Construcción
Déficit de vivienda en Bogotá: esto proponen las constructoras para superarlo
La demanda de viviendas sigue creciendo, pero las dudas que genera el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) preocupan al sector. Es urgente agilizar las mesas de trabajo para discutir el tema.
Según la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), regional Bogotá y Cundinamarca, el año pasado el sector registró cifras récord en la capital del país: se comercializaron 50.353 unidades de vivienda en Bogotá y 31.129 en Cundinamarca. Además se demandaron insumos por 6,9 billones de pesos y se generaron 370.000 puestos de trabajo.
Roberto Moreno, presidente de la constructora Amarilo, afirma que gracias a que este sector fue uno de los primeros en retornar a las actividades durante la pandemia en 2020, no solo se le dio un respiro a la economía y se dinamizó el mercado, sino que fue posible atender las necesidades de las familias que durante el tiempo de encierro empezaron a buscar nuevos tipos de viviendas que se adaptaran mejor a sus nuevas necesidades.
“Mayor iluminación, terrazas, espacios de trabajo y áreas verdes son las características que hoy se buscan en una vivienda. Justamente, gracias a que adaptamos nuestras propuestas, durante 2020 y 2021 vendimos casi un millón de viviendas a nivel nacional, y esperamos que esta dinámica se mantenga en el mediano plazo”, afirma Moreno.
Los cambios del sector, sin embargo, no se limitan al tipo de vivienda que hoy en día buscan las personas. Jorge Luis López, presidente de la constructora Apiros, asegura que hay retos adicionales en el mercado, entre ellos el tamaño y factores como el estacionamiento, la definición de las cargas de Vivienda de Interés Social (VIS) y No VIS, y la reglamentación que gira en torno al uso del espacio público.
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A trabajar en el POT
Los conocedores del tema afirman que el sector de la construcción debe trabajar en conjunto para lograr buenos desarrollos tanto de vivienda como de ciudad. “Los proyectos solo son sostenibles y viables si se triangulan esfuerzos entre distintos actores como constructores, autoridades locales o nacionales y las comunidades. Creemos que el logro de estas alianzas es la construcción de confianza, alineación de objetivos y priorización de necesidades”, advierte López.
Hoy, uno de los grandes retos para satisfacer la demanda de vivienda es el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), el cual se decretó el pasado mes de diciembre y no ha sido bien recibido. Alejandro Callejas, gerente de Camacol Bogotá y Cundinamarca, asegura que “este año arrancó con un sabor agridulce para nuestra actividad, pues aunque las cifras son positivas, la incertidumbre que genera un POT sobre el que no hay claridad técnica ni jurídica hace que el panorama sea inestable”.
Por ejemplo, Callejas afirma que el POT decretado no proporciona los instrumentos suficientes para cumplir con la demanda, pues el documento proyecta la construcción de vivienda para solo 589.000 hogares, mientras que el Dane estima que la demanda será de más de un millón debido al crecimiento demográfico, la migración y la recomposición en el tamaño de las familias.
En ese sentido, el presidente de Amarilo agrega que se deben agilizar las mesas de trabajo para volver el POT mucho más eficiente para concentrarse en la renovación urbana y en trabajar por la ciudad que todos sueñan.