Entrevista
“Ximena Elizondo es un personaje que llevo en mi corazón”: Paola Rey habla del regreso de Pasión de Gavilanes
La actriz Paola Rey dialogó con SEMANA sobre el reto de interpretar, casi 20 años después, uno de los papeles que más le dio notoriedad en la televisión: Ximena Elizondo en Pasión de Gavilanes.
La actriz santandereana Paola Rey luce en la actualidad como en los días en los que interpretó a la romántica Ximena Elizondo en Pasión de gavilanes, la telenovela que conquistó los hogares de los colombianos en 2003.
De figura delgada y rostro de niña, parece salir ilesa del paso de los años y aún conserva ese aire angelical de hace dos décadas que la hizo brillar también en producciones nacionales como La baby sister, Las detectivas y el Víctor, La mujer en el espejo y Por qué diablos.
Por eso, no pocos se sorprendieron cuando reapareció en la piel de la menor de las Elizondo en la segunda temporada de Pasión de gavilanes, una novela escrita por el genial Julio Jiménez –inspirada en Las aguas mansas, también creada por él–. Una producción que pronto acaparó el interés de la audiencia y se convirtió en una de las novelas más vistas, incluso varios años después gracias a la popularidad de las plataformas de contenidos en streaming.
Casada con el también actor Juan Pablo Vargas, la actriz, de 41 años nacida en San Gil, dice haberse dedicado “a ser feliz” en todo este tiempo y a construir un hogar del que ya forman parte dos pequeños hijos: Oliver, de 8 años, y Leo, de 3.
Con SEMANA, Paola dialogó sobre el reto actoral de revivir a su personaje en Pasión de gavilanes, cuya segunda temporada Caracol Televisión traerá en 2023, y cuál es la receta para lucir como si el tiempo no pasara.
SEMANA: ¿Qué significó volver a meterse en la piel de Ximena, una de las hermanas Elizondo de Pasión de gavilanes, y revivir su relación con Óscar Reyes?
PAOLA REY: Creo mucho en el destino y este era un momento mágico para poder regresar con esta historia. Ha sido muy muy emocionante. Nunca me imaginé una segunda temporada de la novela, no se me pasó por la cabeza que realmente fuera realidad y creo que eso mismo le pasó al resto del elenco. Cuando me lo propusieron, me puse muy feliz porque y que me ha traído muchísimos regalos profesionales y de vida, y fue bonito rellenar la historia en estos 20 años en los que, claro, a cualquier persona le pasan muchas cosas. Contarles a los seguidores de esta historia qué fue de la vida de los personajes en todo este tiempo.
SEMANA: ¿Cómo evolucionó su personaje, que era casi una adolescente en esa primera parte de la novela?
Ximena tuvo una línea maravillosa en la primera temporada de Pasión de gavilanes. Era un personaje como de comedia, era la loca, la divertida de la historia. Quería conseguir un montón de sueños porque ella en realidad estaba empezando a vivir. Y en esta segunda temporada vemos a una mujer distinta: empoderada, que ha logrado sus sueños, que tiene al hombre que quiere, el trabajo que quiere, la vida que quiere. Pero, claro, como no todo es perfecto, vamos a ver que ahora sí le llegan las responsabilidades y las cargas de cuando uno crece. Entonces, ahora Ximena sufre de un montón de situaciones que no son tan divertidas, como en la primera temporada. Por eso, estoy segura de que muchas mujeres se van a identificar con lo que vive este personaje.
SEMANA: ¿Cómo explicar el éxito que sigue teniendo esta novela tantos años después?
Yo me siento muy afortunada y bendecida de haber formado parte de esta novela. Todos en este medio estamos buscando siempre la fórmula perfecta, y creo que no existe una fórmula perfecta para garantizar que una producción se convierta en un éxito del tamaño de Pasión de gavilanes, que incluso traspasó fronteras. En Colombia hemos tenido novelas muy bien hechas y con grandes actuaciones que, sin embargo, no tienen el éxito de audiencia que uno se imaginaría. Creo que a esta segunda temporada le ayudará que hace muy poco, en plena pandemia, con la gente encerrada en sus casas, repitieron la primera temporada en plataformas, y eso ha mantenido de cierta forma vigente la historia de Pasión de gavilanes. La gente se acuerda bien de la trama y de los personajes.
SEMANA: Quizá una de sus mejores armas son los libretos del genial Julio Jiménez.
Sí, Julio Jiménez escribe muy bien, por eso cada personaje queda muy bien definido. Esta novela tiene una combinación de grandes actuaciones, diálogos y una mezcla de historias, amores e intrigas que se robaron el corazón de la gente desde hace 20 años. Fue una combinación entre un gran libreto de Julio Jiménez e Iván Martínez, una gran dirección, un gran elenco, y todas las piezas se unieron e hicieron que Pasión de gavilanes fuera un éxito, que el público acogió de una forma que a nosotros mismos nos sorprendió en su momento.
SEMANA: Tanto fue así que la audiencia no dudó en volver a la novela casi 20 años después.
Sin el público, que es el que elige las producciones y las posiciona, Pasión de gavilanes no sería lo que es. Y ese cariño y compañía que nos hicieron durante 20 años hicieron que esta segunda temporada fuera una gran realidad.
SEMANA: ¿Qué personaje extrañó en esta segunda temporada?
Cuando se terminó la novela, hace 18 años, todos nos despedimos en medio de un abrazo fuerte, con todo el cariño, seguros de que tomaríamos caminos distintos y que este capítulo se cerraría. Y creo que ninguno se imaginó que nos volveríamos a reencontrar así de fácil en el mismo proyecto y con los mismos personajes. ¡Es una locura! No me imaginé que fuéramos tantos compañeros juntos. Es decir, reunirnos los seis con mi mamá (la actriz Kristina Lilley) y con Zharick León, por ejemplo. Y hay otros personajes que sin duda hicieron falta. Porque el recuerdo que uno lleva de este proyecto va en el corazón, y en el mío todos mis compañeros de set se quedaron.
SEMANA: ¿Cómo fue volver a trabajar con el actor venezolano Juan Alfonso Baptista, su pareja en la novela, Óscar Reyes?
Es como si nos hubiéramos quedado congelados en el tiempo, y de pronto pasan 18 años y nos volvemos a encontrar en el mismo punto en común. Para los dos fue fácil retomar donde habíamos quedado en la historia de la novela. Fue muy emocionante y la química actoral entre los dos seguía intacta, por fortuna. En las grabaciones del primer capítulo de esta nueva temporada no dejamos de sonreír, fue como de mucha alegría y de seguir autoconvenciéndonos de que sí era real y de que íbamos a volver a entrar en el mismo mundo.
SEMANA: Ahora también está en el cine. ¿Cómo será su personaje en la nueva película de Santiago Vargas?
Justamente, vamos a empezar en un par de semanas el rodaje, por eso el nuevo look que tengo ahora (cabello corto) y estoy además produciendo una película de animación. Estoy supercontenta, es una coproducción con Argentina. Y la realización y producción de un cortometraje que estoy haciendo con mi esposo y mi productora, con la que acabamos de hacer un documental. O sea, con muchos proyectos detrás de cámaras y delante de cámaras. Trabajando muy fuertemente.
SEMANA: Cómo hace para conservarse igualita a como la vieron hace dos décadas los colombianos en Pasión de gavilanes?
La verdad es que no hago nada especial. Lo único que he hecho conscientemente es tratar de llevar una vida sana y tranquila, junto con mi familia, mis hijos, y tratando de quererme todos los días y aceptarme como soy. Creo que en eso consiste realmente ser feliz. Y, cuando uno es feliz, eso se irradia en el exterior. La piel es el órgano más grande del cuerpo y refleja inevitablemente la vida que llevamos. Mi corazón y la paz interior se reflejan afuera.