Especial Lideres Empresariales
Conozca al abogado que cambió la historia de los derechos laborales de los maestros en Colombia
El abogado Yobany López Quintero, fundador de López Quintero Abogados & Asociados, se ha dedicado a defender los derechos de los maestros del país. En esta entrevista hace un repaso de las principales victorias y de cómo llegó a las regiones para cambiar la vida de las comunidades.
Desde hace 24 años, Yobany López Quintero, fundador de López Quintero Abogados & Asociados, se dedica a defender los derechos de los docentes en Colombia. Ha sido un trabajo arduo, porque se encontró con muchos deberes incumplidos por parte del Estado, en términos pensionales, de cesantías, bonificaciones y de otras obligaciones económicas. Hoy, luego de varias batallas jurídicas ganadas que reconfirman el rol vital de los maestros en nuestro país, sueña con algo particular: que su trabajo disminuya, pues esto significaría que los derechos de los profesores se están respetando.
¿Qué lo motivó a dedicarse a defender los derechos de los docentes en Colombia?
YOBANY LÓPEZ QUINTERO: Soy hijo de maestros. Cuando salí de mi carrera vi la problemática de la demora en el pago de sus cesantías, la falta de liquidación de sus pensiones y el impago de unas primas por ser empleados públicos. Me encontré con una desidia del Gobierno nacional para atender esas peticiones, que eran totalmente justas. Mejorar eso es importante porque los maestros son la base de la pirámide de la formación de la sociedad. Por eso comencé a profundizar mis estudios en legislación docente desde hace unos 24 años. En ese trasegar entendí que el tema económico no es lo primordial, también es un tema de reivindicación. Hoy nos mueve la redignificación del magisterio colombiano.
¿Cuál fue la enseñanza más importante que le dejaron sus padres?
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Y.L.Q.: Mis padres siempre fueron dirigentes sindicales, gremiales y sociales, con una gran preocupación por la defensa de los derechos de los maestros. Mi padre, por ejemplo, fue muchos años vicepresidente de Fecode, de un sindicato de maestros en el Quindío y también fue uno de los corredactores del Estatuto 2277 y de los promotores de la creación del Fondo Nacional de Prestaciones del Magisterio (Fomag). Y mi madre me enseñó mucho con su acompañamiento en el tema educativo. Esto permitió un crecimiento familiar en el conocimiento histórico de la lucha docente y un gran interés por su reivindicación, al lado de mis hermanas Laura Marcela López Quintero y Diana Carolina Alzate Quintero.
¿Qué ha podido lograr?
Y.L.Q.: Hemos instalado varios procesos jurídicos de muy alta envergadura porque a los docentes no se les reconocía una prima de servicios que sí tenía el resto de empleados públicos. Ante la Corte logré demostrar hace 11 años que ellos también tenían ese derecho. También logramos demostrar la aplicabilidad de una bonificación pedagógica que estaba establecida desde hace 40 años, y además conseguimos el pago de primas vacacionales proporcionales al trabajo del maestro, luego de una asesoría integral a los sindicatos y al gremio docente. Además, hemos recuperado las pensiones de jubilación de unos 50.000 maestros en compatibilidad con su salario, a los que el Gobierno se las había negado. En ese trasegar, me encontré con que a los maestros les demoraban las cesantías hasta cinco años, cuando al resto de empleos del país público se les demoraba diez días, eso pudimos corregirlo. Pudimos cambiarlo por medio del Consejo de Estado y de la Corte Constitucional. Han sido grandes discusiones que se han tenido que llevar hasta las altas cortes, y que han permitido que los maestros puedan avanzar en los temas jurídicos. Ahora estamos buscando que los maestros adscritos al Decreto 1278 puedan seguir trabajando cuando lleguen a su pensión de jubilación.
Esa labor ha podido llevarla a varias regiones del país…
Y.L.Q.: Uno de nuestros grandes diferenciales es que escuchamos a la gente en las regiones, incluso en territorios donde hay una gran complejidad de conectividad. Procuramos que los maestros se mantengan informados sobre todos sus derechos para que sientan una protección legal y que cuentan con un abogado con todo el profesionalismo. Sobre todo, porque nuestra oficina cobra los honorarios solo si el proceso es favorable. Eso genera confianza en la comunidad. La defensa de los derechos de los docentes no se reduce a sus beneficios económicos. Esta reivindicación tiene un gran impacto en toda la comunidad. Los maestros cuando tienen mejores ingresos y condiciones cambian comunidades enteras, porque son muchos y movilizan las economías internas.
¿Cuál le gustaría que fuera su legado?
Y.L.Q.: Nuestra oficina de abogados cambió la historia de las reclamaciones jurídicas en el país. Los abogados siempre atendían desde Bogotá. Nuestro legado es que llegamos a las regiones a escucharlos. Yo tengo un postulado: mis oficinas no están en edificios, sino en sitios a donde el maestro pueda acceder fácilmente, porque nosotros atendemos a personas de la tercera edad. Queremos disminuir esas distancias que existen entre abogados y clientes. Lo ideal sería que los derechos laborales se reconocieran sin necesidad de recurrir a instancias jurídicas, que no existan reclamaciones de este tipo.
Esa preocupación por los derechos laborales se ejemplifica en su propia estructura organizacional...
Y.L.Q.: Sí, hoy trabajan al servicio de nuestra empresa 250 mujeres, todas cabezas de hogar, abogadas y dependientes judiciales en el ejercicio de su profesión. Procuramos defender los derechos de las mujeres en esta compañía. Queremos darles la oportunidad de tener un presente y futuro con formalidad, con todas las prestaciones, beneficios y bonificaciones, para que junto a mi familia podamos dar todos los días bienestar a los docentes y sus familias.
*Contenido elaborado con el apoyo de López Quintero Abogados & Asociados.