Demencia y alzhéimer, ¿son lo mismo?

Para resolver esta confusión, que es muy común entre las personas, es necesario remitirse a la definición clínica de ambos términos. Como explica el neurólogo Fernando Jiménez Colocasio, la demencia no es una enfermedad específica, sino que se trata de un conjunto de síntomas asociados con el deterioro de las capacidades cognitivas superiores, como la memoria, el lenguaje, la concentración, el razonamiento y el juicio.

Alzhéimer, la demencia más frecuente y conocida

La demencia puede ser provocada por muchas condiciones diferentes, y, entre ellas, la más común, es la enfermedad de Alzheimer. Esta es una enfermedad neurodegenerativa progresiva, que se manifiesta con el deterioro de las capacidades cognitivas debido a la destrucción y muerte de las células nerviosas.

Inicialmente, una persona que desarrolla alzhéimer empieza a olvidar situaciones recientes, aunque conserva la memoria a largo plazo, hasta que los síntomas se agravan y con el avance de la enfermedad se deteriora significativamente esta capacidad. Aunque el principal factor de riesgo conocido es la edad, también puede presentarse de forma temprana por una predisposición genética.

Otros tipos de demencia

El alzhéimer no es la única forma de demencia. Existen otras condiciones, cada una con una causa diferente y que afecta de maneras distintas al paciente. Entre las más comunes se encuentran:

• Demencia con cuerpos de Lewy: causa alucinaciones visuales y dificultades con el movimiento.
• Demencia frontotemporal: altera la personalidad y en ocasiones el lenguaje, pero no se afecta de forma importante la memoria.
• Demencia vascular: normalmente ocurre después de un accidente cerebrovascular, debido a un daño ocasionado en un área del cerebro que afecte las funciones cognitivas.
• Demencia relacionada con el Parkinson: altera, principalmente, la atención y el manejo de la información espacial. La pueden presentar algunos pacientes con la enfermedad de Parkinson.