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Novichock: el neurotóxico que Rusia trata como una reliquia

La sustancia con la que fue envenenado el opositor ruso Alexéi Navalni, según el gobierno alemán, fue creada en los años 1970-1980, coincidiendo con las últimas décadas de la Guerra Fría.

3 de septiembre de 2020
Según el gobierno alemán, el opositor ruso Alexéi Navalni fue envenenado con esta sustancia. | Foto: AP

El Novichok, que sirvió para envenenar al opositor ruso Alexéi Navalni, según el gobierno alemán, es un grupo de agentes neurotóxicos rusos altamente peligrosos, vetado el año pasado por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (Oiac).

Su concepción por parte de científicos soviéticos se remonta a los años 1970-1980, coincidiendo con las últimas décadas de la Guerra Fría.

El Novichok ya había sido empleado en 2018 para envenenar al exespía Serguéi Skripal y a su hija Yulia en Salisbury (Inglaterra).

El Kremlin negó entonces toda responsabilidad y el caso provocó una crisis diplomática. En estos últimos días, Moscú aseguró "no tener ninguna prueba" de un envenenamiento de Navalni.

Como el famoso sarín o el VX, el Novichok ("pequeño nuevo") pertenece a la familia de agentes nerviosos, armas químicas que actúan sobre ese sistema del organismo.

Estas sustancias atacan una enzima llamada acetilcolinesterasa, cuyo papel es crucial porque destruye la acetilcolina, una molécula que actúa sobre la contracción de los músculos.

Cuando el agente nervioso bloquea esta enzima, la acetilcolina se acumula afectando el sistema nervioso: los músculos dejan de ser controlados, lo que provoca espasmos y puede provocar la muerte por asfixia.

Los agentes Novichok son ‘agentes binarios‘: "Las sustancias que los componen se transportan por separado y se mezclan para activar el veneno. Es extremadamente tóxico", explicó el doctor Richard Parsons, especialista en toxicología en el King‘s College de Londres, citado por el organismo británico Science Media Centre.

Estos venenos pueden ser administrados "introduciéndolos a través de la piel, por inhalación y por ingestión", según un experto de la universidad de Nottingham, el doctor Wayner Carter, citado por el mismo centro.

En noviembre pasado, la Oiac incluyó el Novichok en su lista de sustancias prohibidas, tras una decisión de sus 193 Estados miembro.

Se trató de la primera actualización de la Convención sobre la Prohibición de Armas Químicas desde su entrada en vigor en 1997. 

Descontaminación

Para combatir los efectos de los agentes nerviosos, el procedimiento médico clásico consiste en estabilizar las funciones vitales del cuerpo (respiración, ritmo cardiaco).

Paralelamente, hay que administrar atropina al paciente para bloquear los receptores de acetilcolina e impedir su acumulación en el sistema nervioso. Si el tratamiento funciona, el cuerpo evacua la sustancia tóxica y produce de nuevo la enzima.

Pero incluso si sobrevive, el paciente envenenado puede sufrir secuelas.

En 2018, Skripal y su hija sobrevivieron tras un tratamiento médico muy pesado. Pero una habitante de la región murió tras rociarse con el contenido de un frasco hallado por su compañero al creer que se trataba de perfume.

Según los investigadores, el frasco sirvió sin duda para enviar el Novichok desde Rusia. El compañero de la fallecida sobrevivió tras ser hospitalizado durante varias semanas.

"Es importante determinar cuándo y dónde fue administrado el veneno, para asegurarse de que el agente tóxico ya no está presente en el lugar donde fue diseminado", según Carter.

En Salisbury, el trabajo de descontaminación finalizó a principios de 2019, casi un año después del envenenamiento de Skripal. La casa del exespía ruso fue uno de los 12 lugares que se limpió con minuciosidad.

La existencia del Novichok fue revelada en los años 1990 por el químico ruso Vil Mirzaianov. Después de haber trabajado durante casi 30 años para el Instituto de Investigación del Estado para la Química y las Tecnologías Orgánicas, se exilió en Estados Unidos en 1995. 

"Solo los rusos" desarrollaron este tipo de agentes nerviosos, aseguró este químico a la AFP en marzo de 2018, durante el caso Skripal. "Siempre lo mantuvieron en secreto y siguen haciéndolo".

La versión de Rusia

Rusia negó el jueves cualquier implicación en el envenenamiento del líder opositor Alexéi Navalni, víctima según Alemania de un ataque con la sustancia.

"No hay ninguna razón de acusar al Estado ruso", dijo a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, añadiendo que el gobierno de Vladímir Putin está abierto al "diálogo" con Alemania, donde se encuentra Navalni, y con todos los países europeos sobre esta cuestión.

La Unión Europea volvió a exigir que Moscú "coopere plenamente con la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) para garantizar una investigación internacional imparcial", y advirtió que no excluye sanciones.

Por su parte, la Otan celebrará una reunión especial el viernes sobre el caso.

Según el Gobierno alemán, análisis efectuados por un laboratorio del Ejército muestran "pruebas inequívocas" de que el opositor ruso fue víctima de un envenenamiento.

Tras la confirmación de Alemania del envenenamiento, la economía rusa sufrió este jueves un fuerte revés, ante el temor a nuevas sanciones contra Moscú.

El rublo se hundió desde el miércoles por la noche a su nivel más bajo desde el pico de la pandemia de coronavirus en primavera.

"Las relaciones de Rusia con Occidente están de nuevo envenenadas por el Novichok", escribió el jueves el diario ruso "Kommersant".

Esta situación también podría tener efectos nefastos en el proyecto de gasoducto Nord Stream 2, que debe suministrar gas ruso a Europa, y sobre todo a Alemania. Aunque está casi acabado, las obras están paralizadas desde hace meses debido a las amenazas de sanciones de Estados Unidos.

Hasta ahora, Alemania, principal país europeo en el proyecto, condenaba la posición de Washington.

Pero "Bild", el diario más leído en Alemania, instaba este jueves a suspender el proyecto. "Si el gobierno (alemán) no cesa la construcción de Nord Stream 2, pronto financiaremos (con este proyecto) los ataques con Novichok de Putin", afirmó.

Peskov tachó estos comentarios de "declaraciones emocionales" e insistió que el proyecto del gasoducto era "de interés para Rusia, Alemania y todo el continente europeo".

Explicaciones "urgentes"

Navalni, abogado de 44 años conocido por sus investigaciones sobre la corrupción en las élites rusas, fue hospitalizado a finales de agosto en Siberia tras sentirse muy mal en un avión.

Fue luego transportado a Berlín, a instancias de la familia, e ingresado en el prestigioso hospital de la Charité, donde sigue "en estado grave".

El Gobierno alemán condenó "este ataque en los términos más firmes" y pidió a Rusia explicaciones "urgentes" sobre este envenenamiento.

La canciller alemana, Angela Merkel, dijo que "esto plantea cuestiones muy serias que solo Rusia puede y debe responder".

Por su parte, Peskov insistió el jueves en el hecho de que "ninguna sustancia tóxica" fue detectada por los médicos rusos antes del traslado de Navalni a Berlín. 

También lamentó el "déficit" de informaciones sobre los análisis efectuados en Alemania y pidió a los "socios en Alemania y en otros países europeos que no hagan juicios precipitados".

Por otra parte, el presidente bielorruso Alexander Lukashenko, que enfrenta un movimiento de protesta sin precedentes en su contra, aseguró el jueves que tenía la prueba de que este envenenamiento era una "falsificación" de los países occidentales para disuadir a Moscú de intervenir en Bielorrusia. 

Con información de la AFP.

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