Colombia Produce
Historias inspiradoras de emprendimientos sociales que cambian vidas
En los últimos años han crecido los modelos de negocio que buscan responder a los desafíos sociales del país. Bogotá y Antioquia encabezan el listado de regiones con mayor número de negocios con esta vocación. Aquí algunas historias inspiradoras.
Resolver problemáticas sociales o ambientales, a partir de soluciones innovadoras, se ha convertido en una alternativa para materializar ideas de negocio y hacer empresa. Según el informe ‘Radiografía del emprendimiento social en Colombia 2020′, de la Fundación Recon, los departamentos del país con mayor número de emprendimientos sociales son Bogotá (17,1 por ciento), Antioquia (10,6 por ciento), Valle del Cauca (10,4 por ciento) y Santander (5,7 por ciento). A continuación, conocerá algunos ejemplos de negocios inspiradores, que impactan positivamente al país y a sus habitantes.
Ciencia colombiana
SciPhage es un emprendimiento que nació en la Universidad de los Andes de una línea de investigación con bacteriófagos (virus que infectan bacterias con alta precisión) y se convirtió en un modelo de negocio que busca contrarrestar la resistencia bacteriana a los antibióticos, en humanos y animales.
“Vimos una gran oportunidad para llevar la tecnología y el conocimiento del laboratorio a una aplicación tangible en beneficio de la sociedad”, explicó Viviana Clavijo, gerente de la empresa. Su primer producto es SalmoFree®, un coctel de fagos que atacan la bacteria de la Salmonella, responsable de generar infecciones gastrointestinales. Este microorganismo suele estar presente en la carne de pollo, huevos, carne de cerdo, res, frutas, verduras y alimentos procesados.
SciPhage ya tiene planta de producción propia en Mosquera, Cundinamarca. Es la primera planta de bacteriófagos en Colombia y la cuarta en América Latina.
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Iluminando comunidades
Litros de Luz llegó a Colombia en 2011 de la mano de Camilo José Herrera, una de las 500 personas más influyentes de América Latina, según Bloomberg Línea. Aunque el proyecto nació en Manila (Filipinas), Camilo lo transformó para ajustarlo a las necesidades sociales del país. Hoy, este colombiano ha exportado su innovación a 25 países del mundo.
‘Litros de Luz’ arrancó con una botella plástica llena de agua, con un poco de cloro, que se instalaba en los techos de las casas. Llevaba luz del exterior al interior, pero solo iluminaba durante el día (con la capacidad de un bombillo de 60 vatios). Esta botella les cambió la vida a 4.700 familias colombianas durante dos años.
Pero los hogares comenzaron a exigir luz de noche y ante la dificultad de llegar a tantas viviendas, Camilo optó por construir postes de luz (con tubos de PVC, botellas, luminarias y paneles solares, entre otros elementos; que se convirtieron en el alumbrado público en comunidades vulnerables. Luego, ante la ausencia de conectividad, instaló en los postes repetidores-amplificadores de la señal de internet que ofrecían los kioscos Vive digital, del Mintic, llevando la señal a una distancia de casi 600 metros.
Los postes de luz, con cero emisión de carbono, tienen 100.000 horas de vida útil, lo que equivale a 22,8 años de iluminación. Sus materiales son fáciles de obtener y las comunidades pueden apoyar el montaje y mantenimiento.
Alternativas sostenibles
Galaxy Pack surgió con el propósito de reemplazar el plástico strech o vinipel que se utiliza para embalar mercancías en estibas. Este plástico de un solo uso es altamente contaminante y su materia prima es muy costosa. “Nacimos en la pandemia con una solución reutilizable y ambientalmente responsable”, afirmó el ingeniero industrial Andrés Mora, gerente de Galaxy Pack. Se trata de una malla de poliéster de altísima resistencia y transpirable que se puede usar cerca de 1.200 veces (dura alrededor de cinco años). Además, protege contra microorganismos, reduce en 30 veces los gases de efecto invernadero y el ciento por ciento de sus componentes pueden aprovecharse en la fabricación de otro tipo de materiales como madera plástica.
Galaxy Pack ha llevado su innovación a Chile, México, Ecuador y Perú, y está tocando puertas en Estados Unidos y Europa. Compañías como Latam Airlines han incorporado la malla de poliéster en sus operaciones de carga. “Con nuestra solución, Latam logró reducir en 80 toneladas anuales los desechos de plástico de un solo uso, ahorrando más de 1.000 millones de pesos anuales”, contó Mora. Este ‘cubre pallet reutilizable’ eventualmente podría reemplazar las bolsas plásticas que se utilizan en los supermercados.
Más inclusión financiera
Acceso a crédito formal, en comercios aliados en municipios y zonas rurales, en menos de 15 minutos y por medio de un proceso ciento por ciento digital, es el modelo de negocio de Prami. “La ferretería, el depósito de agroinsumos o la tienda de bicicletas les ofrece a los clientes la financiación que necesitan para su compra. Por medio de Prami unimos dos realidades: la dificultad que existe para el acceso a crédito en zonas rurales y municipios y la oportunidad de financiación desde el punto de venta”, explicó Felipe Torres, CEO de Prami.
Es una financiación consciente, aclaró. El propósito es que la persona no se endeude por un antojo sino por una necesidad real, por lo cual la financiación se ofrece en los comercios aliados de cinco sectores específicos: construcción y remodelación, bicicletas, agroinsumos, hogar (muebles y electrodomésticos) y autopartes de carga.
Prami ya cuenta con 65 puntos de venta aliados en municipios y corregimientos de Cundinamarca, Tolima, Cesar y Santander, y ha generado cerca de 200 operaciones de crédito desde enero de este año. Los interesados en obtener el crédito solo deben presentar su cédula y tener acceso a WhatsApp. El valor de los préstamos oscila entre 500.000 y 5 millones de pesos.
Gracias a esta financiación se estima que las ventas de los comercios aliados aumentan, mensualmente, hasta 20 por ciento. El propósito de Prami es llegar a las primeras 1.000 operaciones de crédito en el transcurso de este año.