El actor y director estadounidense Woody Allen considera "falsas y vergonzosas" las acusaciones por abusos sexuales hechas contra él por su hija adoptiva, según ha asegurado su representante Leslee Dart.
Dylan Farrow escribió una carta en donde relata que cuando ella tenía 7 años, el director la llevó un altillo de su vivienda y abusó sexualmente de ella.
Pero el cineasta no se quedará quieto ante las denuncias y tiene previsto responder directamente a las alegaciones "muy pronto", según su representante.
Dylan, quien ahora tiene 28 años, es hija adoptiva de Mia Farrow y Allen. Pero según la joven, sus padres se habrían separado hace dos décadas luego de que Dylan le contara a su madre del presunto abuso sexual.
La acusación, que salió a la luz en aquel momento, llevó a Allen a ser investigado, pero finalmente Farrow y su madre no presentaron cargos contra el autor de "Manhattan" y "Annie Hall".
La representante del director ha recordado que los expertos que trataron el caso concluyeron que "no había pruebas creíbles de abusos" y que Dylan Farrow no era capaz de "distinguir entre fantasía y realidad".
Allen, que tras la publicación de la carta de su hija fue visto en un partido de baloncesto en Nueva York, rechazó hacer comentarios a los periodistas, según varios medios locales.
En principio, Allen no podría ser perseguido por la justicia dado que los hechos se remontan a 1992 y habrían prescrito, según esos mismos medios.
La acusación salió originalmente a la luz en 1993, en medio de la tormentosa separación del actor y su pareja. Mia Farrow ganó en los tribunales la custodia de sus hijos.
Allen, que entonces tenía más de cincuenta años, había iniciado en esa misma época una relación con otra hija adoptiva de Farrow, Soon-Yi Previn, que tenía 19 años y con la que finalmente se casó en 1997.
Con información de EFE.