Especial Equidad de género
El 62,5 por ciento de las empresas que se crearon en Colombia en 2022 están lideradas por mujeres. Así se mueven los emprendimientos femeninos
A pesar de los riesgos y desafíos de emprender, cada vez son más las mujeres que se animan a tener un negocio propio. Aquí algunas historias inspiradoras.
El emprendimiento impulsa la participación de las mujeres en el ecosistema empresarial y genera nuevas oportunidades de ingresos que les permiten cumplir sus sueños. A pesar de que aún existen grandes desafíos, en 2022 se crearon más de 310.000 empresas en el país, de las cuales el 62,5 por ciento son lideradas por mujeres, de acuerdo con Confecámaras.
“Entre más común se vuelva que podamos ser empresarias, menos miedo les va a dar a otras mujeres arriesgarse y emprender. Un porcentaje pequeño es el que está dispuesto a romper las reglas, los ciclos y desafiar la realidad, y eso es lo que queremos cambiar”, aseguró Daniela Carvajalino, CEO y fundadora de The Biz Nation, una plataforma de educación en línea y capacitación corporativa.
Según Carvajalino, una de las herramientas que contribuye a incrementar la participación femenina es la educación desde edades tempranas para estimular la creatividad y el desarrollo de habilidades financieras. Además, advirtió que un elemento clave es visibilizar a más emprendedoras exitosas para que a través de sus historias y experiencias puedan inspirar a otras mujeres.
Una de las referentes más reconocidas en el país es Andrea Arnau, inversionista en startups de América Latina y tiburona de Shark Tank en Colombia y México. Arnau advirtió que “es fascinante ver tanta diversidad de emprendimientos” y agregó que las mujeres deben lanzarse. “Hay que pensar en lo que viene, pues los negocios más interesantes son los que se adelantan a los hábitos del consumidor”, dijo.
A continuación, compartimos algunas historias de mujeres que se han lanzado a hacer empresa y hoy son un referente para otras mujeres que también quieren soñar en grande.
Experiencia retadora
Calo Jabones arrancó como un proyecto ambiental dedicado a la fabricación de jabones biodegradables a partir del aceite de cocina usado (ACU). Según contó Daniela Carvajal, cocreadora del emprendimiento, lo que empezó como un hobby que le apostaba a la economía circular y a combatir la problemática ambiental, en 2021 logró pasar por un proceso de formalización y constitución para hacerse empresa.
También fue uno de los ganadores del programa ‘El poder de dar una mano’, organizado por el centro comercial Unicentro Bogotá en alianza con la Fundación Colombia Comparte, para apoyar el crecimiento de nuevos emprendedores en el país. Carvajal reconoce que crear empresa es retador porque hay que enfrentarse a desafíos como roles de ventas, logística y community management, entre otros. “Ahora, como mujeres tenemos un reto extra y es mostrarnos y que nos vean. Ha sido un reto bonito. Me he puesto al frente de la empresa, soy la que habla y va a las reuniones. Incluso, ha sido enriquecedor encontrarme en espacios en los que soy la única mujer”.
Con aroma de mujer
Kolado Caffé es un proyecto que busca innovar en la comercialización del café colombiano a través de un empaque portable denominado FILS (bolsas filtrantes individuales de café), un sistema que promueve un estilo de vida ‘On the Go’ con una presentación que facilita el consumo. El café es cultivado y seleccionado por campesinos, y se procesa con métodos naturales y con una calidad tipo exportación.
Maria Isabel Mejía, socia fundadora del emprendimiento, contó que, como mujer, madre y esposa, el gran logro del proyecto ha consistido en equilibrar todos los aspectos de su vida. “Los desafíos son permanentes y exigentes, y más cuando eres mujer, porque debes luchar por la atención y el respeto hacia lo que haces. Además, hay que mantener la innovación y frescura de la marca para continuar atrayendo a los clientes y lograr su fidelización”, concluyó.
Emprender en educación
Tal vez uno de los retos más grandes que tienen los emprendedores es fortalecer los proyectos que están destinados a crear soluciones de alto impacto y contribuir al desarrollo sostenible del país, sobre todo en las regiones. Ese ha sido el desafío de Poderosas, una fundación que nació con la idea de hablar abiertamente sobre la importancia de la educación en derechos sexuales y reproductivos, embarazo adolescente, menstruación y violencia sexual, entre otros temas.
Su directora, Mariana Sanz de Santamaría, aseguró que emprender ha sido el desafío más grande que ha tenido como mujer, porque ha visto de cerca el miedo que genera el fracaso. “Emprender en educación ha sido educarme a mí”, y agregó que no tiene sentido emprender en Colombia sin ser consciente del contexto y las causas sociales y ambientales que rodean a la sociedad.
Hoy, Poderosas trabaja para conseguir recursos y así mantener un modelo de negocio basado en un emprendimiento social. Para este año, el objetivo es aliarse con organizaciones de otros sectores que no necesariamente tengan que ver con educación.