Líderes empresariales, el legado
Amarilo: nuevas apuestas para el desarrollo sostenible en las regiones de Colombia
Para Roberto Moreno, presidente de Amarilo, generar bienestar ha sido una prioridad en los más de 30 años que lleva la constructora. desde Ciudad Verde en Soacha, referente del modelo Ciudad dentro de Ciudad, del cual es pionero en el país, hasta Quora, el proyecto de renovación urbana que se edificará en el corazón de Bogotá.
Roberto Moreno siempre quiso ser un empresario de la construcción. Por eso estudió ingeniera industrial y economía. Vivió durante 19 años en Florida, donde participó en la edificación de proyectos y negocios de finca raíz. A su vida en Estados Unidos, que le dio la posibilidad de ver el mundo desde otra perspectiva, atribuye el espíritu innovador de Amarilo. Su misión ha sido impactar positivamente la calidad de vida de los colombianos, apostándole al mejoramiento de su entorno, su bienestar y al progreso y crecimiento del país.
¿Cuál fue el primer proyecto de Amarilo?
ROBERTO MORENO: Tunal Reservado, en Ciudad Tunal. Eran dos etapas de 400 apartamentos de interés social cada una. Luego llegaron oportunidades para construir en Cedritos, Pontevedra y Hayuelos, entre otros.
¿Cómo nació el concepto de Ciudad dentro de Ciudad?
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R.M.: Estando como presidente de la junta de Camacol abrimos el debate de cómo hacer grandes intervenciones urbanas para vivienda de interés social, con un urbanismo completo y de alta calidad, que le permitiera a las familias contar cerca con centro comercial, centro de salud, colegios, etcétera. A raíz de esto, nació el concepto y el primer gran proyecto bajo este modelo: Ciudad Verde, en Soacha, con un total de 52.000 viviendas.
¿Qué lo inspiró?
R.M.: Mi vida en Florida. Tenía el sueño de construir en Colombia un suburbio al estilo gringo capaz de transformar el estilo de vida de las personas, un desarrollo que permitiera que las personas pudieran salir a montar bicicleta, caminar, y llevar a sus hijos al parque en un entorno seguro. Mientras soñaba, apareció un lote en Chía de 200 hectáreas, que pertenecía a una familia a la que le contamos este sueño y confió en nosotros. Así nació la urbanización Fontanar (1.399 casas) y un gran centro comercial. Sin embargo, reflexioné sobre el hecho de que le estábamos llegando al tope de la pirámide y no a la base, cuando el 70 por ciento de las familias colombianas ganan menos de cuatro salarios mínimos. Así nació Ciudad Verde, en colaboración con otros desarrolladores. Hoy tenemos diez grandes proyectos bajo este modelo, y ocho agrupaciones sociales.
¿Cómo lograron que las personas aprendieran a convivir en propiedad horizontal?
R.M.: El acompañamiento social, entregarles herramientas para que se autogestionaran y construyeran una bonita comunidad, fue clave. Esto también lo aprendí de mi vida en Florida. Cuando alguien se trastea, allá llega el vecino con un ponqué a darle la bienvenida, es parte del trabajo de las asociaciones de vecinos. Para mí esto es algo muy importante, porque construir no solo es desarrollar viviendas, es generar tejido social y cohesión con las comunidades.
¿Cuántas crisis les ha tocado afrontar?
R.M.: Las del 82, el 95, 99, cuando por primera vez en Colombia, después de 50 años, tuvimos crecimiento negativo. Había problemas de seguridad, desconfianza y mucho pesimismo, y la crisis financiera de 2008. De esta resultaron grandes aprendizajes, como prevender con fiducia y capitalizar los proyectos. Pero los países no se acaban. Un profesor me decía: “Crisis no hay muy a menudo, aprovéchelas”, y eso ha sido un principio. Como marinero aprendí a no perder el rumbo y a que un mar calmado nunca a hecho a un buen marinero. Por eso nos enfocamos en quejarnos menos y hacer más.
Quora es parte del ecosistema del Grupo Amarilo y una empresa de Guatemala, ¿cómo avanza este trabajo conjunto?
R.M.: Quora es una de las más grandes apuestas que hacemos en Bogotá. Cimento, que son los estructuradores y operadores de Fontanar y Arkadia, modelo de único dueño, lidera el proyecto. Las inversiones se canalizan a través de Yellowstone, empresa del Grupo Amarilo que nos apoya a hacer realidad los proyectos de gran envergadura; y Amarilo construye. Desde el lanzamiento del componente de vivienda que fue en el mes de octubre, hemos vendido más del 70 por ciento de dicho proyecto de vivienda, que abriremos al público en un poco más de 4 años.
¿Dónde estarán las próximas grandes apuestas de Amarilo en las regiones?
R.M.: Ya llegamos a Medellín, que es un mercado muy competitivo, con un proyecto en Ciudad del Río; en Antioquia también avanzamos con proyectos en Rionegro y en Pereira estamos estructurando uno muy grande en Cerritos. En las regiones procuramos siempre trabajar con los locales para generar mayor valor. El plan siempre ha sido transformar positivamente a las ciudades.
¿Cuál es la clave para construir en Colombia?
R.M.: El trabajo mancomunado entre el sector público y privado y la apuesta en políticas que logren incentivar la vivienda en el país, como fue el caso de Mi Casa Ya, han sido claves para el progreso y el desarrollo del país, pues han incidido significativamente en la disminución del déficit habitacional en Colombia, en el desarrollo de las regiones y en la calidad de vida de miles de familias que logran acceder a una vivienda propia. La historia nos ha mostrado que cuando nos unimos hacemos grandes cosas, sobre todo en momentos de crisis, en donde el trabajo en equipo y las relaciones de confianza han sido vitales para lograr la reactivación.
¿Cuál es su consejo para las futuras generaciones?
R.M.: Hay que soñar en grande, y a largo plazo; aportar a la sociedad y trabajar de la mano de la sostenibilidad.
*Contenido elaborado con apoyo de Amarilo.
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