UNA TRAGEDIA LLAMADA BRANDO
Cheyenne Brando lo tenía todo, sin embargo su vida fue una tragedia de principio a fin.
EL DOMINGO 16 de abril, la hija de 25 años del famoso y controvertido actor Marlon Brando puso fin a su existencia. A las cuatro de la tarde su madre la encontró ahorcada en su dormitorio de la casa en la costa oeste de Tahití. Era la cuarta vez que Cheyenne Brando intentaba suicidarse. A pesar de ser prácticamente la joven más rica y famosa de la Polinesia Francesa su trágica muerte fue el fiel reflejo de su atormentada existencia. Después de oír la noticia, su padre, de 71 años, emocionalmente derrumbado, tuvo que ser internado en el hospital de St. John en Santa Mónica, California, donde ha permanecido desde entonces. Marlon Brando, quien acababa de regresar al cine en la comedia romántica Don Juan de Marco, no asistió al entierro de Cheyenne, quien fue sepultada al lado de su novio, Dag Drollet. En la biografía no autorizada y publicada el año pasado, titulada "Brando", el escritor Peter Manso afirma que Cheyenne estaba resentida con su padre, a quien responsabilizaba por la muerte de Drollet.
POBRE NIÑA RICA
Que todo el dinero del mundo no compra la felicidad es algo que pudo comprobar Cheyenne Brando a lo largo de su corta vida. Desde hace cinco años cuando -en mayo de 1990- su medio hermano, Christian, disparó contra su novio tahitiano, Cheyenne entró en una profunda depresión de la cual nunca pudo recuperarse. En esa época la joven esperaba un hijo de Drollet. A causa del fuerte shock que sufrió, su padre la envió a un hospital siquiátrico en París. Tenía 20 años, siete meses de embarazo, serios problemas con las drogas y varios diagnósticos siquiátricos que hablaban de "agresión e inestabilidad y vacilante contacto con la realidad", dice Manso en la biografía del actor. Luego de dos intentos de suicidio, Cheyenne huyó a Tahití, pero en lugar de hallar refugio en la casa de su madre, se encontró con que la familia de su novio la había acusado de complicidad en el crimen.
Un mes después de la muerte de Drollet, Cheyenne dio a luz a un varón, a quien llamó Tuki, quien hoy tiene 5 años. Hace unas semanas, luego de una larga pelea en los tribunales con la familia Drollet, un juez le negó a Cheyenne la custodia de su hijo. El niño, a quien Brando no conoce, ha vivido siempre bajo el cuidado de Tarita Teriipaia, tercera esposa del actor y madre de Cheyenne. Muchos señalan que esto fue lo que la condujo al suicidio.
AMOR Y ODIO
Pero la verdad es que antes del nacimiento de su hijo, Cheyenne ya había pensado en morir. Su primer intento ocurrió en agosto de 1989, cuando tuvo un accidente automovilístico que muchos juzgan como intencional. La joven, que estaba furiosa porque su padre no le había permitido ir a visitarlo a Canadá, donde filmaba, salió de su casa en su automóvil a gran velocidad. Como consecuencia del accidente se desfiguró el rostro al salir despedida por el parabrisas del vehículo. Brando llevó a su hija a Los Angeles prometiendo devolverle su belleza. "No me importa que tenga que gastar millones. Voy a hacer que se vea hermosa otra vez ", dijo el actor. Luego de una larga serie de cirugías plásticas, Cheyenne la recuperó.
Luego volvió a intentarlo, poco después del nacimiento de su hijo, quien nació adicto por culpa de la drogadicción de su madre. Por esos días Christian recibía una condena de 10 años por homicidio involuntario. Según escribe Mason, una noche, estando con unos amigos, Cheyenne sufrió un ataque de histeria en el que gritaba "he arruinado muchas vidas". Poco después la encontraron prácticamente en coma, luego de haber ingerido una sobredosis de tranquilizantes. Tres días después de salir del hospital, Cheyenne trató de quitarse de nuevo la vida, colgándose de un árbol con una cadena de perro. La joven fue encontrada por su madre, quien la llevó prácticamente moribunda al hospital. Entonces se pensó que había sufrido daño cerebral.
Lo que muchos se preguntan es por qué una joven que lo tenía todo quería morirse. En 1993, en una extensa entrevista que concedió a la revista francesa Paris Match, contó escabrosos episodios de su vida y mostró un oscuro retrato de su padre. En esa oportunidad Cheyenne dijo que Brando la había internado en "un asilo de locos" para evitar que compareciera en el juicio y lo acusó de ser el autor intelectual del asesinato de Drollet. Según Cheyenne, su medio hermano Christian era incapaz de hacer algo sin que su padre lo ordenara y afirmó que fue él quien le dijo a Christian que llevara el arma a la casa y quien le contó, minutos antes del hecho, que Drollet la había golpeado.
En esa entrevista Cheyenne pintó a Brando como una fiel copia de El Padrino. "Es el fiel retrato de Don Corleone" afirmó sin ocultar el desprecio por su padre. "Ha manipulado nuestras vidas a su antojo -dijo a la revista francesa-. Y yo siempre he sido su víctima". La joven reveló también que su padre había abusado sexualmente de ella cuando era niña. Cuando le preguntaron en qué forma, respondió que desde que ella tenía siete años le acariciaba los senos y hacía con ella la mímica de los movimientos de hacer el amor.
En la época del juicio de Christian, Brando rompió su silencio y dijo a los reporteros que había enviado a Cheyenne de una clínica siquiátrica a otra a través del mundo para liberarla de la adicción a las drogas. Manso, quien a finales de 1993 estuvo dos semanas con la joven, dice en su libro que a pesar de los esfuerzos del actor, Cheyenne vivía en permanente angustia, consumiendo tranquilizantes y drogas. Finalmente, hace dos semanas, Cheyenne acabó con su vida.
Un oficial de la policía señaló a un periódico que la vio por última vez hace dos meses cuando recibió una llamada de Cheyenne, quien había sido golpeada por un hombre. "Estaba amoratada -dijo-. Ella, que era una linda chica, lucía muy maL Era como si hubiera envejecido repentinamente, parecía una mujer de 50 años", agregó el oficial, quien aseguró que la joven "se sentía muy sola " y tenía casuales relaciones con hombres que la buscaban simplemente "porque era famosa y tenía dinero".-