El gran gesto de deportividad de Tom Dumoulin con Nairo Quintana

A comienzos de este siglo, el ciclismo era considerado uno de los deportes con más tachas. Los escándalos de dopaje encabezados por Lance Armstrong enlodaron una disciplina que en realidad es una de las más en la que hay más gestos de juego limpio y deportividad.

Una prueba de esto fue el proceder de Tom Dumoulin en la etapa 15 del Giro de Italia. Cuando quedaban 36 kilómetros y se hacía un acelerado descenso, Nairo Quintana se cayó y quedo retrasado del pelotón principal.

En ese momento el comando del grupo lo llevaba el Sunweb, equipo del líder de la ‘Corsa Rosa’, que hacía la persecución sobre los cinco fugados. Cuando el tulipán se dio cuenta de que el afectado era su archirrival ordenó a sus gregarios que frenaran el ritmo para esperar la recuperación del colombiano.

Con un claro gesto con su mano logró que la velocidad durante el descenso se disminuyera y des esta forma Nairo tuvo tiempo hasta de cambiar la bicicleta que le había entregado uno de sus coequiperos en el momento de la caída.

De esta manera, ‘la mariposa de Mantrich’ dio muestra de juego limpio y no se aprovechó de una circunstancia con la que le hubiera podido sumar más diferencia al escarabajo que se perfila para ser el corredor que más dificultades le puede presentar en la semana final del Giro.

Al final de la etapa, el grupo de los favoritos llegó junto para disputar la victoria y paradójicamente, ‘Nairnoman’ terminó descontando 6 segundos al llegar segundo en la etapa que pudo haber sido lapidaria si su principal contrincante se hubiera aprovechado de su caída.

Una muestra de juego limpio que nos recuerda la grandeza del deporte.