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Vicente Fernández: música, pleito y familias, los detalles de la vida de El Charro de Huentitán
Considerado uno de los artistas más grandes de México y de Latinoamérica, Vicente Fernández deja un legado imborrable. Repaso por su vida y obra.
De Vicente se podrían decir muchas cosas, pero quizá la más importante es que es el artista más grande de la música ranchera. Su legado musical trascendió a muchos rincones del mundo, que hoy lloran por su muerte.
Nació el 17 de febrero de 1940 en Huentitán el Alto, en Jalisco, dentro de una familia muy humilde. A los 23 años de edad se casó con María del Refugio Abarca Villaseñor, vecina suya en Guadalajara, con quien tuvo tres hijos: Vicente, Gerardo, Alejandro. Más tarde adoptaron a Alejandra.
Su potente voz se escuchó primero en fiestas, bodas, restaurantes y emisoras de radio locales, pero fue en una de sus presentaciones en el Teatro Blanquita donde encontró la fama y escaló hasta lo más alto del escenario artístico.
Sus primeras canciones Tu camino y el mío y Volver, volver lo inmortalizaron. “Si yo saliera diario en televisión no tendría ningún atractivo; un día, cuando comenzaba, tenía como diez años en esta carrera y veía el programa anual de un artista y decía ‘qué lujos se dan los gringos, ¿algún día me podré dar ese lujo?’, así como el programa de cada año de Vicente Fernández y ya hasta me lo doy de un año y medio”, comentó Vicente en una entrevista de 1992.
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En aquella ocasión también confesó que no podía hacer playback porque sentía que con eso engañaba a su público. “Ni traigo pistas, ni hago playback, yo canto una canción y, si se me olvida le sigo, aparte que yo grabo muy alto y canto en otro nivel, con playback es estar moviendo el hocico y yo no puedo”, dijo.
Agregó: “Es que yo no canto con playback; si lo he hecho, ha sido una vez y mal. Por ejemplo, cuando hago cine y siento que está mal digo ‘corten’ y viene otra vez, y ni modo que en el programa estemos diciendo corte y corte; grabé un disco con 18 canciones, y ya que las grabé se me olvidan, y cuando salen al mercado las vuelvo a estudiar. Imagínate cantar más de 450 canciones que tengo. Siempre he dicho que es un engaño al público”, explicó entonces.
Su vida familiar
De Alejandro Fernández dijo que trabaja igual que él; de Vicente, que se fijaba mucho en los detalles del negocio; de Gerardo, que no cantó nunca, señaló que manejaba los hilos del negocio familiar enfocado en el mantenimiento de los ranchos.
“No hay ningún favorito, los hijos se quieren por igual, no es preferencia, es el que está más al pendiente. Cuando tú eres hijo, estás al pendiente de los padres y, cuando eres padre, quieres que los hijos estén al pendiente de ti, entonces Alejandro siempre anda trabajando igual que yo. Vicente anda con sus cosas del show de caballos y todo eso, y Gerardo, como es el que no canta, no es que sea el preferido, sino el que está aquí al pendiente, porque tiene también sus ranchos acá, aquí tiene su negocio de la arena, así que siempre viene a comer, es el más apegado. Y el que es una miel de cariñoso es Vicente”, declaró en el programa Historias para contar, de Giselle Blondet.
Las peleas de Vicente
Vicente Fernández era un músico de carácter fuerte, no solo por la intensidad de sus voz en las interpretaciones artísticas, sino por sus agarrones en medio de presentaciones. Así narró uno de los episodios más recordados de su carrera:
“Salgo a cantar y estaba una canción muy de moda de Nelson Ned, A pesar de todo. Doy la vuelta (al escenario) y un tipo me dice ‘eres maricón’, yo pensé ‘qué mal gusto para bromearse con el mariachi’, doy otra vuelta y me vuelve a decir ‘eres maricón’. Afirmé entonces: ‘Creo que me lo dice a mí’. Di otra vuelta y me dijo lo mismo. Y afirmé: ‘Señor, repita lo que me acaba de decir, porque luego dicen que son paleros’. Por micrófono me dice ‘eres maricón’, con palabras más fuertes, y ‘tu novio es Juan Torres’. Hasta me escogió pareja (risas), entonces agarré una botella de brandy y se lo llevaron, pero con la cabeza bien abierta; a los cinco minutos me arrepentí”, recordó en una entrevista con Verónica Castro.
También aclaró lo que sucedió la vez que le hicieron un escándalo en los medios de comunicación, cuando se presentó en Texcoco, en los años noventa. “Cuando estaba cantando en Texcoco golpeé a otra persona, pero hicieron un escándalo: que andaba huyendo. Pero él me bañó todo de vino y me manchó el traje y la cara, y todavía me dice que él fue y nada más uno (golpe) le alcancé a dar, y qué bueno porque medía como dos metros. Lo sacó seguridad, pero los señores con la mano y las señoras con el tacón lo dejaron como santo Cristo”, contó.