Así logra esta importante institución de salud llegar con servicios de alta calidad a 500 municipios de Colombia

La Fundación Santa Fe de Bogotá ha desarrollado 400 proyectos de salud comunitaria en 500 municipios del país durante los últimos cinco años.

La Fundación Santa Fe de Bogotá decidió traspasar las fronteras de la capital del país para construir comunidades saludables en toda Colombia. Esto lo ha logrado con iniciativas que van más allá de la prevención y mantenimiento en salud. Por ejemplo, ha coordinado una estrategia de salud mental en la ciudad de Sogamoso, Boyacá; expandió sus servicios y acciones a regiones como el Caribe, el Eje Cafetero y Chocó, e implementa estrategias para frenar los casos de dengue.

Su historia, sin embargo, está ligada a la expansión de Bogotá. Nació en 1972 con el propósito de servir e impactar positivamente el bienestar de individuos y comunidades. La señora Gloria González de Esguerra, esposa del cofundador, el doctor Alfonso Esguerra Fajardo, y bisnieta de don Pepe Sierra, donó el lote donde se construyó el hospital que hoy conocemos, con la condición de que la entidad trabajara por la gente. Según el director general de la entidad, el doctor Henry Gallardo Lozano, la Fundación nació primero visitando barrios, municipios y poblaciones para construir con las comunidades un proceso de mejora de su situación de salud. Al mismo tiempo, con la apertura del hospital en 1983 se implementaron servicios de salud de alta calidad. “De esa manera empieza una historia de búsqueda permanente por una mayor equidad y un esfuerzo incansable de construir comunidades saludables”.

Durante este trabajo con las comunidades, la Fundación ha recorrido los 32 departamentos y más de la mitad de los municipios del país, desarrollando cerca de 400 proyectos de salud. En la actualidad, presta servicios en diez sedes, cuenta con un equipo humano de 4.900 personas y desarrolla alianzas nacionales e internacionales para la educación, investigación y transferencia de conocimiento. “Con un esfuerzo gigante en transformación digital e innovación, todo esto enmarcado en una cultura de profundo orgullo de quienes servimos desde acá para ofrecer actividades comunitarias y prestación de servicios de salud integrales centrados en la persona”.

Dos de los proyectos que mejor evidencian esta expansión son el Hospital Serena del Mar, que opera desde 2021 en Cartagena y que ha extendido la cobertura en salud y los programas comunitarios en la región, y el proyecto Tatamá- Fundación Santa Fe, un hospital de alta complejidad que se construirá en Pereira, entrará en funcionamiento en 2026 y beneficiará a cerca de 3 millones de personas en Risaralda, Caldas, Quindío, Chocó y el norte del Valle del Cauca. Este último proyecto se desarrolla en alianza con la Fundación Santo Domingo y la Fundación Tatamá.

Salud para todos

Para desarrollar su trabajo comunitario, la Fundación establece alianzas con entidades territoriales y locales de los municipios o barrios en los que interviene, y organismos internacionales. Según el director del eje de Salud Poblacional, el doctor Darío Londoño, estas alianzas y la integración con la comunidad son claves para que las estrategias funcionen. “Sabemos que la comunidad es la que tiene la información, así que construimos con ellos las soluciones que se requieren. Tratamos de fortalecer la situación en esos sitios para que posteriormente la comunidad pueda dar continuidad a los procesos. Estos modelos los hemos venido organizando para que se puedan replicar en cualquier otro lugar del país, con los ajustes pertinentes”, explicó.

Aunque son numerosas las experiencias, el doctor Londoño destacó las líneas de acción materno-infantil, infecciones por vectores y salud mental. “Todo lo que hagamos durante el embarazo y en las primeras etapas de la vida va a repercutir no solo en ese momento sino en el curso de vida de la persona, hasta un envejecimiento muy saludable, que hoy es de suma importancia”, precisó.

La atención y prevención en salud mental también ha sido vital. “Revisando las estrategias nos dimos cuenta que en Sogamoso había una alta tasa de suicidios en niños de 11 a 13 años, así que decidimos trabajar con ellos para ver qué estaba pasando. Comenzamos midiendo la inteligencia emocional y brindando estrategias de afrontamiento, y con los datos encontrados se inició un trabajo con colegios que involucró a profesores, estudiantes y padres de familia, para mejorar los aspectos donde había falencias”, señaló.

En cuanto a las infecciones por vectores como el dengue, la malaria y el chikungunya, aseguró que han adelantado acciones en varios territorios para tratar de disminuir los casos y que las comunidades se apropien de lo que tienen que hacer para que esto sea posible. “Buscamos también impactar las políticas públicas para que la intervención sea completa, que haya un trabajo intersectorial orientado a la salud y al entorno”, advirtió. Finalmente, el doctor Gallardo concluyó con un llamado a la acción: “Si bien hay proyectos comunitarios que involucran a comunidades pequeñas, hay otros como la Encuesta Nacional de la Situación de Salud (ENSIN) en los que involucramos a 52.000 hogares y del cual queda un tremendo trabajo de diagnóstico y acciones concretas para mejorar la situación nutricional del país”.

Innovación al servicio de todos

“La transformación digital y la innovación nos sirven para trascender fronteras, ser mucho más eficaces en los resultados de salud y para que la experiencia de las personas sea profundamente mejor”, explicó el doctor Gallardo y enfatizó en que la Fundación, en alianza con otras entidades, cuenta con plataformas digitales que han contribuido a transformar situaciones complejas como el embarazo adolescente y la salud mental, y que ya cuentan con alrededor de 6 millones de usuarios en el país, e incluso en el mundo. ‘Háblalo’, ‘Embarazados’, ‘Piénsalo’, ‘Sexperto’ y ‘Porque quiero estar bien’ están disponibles de manera gratuita y brindan información y orientación.

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