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Un hijo de Carlos con la niñera de William y Harry: así fue engañada Diana para ser entrevistada en 1995

25 años después se confirma que el periodista Martin Bashir le dio a Diana una prueba falsa de un aborto practicado a su niñera para convencerla de que hablara con él frente a las cámaras.

3 de abril de 2021
Diana de Gales murió en París a los 36 años y todavía es recordada como el miembro más querido de la monarquía británica. | Foto: AFP

En la entrevista que Diana le dio al periodista de la BBC Martin Bashir, la princesa le contó sin tapujos sus desavenencias con la familia real británica. En ese momento se dijo que ella habló ”a corazón abierto de todo lo que había ocurrido en su vida, antes, durante y después de su matrimonio con el príncipe Carlos. Las infidelidades de él, las suyas, sus hijos, su papel en la Corona, el aislamiento al que se vio sometida, la bulimia”.

Hoy, algo más de 25 años después, se confirma que la decisión de Diana para hablar de su vida privada y llorar frente a millones de televidentes, fue producto de una argucia: sin el menor escrúpulo, Martin Bashir le hizo creer que la niñera de sus hijos, Tiggy Legge-Bourke, estuvo embarazada del príncipe Carlos.

La noticia, que acaba de ser confirmada por The Daily Mail está basada en fuentes conocedoras de la investigación que la BBC encargó hace unos meses sobre los medios empleados por Bashir para persuadir a Diana.

Según los testimonios recogidos por la publicación británica, la princesa estaba muy asustada ya que creyó que su marido planeaba asesinarla para casarse con la niñera de los príncipes Harry y Guillermo, y por eso, la prueba del supuesto aborto la animó a conceder su famosa entrevista y hablar públicamente de sus problemas familiares.

El periodista, quien parece carecer de escrúpulos usó la misma técnica que luego le dio resultados con la misma Diana: asustó a Charles con unos documentos, falsificados, en los que supuestamente se demostraba que su jefe de seguridad le vendía información sobre su familia a los medios de comunicación. Ante la advertencia, y convencido de que Bashir estaba de su lado, el actual conde de Spencer concertó una reunión con su hermana. En ese encuentro fue precisamente que el periodista le pidió a ella que le concediera la entrevista.

Estas declaraciones del conde de Spencer fueron las que impulsaron a la cadena BBC a poner en marcha la investigación interna, que aún se prolongará por algunas semanas.

Gracias a las filtraciones sobre el contenido de dicha investigación, el diario The Telegraph agregó más detalles. Según la publicación, Martin Bashir ya reconoció ante el juez encargado que falsificó unos documentos bancarios para hacerle creer a Charles Spencer que su equipo le vendía información a la prensa. Sin embargo, el periodista aseguró que lo hizo cuando el conde Spencer ya le había presentado a su hermana, no antes.

En la investigación de la BBC también ha salido a la luz una carta en la que la princesa Diana supuestamente consta que dio la entrevista “libremente” y “sin la influencia de ningún documento”. Pero hasta en esto queda en entredicho la forma de proceder de Bashir, ya que otros testimonios advierten que fue él mismo quien se la dictó “palabra por palabra”.

En todo caso, aun hoy la conversación es considerada como la más franca que un integrante de la monarquía dio jamás a un medio de comunicación. Más allá del método hoy investigado, la entrevista de Lady Di marcó un antes y un después: en ese entonces logró reunir a 23 millones de espectadores. Hoy sigue dando de qué hablar y pone en duda el profesionalismo de Bashir.

Apartes de una entrevista histórica

Estos son unas de las respuestas más interesantes de Diana, tomadas de Vanitatis:

Sobre convertirse en princesa y la posibilidad de ser reina: “En cuanto a convertirme en reina, nunca estuvo en mi mente cuando me casé con mi esposo: estaba muy lejos de ese pensamiento. El aspecto más abrumador fue la atención de los medios, porque a mi marido y a mí nos dijeron cuando nos comprometimos que los medios se callarían, y no fue así. Y luego, cuando nos casamos, dijeron que sería tranquilo y tampoco lo fue. Y entonces todo comenzó a enfocarse mucho en mí, y aparecía todos los días en la portada de los periódicos, lo que hace que en el fondo te sientas sola. Cuanto más alto te colocan los medios, mayor es la caída. Y yo era muy consciente de eso”.

Sobre ser la mujer más fotografiada del planeta: “Me tomó mucho tiempo entender por qué la gente estaba tan interesada en mí. Pasan los años y te ves a ti misma como un buen producto que se encuentra en una estantería y se vende bien. Y la gente gana mucho dinero contigo”.

Sobre si era felizmente casada al comienzo: “Mucho. Pero, la presión de los medios sobre nosotros como pareja fue increíble, y malinterpretada por una gran cantidad de gente. Estábamos visitando Australia, por ejemplo, y todo lo que se oía era: “Oh, ella está al otro lado”. Si eres un hombre orgulloso, como mi marido, te molesta si lo escuchas todos los días durante cuatro semanas. Y te sientes deprimido por ello, en lugar de sentirte feliz y compartirlo”.

Sobre lidiar con la depresión que comenzó a sufrir luego de dar a luz a William: “Recibí gran cantidad de tratamientos, pero en el fondo sabía que lo que necesitaba era espacio y tiempo para adaptarme a los diferentes cambios que se me habían presentado. Sabía que podía hacerlo, pero necesitaba que la gente fuera paciente y me diera el espacio suficiente para llevarlo a cabo”.

Sobre su bulimia: “Tuve bulimia durante varios años. Y eso es como una enfermedad secreta. Te la infliges a ti misma porque tu autoestima está en un punto bajo, y no crees que seas digna o valiosa. Te llenas el estómago cuatro o cinco veces al día, algunos lo hacen más, y te da una sensación de confort. Es como tener un par de brazos a tu alrededor, pero es temporal. Luego te sientes mal por la hinchazón de tu estómago y lo vuelves a sacar. Y es un patrón repetitivo muy destructivo para uno mismo”.

Sobre la prensa y su matrimonio: “Lo hizo muy difícil, porque vivíamos la situación de una pareja desempeñando el mismo trabajo: salíamos del mismo coche, dábamos las mismas manos, mi marido ofrecía los discursos… Así que básicamente éramos una pareja casada realizando la misma labor, algo que es muy difícil para cualquiera y más si tienes toda la atención sobre ti. Luchamos un poco con ello y fue muy difícil, así que mi marido decidió que atendiéramos compromisos por separado. Eso me entristeció un poco porque me gustaba bastante la compañía. Pero, una vez más, no tuve elección”.

Muchos, muchos años después...

Sobre el efecto de saber que Carlos y Camilla Parker-Bowles reanudaron su relación en 1986: bastante devastador. Bulimia desenfrenada, si es que se puede tener bulimia desenfrenada, y una sensación de no ser buena en nada y ser una inútil. Y desesperación y fallar en todos los sentidos.

Sobre Camilla Parker-Bowles y la ruptura matrimonial: éramos tres en este matrimonio, así que estaba un poco abarrotado.

Sobre los efectos de la separación: “Las agendas cambiaron de la noche a la mañana. Ahora yo era la esposa separada del príncipe de Gales, un problema, una carga… Se preguntaban: “¿Cómo vamos a tratar con ella? Esto no ha sucedido antes”.

Sobre su retiro de la vida pública: “La presión se volvió intolerable y mi trabajo se vio afectado. Quería dar el 110 % y solo podía dar el 50. Estaba constantemente cansada, exhausta, porque la presión era tan cruel. Así que pensé que la única manera de hacerlo era pararme y explicarlo, y aparcarlo antes de empezar a decepcionar y no llevar a cabo mi trabajo. Fue mi decisión hacer ese comunicado porque se lo debía a la gente. Quería decir: “Gracias”. Desaparezco un poco, pero volveré”.

Sobre la relación con James Hewitt: Fue un gran amigo mío en un momento muy difícil, otro momento difícil, y siempre estuvo ahí para apoyarme. Yo estaba absolutamente destrozada cuando apareció este libro, porque confiaba en él y porque, de nuevo, me preocupaba la reacción de mis hijos. Y, sí, había pruebas objetivas en el libro, pero muchas de ellas eran..., vienen de otro mundo, no se correspondían con lo que pasó.

Sobre por qué la veían como una amenaza: “Pienso que todas las mujeres fuertes de la historia han tenido que caminar por un camino similar, y que es la fuerza la que causa la confusión y el miedo. ¿Por qué es fuerte? ¿De dónde lo saca? ¿A dónde la lleva? ¿Dónde va a usar esa fuerza? ¿Por qué la gente todavía la apoya?”.