“Diana era la santa y yo la pecadora”: Sarah Ferguson

Sarah Ferguson, duquesa de York, habló por fin sobre el mal final de su relación con su concuñada Lady Di, en entrevista para People. Fergie, como es conocida la exesposa de Andrés de Inglaterra, confirmó que cuando ella murió, en 1997, hacía un año que no se hablaban, aunque habían sido las inseparables estrellas de la realeza británica.

“Nunca supe la razón, excepto que Diana tenía algo en la cabeza sobre mí”, explicó. Según los rumores, la princesa se molestó con Fergie porque dijo que contrajo una verruga plantar luego de usar unos zapatos viejos de ella. “Traté. Le escribí cartas, pensando que cualquier cosa que hubiera pasado la sortearíamos”, aseguró Fergie. “Sabía que ella regresaría. Es más, el día antes de su muerte llamó a una amiga mía y le dijo: ‘¿Dónde anda esa pelirroja. Quiero hablar con ella’”. Fergie recordó algo que pocos saben, y es que eran primas en cuarto grado y que fueron muy amigas desde niñas. Sin embargo, no ocultó su resentimiento por el trato tan diferente que recibió de la prensa: “Ella era la bella, la santa; y yo, la gorda, la desaliñada, la pecadora”.

La ex del monstruo

Cuando estalló el escándalo de los múltiples abusos sexuales de Harvey Weinstein, que desató el #MeToo, su esposa, Georgina Chapman, no solo le pidió el divorcio, sino que se esfumó de la mirada pública, pues se sentía humillada y avergonzada. Además, no faltó quien la acusara de hacerse la de la vista gorda ante los desmanes de su marido –el cual perjudicó a unas 80 mujeres–, que ella dice ignorar por completo.

Cuatro años después, momento en que Weinstein paga una larga sentencia por algunos de sus delitos y sigue a la espera de más condenas, la dueña de la casa de modas Marchesa (favorita de las divas de Hollywood) ya no oculta su romance con Adrien Brody, conocido protagonista de El pianista.

La pareja, que sale desde el otoño pasado, fue una de las más comentadas en el Festival de Cannes, donde el beso que se dieron en la alfombra roja pareció ser una confirmación de que van en serio. Con eso, ella dejó atrás la funesta sombra del estar ligada al que fuera el rey Midas de Hollywood.

Le aguaron la fiesta

Tras su reciente vuelo al espacio, Jeff Bezos le agradeció al personal de Amazon, de la cual es fundador, porque su trabajo había pagado la hazaña. El tiro, no obstante, le salió por la culata, pues solo obtuvo reproches como respuesta. Unos llamaron el recorrido “un paseíto de rico” y otros fueron más duros.

La representante Alexandria Ocasio-Cortez, por ejemplo, dijo que los empleados pagaron, pero con “bajos sueldos, boicot al sindicalismo y un ambiente laboral frenético e inhumano”, recordando las acusaciones de que en Amazon la gente vive tan presionada por las cuotas de distribución de productos que se les prohíbe ir al baño durante la jornada. Otro congresista, Earl Blumenauer, manifestó que “si todos pagamos impuestos por los tiquetes aéreos, los multimillonarios que van al espacio sin hacer ningún aporte a la ciencia deberían hacerlo también”. De hecho, el vuelo sacó a relucir, otra vez, la versión de que Bezos, uno de los dos hombres más adinerados del mundo, no canceló sus tributos entre 2007 y 2011, según ProPublica.

Ninguna rubia tonta

En 2001, Reese Witherspoon causó sensación con su interpretación de Elle Woods, una niña bien que por su pasión por la moda y el rosado estaba llamada a cumplir con el cliché de que las rubias carecen de intelecto. No obstante, el deseo de reconquistar a un hombre la lleva a la escuela de leyes de Harvard y a destacarse como abogada, luego de que nadie diera un centavo por ella. Parecería una comedia romántica más, pero caló muy hondo, especialmente entre las mujeres que sienten que se les niega lo que ambicionan por su apariencia.

La película, con ganancias por 141 millones de dólares, fue el primer éxito de taquilla de Witherspoon y la convirtió en una de las más poderosas y mejor pagadas de Hollywood. Además, la obra se volvió un fuerte referente de la cultura popular y un reflejo de los cambios que se han operado en el feminismo en las últimas dos décadas. En 2022 se estrenará Legalmente rubia 3.

Suspenso truncado

En los últimos años se han vuelto frecuentes los fiascos en el anuncio de los ganadores de los premios más populares del espectáculo, y ahora el turno fue para el Festival de Cannes. La gala de cierre, por tradición, finaliza con la revelación de la cinta merecedora de la Palma de Oro, principal galardón de la competencia y que, por ende, provoca el máximo suspenso.

Este año, Spike Lee, presidente del jurado, arruinó la expectativa al comienzo de la velada, cuando, sentado junto a los otros jueces, tuvo un lapsus fatal. Al ser interrogado sobre cuál distinción se entregaría primero, él contestó con el nombre del filme ganador, el estrambótico Titane, mientras que su compañera, Mati Diop, se metía la cabeza entre las manos y los demás trataban de detenerlo. Pero fue demasiado tarde. “La embarré, no tengo excusa”, manifestó Lee en la posterior rueda de prensa.

El incidente, necesariamente, recordó cuando, en 2015, Steve Harvey dio por error como vencedora a la colombiana Ariadna Gutiérrez en Miss Universo. Dos años después, la entrega del Óscar terminó en escándalo porque Warren Beatty y Faye Dunaway anunciaron incorrectamente que La La Land había resultado ser la mejor película, cuando la triunfadora era Moonlight.

¿El paria?

Dos años después de que más de 25 mujeres lo denunciaran por abusos sexuales, Plácido Domingo sigue pagando las consecuencias del escándalo. El tenor es la atracción del Stone & Music Festival en Mérida (España), cuyo cierre protagonizará en septiembre. En principio, lo acompañaría la Orquesta de Extremadura, aunque múltiples voces pusieron el grito en el cielo en esa comunidad autónoma con el argumento de que no se debería financiar con fondos públicos a una “plaga sexual”.

Esto llevó al Gobierno local a retirar a la agrupación, lo que puso en crisis al certamen hasta que la Filarmónica de España aceptó actuar junto con Domingo. Debido a los graves señalamientos, el artista tuvo que renunciar a la dirección de la Ópera de Los Ángeles y no ha podido volver a cantar en Estados Unidos. Aunque primero pidió disculpas a sus supuestas víctimas, el músico luego negó las acusaciones.