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¿Por qué invertir en Colombia?
A pesar de los desafíos económicos del país, el mercado sigue ofreciendo alternativas muy atractivas y los extranjeros confiando en el país. Este es el análisis de Davivienda.
A pesar del comportamiento reciente de la inversión privada, Colombia ofrece condiciones altamente favorables para la inversión debido a varios factores claves. Con una población que supera los 50 millones de habitantes, el país tiene un mercado interno atractivo y en crecimiento constante. Además, cuenta con más de una decena de tratados de libre comercio que lo posicionan como una plataforma de exportación hacia otros países.
En cuanto a estabilidad macroeconómica, el país tiene un Banco Central independiente que, respaldado por políticas fiscales prudentes por parte del Gobierno nacional, ha evitado desbordamientos de la inflación. A su vez, el sistema de tasa de cambio flotante permite ajustes rápidos de la economía ante choques en variables como la demanda externa o los términos de intercambio en el comercio externo.
El nivel de actividad económica pospandemia –en especial 2021 y 2022– aunque notable, era insostenible, debido al aumento de la deuda y la inflación. Por tanto, las autoridades económicas emprendieron un plan de ajuste que llevó a la economía a reducir su crecimiento a 0,65 por ciento en 2023. No obstante, fruto de la reducción de la inflación, de las tasas de interés y de los buenos precios del petróleo, se prevé que la economía alcance un crecimiento del 1,5 por ciento en 2024 y del 3 por ciento en 2025.
Es interesante destacar que los inversionistas internacionales continúan manifestando su confianza en el país. Esto se aprecia en las cifras de inversión extranjera directa que en 2023 alcanzaron los 17.146 millones de dólares, cifras bastante superiores a los 14.059 millones de dólares obtenidos, en promedio, en la década pasada. En este orden de ideas, vale la pena destacar los avances del país en la exportación de servicios –incluido el software– cuya proporción como porcentaje del PIB llegó a su máximo histórico (6,7 por ciento) el año pasado, lo que ha contribuido a la diversificación de la economía.
En medio de este entorno, Colombia presenta grandes oportunidades de inversión a mediano plazo, en buena parte, gracias al nivel históricamente alto de tasas de interés. Por un lado, en el mercado financiero, los títulos de deuda (CDT, bonos corporativos o del Gobierno colombiano) alcanzan rentabilidades anuales entre 10 por ciento y 11 por ciento, lo que para un país que en el largo plazo volvería a niveles de inflación de 3 por ciento al 4 por ciento, significa rentabilidades que no solo mantienen el poder adquisitivo sino que alcanzarían un margen de 5 a 6 puntos porcentuales por encima del aumento en el costo de vida; algo que en los últimos 20 años ha sido bastante escaso de encontrar en inversiones de alta liquidez como estas.
Algo similar ocurre con el precio de invertir capital en las compañías colombianas que, impactado por la incertidumbre frente a cambios regulatorios o altos costos del endeudamiento, presenta descuentos muy importantes ante lo que un inversionista reconoce por el patrimonio de las empresas; tomando como referencia las cotizaciones en la Bolsa de Valores de Colombia.
Mientras en el mundo se paga en promedio 3,5 veces el valor patrimonial, o en América Latina 1,5 veces, en Colombia solo se reconoce 0,9 veces. En otras palabras, esto significa que, si se quisiera invertir en acciones de empresas colombianas, el descuento que presentan estas inversiones es de 75 por ciento o 40 por ciento, respectivamente; cifras muy inferiores frente al promedio de los últimos 20 años.
Finalmente, en la medida en que los activos inmobiliarios (residenciales y comerciales) son altamente sensibles a la evolución de las tasas de interés, la tendencia de reducción que esta tendrá en los próximos 12 meses influirá positivamente en sus precios, sumado a la dinámica que se genera entre la oferta y la demanda. El aumento de las tasas de interés que se produjo entre 2021 e inicios de 2023 redujo la compra de activos que se apalancan en el crédito, como la vivienda. En 2023, las ventas de vivienda de interés social cayeron 64,9 por ciento y las No VIS 35 por ciento, no obstante, en lo corrido del primer semestre de este año, el precio de estos activos se ha incrementado 6 por ciento.
Colombia completa cerca de siete años de continuas reducciones en el inventario de viviendas No VIS y varios de contracción en la construcción de nuevos espacios corporativos o comerciales, por lo que, en la medida que se reactive la dinámica de compras de los colombianos y de la economía, la restringida oferta podría traer aumento en los precios de los activos inmobiliarios.
*Contenido elaborado con el apoyo de Davivienda.