Especial de Movilidad y Transporte
¿Desaceleración temporal? Este es el panorama de la industria automotriz en Colombia
El sector automotor colombiano se encuentra en un momento de transición. La velocidad de su recuperación dependerá de la evolución de la economía y de políticas públicas que contribuyan a su reactivación.
La industria automotriz enfrenta un panorama desafiante. Las ventas de vehículos han venido disminuyendo consistentemente en los últimos años, alcanzando niveles históricamente bajos en 2023, cuando disminuyeron 29 por ciento, con solo 186.222 vehículos nuevos comercializados, comparado con los 262.338 de 2022, es decir, 76.116 unidades menos.
Los reportes gremiales indican que en Colombia se vendieron 58.688 automóviles. El líder fue Renault, con el 23 por ciento del mercado; seguido por Chevrolet, con 13 por ciento, y Mazda y Kia, con 12 por ciento cada uno. En vehículos comerciales de carga liviana se vendieron 4.776 unidades, y en el segmento de utilitarios (SUV) 85.503 camionetas. En cuanto a carga pesada, se comercializaron 3.563 unidades. Además, de 11.214 unidades de carros eléctricos.
La baja demanda de vehículos se debe a factores como la desaceleración económica, que ha reducido el poder adquisitivo de los consumidores; las tasas de interés, que aunque han bajado en los últimos meses siguen altas para el mercado, y el elevado precio de los combustibles.
“Los principales retos del sector para este año son la falta de confianza de los consumidores y las altas tasas de interés a las que se enfrenta el sector financiero. Si bien entendemos que es un proceso paulatino que se hace de la mano del Banco de la República, tiene implicaciones directas en el mercado”, reconoció Eduardo Visbal, vicepresidente de Comercio Exterior y Sector Automotor de Fenalco.
Tendencias
En mayo de 2024, según el Índice de Confianza del Consumidor (ICC), la disposición a comprar vehículos registró un balance de -55,5 por ciento, lo que representa un aumento de 0,3 puntos porcentuales respecto al mes anterior (-55,8 por ciento). Comparado con mayo de 2023 (-66,7 por ciento), la disposición a comprar vehículos aumentó en 11,2 puntos porcentuales.
Se necesita un plan de reactivación
Las perspectivas para 2024 indican que se venderán entre 180.000 y 190.000 unidades. Por eso, los gremios hablan de la importancia de reactivar este sector, pues es un gran generador de empleo. “El mercado de vehículos no corresponde únicamente a productos importados. Colombia tiene una industria nacional automotriz que genera alrededor de 300.000 empleos a lo largo de toda su cadena productiva. Ante los volúmenes de ventas que está teniendo el sector, urge un plan de reactivación industrial en donde el Gobierno incluya a la industria como un aliado en sus estrategias para avanzar en su política de movilidad sostenible y transición energética”, señaló Karol García, directora de la Cámara Automotriz de la Andi.
Para reactivar el sector también se necesita que el Gobierno ejecute los planes de renovación y ascenso tecnológico que están contenidos en el Plan Nacional de Desarrollo, lo cual incentivaría la compra de vehículos nuevos mediante la entrega de bonos y acceso a crédito con tasas diferenciales y preferenciales para vehículos de bajas emisiones.
“También los gobiernos locales deben crear programas para renovar las flotas de vehículos en sus ciudades, ya que esto mejora sus niveles de competitividad en los territorios”, agregó García.
El índice de motorización en el país es bajo, con aproximadamente 87 vehículos por cada 1.000 habitantes, y el parque automotor envejece constantemente, con una edad promedio de más de 17 años en Bogotá. Según Visbal, con un ecosistema de incentivos de parte del Gobierno también se avanzará en la meta de descarbonizar el sector.
Además, al garantizar el ingreso de nuevos vehículos se promueve el empleo y se activa la cadena logística y productiva. “Existe todo un comercio alrededor de esta industria como concesionarios, talleres y lavaderos de autos, y sobre todo garantiza que el parque automotor se renueve”, explicó García.
Beneficios e incentivos
Esta crisis podría ser la oportunidad para reestructurar la industria y enfocarse en la producción de vehículos más eficientes y sostenibles. García cree que el futuro del sector estará marcado por el crecimiento de la movilidad eléctrica e híbrida, impulsada por la transición energética y la necesidad de reducir las emisiones contaminantes.
“Un tema que nos llama mucho la atención es el crecimiento de los vehículos híbridos, que van a una velocidad muy dispar de los vehículos eléctricos. Estamos hablando que se vendieron 27.813 vehículos híbridos nuevos versus 3.677 eléctricos el año pasado. Es decir, una relación de uno a diez en una clara ventaja para los híbridos. Esto nos aleja de avanzar en electrificación y cumplir las metas que se ha puesto el país de tener 600.000 vehículos eléctricos para 2030″, reveló García.
Según datos del RUNT, a mayo de 2024 el parque automotor colombiano contaba con 7.175.888 vehículos, de los cuales solo 104.000 (1,5 por ciento del total) son de tecnologías de bajas y cero emisiones. “Es crucial revisar los beneficios arancelarios y de circulación para los vehículos híbridos, considerando que sus beneficios ambientales varían según su nivel de hibridación. Además, debemos fomentar el crecimiento de los vehículos eléctricos, que son cero emisiones”, agregó García.
Para los expertos, vale la pena revisar lo que se viene haciendo en la Unión Europea, en donde se ofrecen incentivos para vehículos de bajas y cero emisiones, que van desde bonificaciones o primas a los compradores, hasta reducciones o exenciones de impuestos. Otro caso que vale la pena analizar es el de Estados Unidos, que cuenta con ocho programas federales de incentivos, entre los cuales se incluyeron el desarrollo de proyectos de investigación en tecnologías amigables con el medio ambiente y créditos especiales para la compra de vehículos con esas tecnologías.