio para entender que este divorcio será costoso y “potencialmente complicado”.
En ausencia de un acuerdo, la sociedad conyugal se debe dividir en partes iguales entre sus dos miembros. Esto significa que Melinda recibiría el 50 % de la fortuna de la pareja. Así las cosas, ella podría convertirse en la segunda mujer más rica del mundo. Si se tiene en cuenta que la fortuna de los Gates asciende a 130 mil millones de dólares, ella recibiría $73.000 millones tras el divorcio.
El portal especializado en noticias de Hollywood y otros famosos obtuvo los documentos del divorcio. Según estos, Bill y Melinda aseguran que el matrimonio está roto irremediablemente.
“Durante los pasados 27 años hemos criado tres hijos maravillosos y creado una fundación que trabaja en todo el mundo para permitir que muchos vivan una vida saludable y productiva”, dice la pareja. En efecto, la Fundación Gates hizo una contribución de $250 millones a finales de 2020 para combatir la pandemia de covid-19.
Además, el documento establece que tan solo hay un acuerdo de separación en el cual Melinda no está solicitando una mesada de su ex, lo cual no sorprende si se tiene en cuenta que recibirá una buena suma de dinero y que sus hijos ya son mayores de edad.
La pareja pidió que el juicio fuera a mas tardar en abril de 2022, lo que implica que quieren que las cosas se den de manera rápida. Pero muchos creen que el proceso de divorcio será amigable y no se requerirá un juicio.
Bill y Melinda comenzaron a salir en 1987 después de conocerse en una feria comercial de Nueva York. Ella trabajó en marketing para Microsoft y fue nombrada gerente general de Productos de Información a principios de los años noventa.
La pareja se casó el 1.° de enero de 1994 en Hawái y, tras la boda, Melinda dejó la empresa en 1996 para concentrarse en formar su familia.
Bill y Melinda tienen tres hijos adultos, Jennifer, Rory y Phoebe, y residen en su enorme mansión familiar protegida por la tierra, llamada Xanadu 2.0, con vista al lago Washington en Medina.
Además de ser megamillonarios, los dos son ampliamente conocidos por sus esfuerzos filantrópicos desde que lanzaron la Fundación Bill y Melinda Gates en 2000. En 2014 donaron $28 mil millones a la fundación, una cifra que solo se disparó en los últimos años.
La pareja dice en su acuerdo de separación que siguen “compartiendo la fe en esa misión y continuaremos nuestro trabajo juntos en la fundación, pero ya no creemos que podamos crecer juntos como pareja en la siguiente fase de nuestras vidas”.
Aunque por ahora las cosas van bien, no se sabe si se compliquen cuando se conozcan detalles del divorcio. Según el diario “The New York Post”, Bill Gates tuvo una conversación con uno de sus grandes amigos de golf según la cual Bill habría descrito en un día de juegos su matrimonio como una unión “sin amor”. El testimonio anónimo de esa fuente cercana al fundador de Microsoft deja ver la desilusión que el magnate tendría por la vida de pareja que llevaba.
Además de esto, han salido las historias de bacanales, romances e infidelidades de parte de él, que podrían suscitar rabia en ella e impedir que el divorcio sea amigable.
Gates, según el periódico, ha estado recluido en un condominio exclusivo mientras pasa por este proceso. El lugar al parecer es The Vintage Club en Indian Wells, California, uno de los campos de golf más prestigiosos de los Estados Unidos. Melinda y sus hijos planeaban pasar un tiempo en la isla Calivigny, a donde irían con sus seres queridos. Sin embargo, Bill no estaba en la lista de invitados. Según los informes, cada día en la lujosa isla cuesta $132.000 dólares, un precio que Melinda sintió que valía la pena pagar por la privacidad que recibirían ella y su familia.