SALUD
La cadena que salva vidas
Una innovadora transformación en el proceso de la cadena de abastecimiento en salud, implementada por la Fundación Cardioinfantil, garantiza la seguridad del paciente, optimiza la administración de los medicamentos, reduce los costos del sector y minimiza los riesgos en la asistencia sanitaria.
El proceso de abastecimiento de las entidades de salud se inicia desde que el proveedor de medicamentos, insumos y dispositivos médicos entrega sus productos y termina cuando el médico los suministra al paciente. Actualmente, se trata de un sistema globalizado. Una mala gestión en cualquiera de esos eslabones puede poner en riesgo la seguridad del paciente y repercutir incluso en ineficiencia del sistema de salud.
Por eso, aplicar un modelo de cadena de abastecimiento óptimo, que cumpla con estándares de clase mundial, ha demostrado en países desarrollados que genera mayor eficiencia, optimiza los recursos, reduce los costos y logra mejores resultados clínicos para la seguridad y experiencia del paciente.
A pesar de su importancia, un reporte del Cardinal Health & SERMO de 2017 señalaba que un 78 por ciento de los altos directivos de hospitales encuestados en Estados Unidos siguen trabajando con procesos manuales. Estas cifras no son extrañas en América Latina.
EL MODELO INNOVADOR QUE GENERA VALOR
En Colombia, la Fundación Cardioinfantil (FCI) ha sido pionera en la innovación de la cadena de abastecimiento en el sector salud. Por eso, ha trabajado en implementar un nuevo modelo que le ha permitido no solo ratificar la excelencia operacional y la innovación como componentes importantes de su trabajo, sino continuar con su compromiso de ofrecer servicios médicos de calidad y alta tecnología, enfocados en la atención centrada en el paciente y su familia.
Como afirma Juan Carlos Rodríguez, director de Operaciones de la Fundación Cardioinfantil, “hace más de 5 años la FCI estableció un plan estratégico para fortalecer el proceso de cadena de abastecimiento. Desde la ejecución de este, la entidad ha asumido el liderazgo en el país y se ha convertido en referente gracias a la adopción de buenas prácticas. Estas, además de garantizarle al sector salud la eficiencia en costos, busca que el paciente reciba lo que llamamos los cuatro correctos: el medicamento correcto, en la dosis correcta, en el momento correcto y según el tratamiento correcto; esto significa asegurar la excelencia clínica”.
Innovación a través de muebles de dispensación de medicamentos con control biométrico. Este modelo enfoca su atención en ofrecer una mejor experiencia al paciente.
La entidad ha buscado asegurar la calidad en sus procesos y cumplir con los estándares de seguridad, componentes avalados por la Joint Comission, organización internacional que acreditó a la institución desde 2015. Lo ha hecho por medio de proyectos como el de la historia clínica electrónica o el de la dispensación de medicamentos e insumos, soportada en un sistema de información que le permite al personal asistencial tener acceso desde dispositivos móviles –y así consultar en línea toda la información del paciente.
Dentro de su plan estratégico, la Cardioinfantil trabaja actualmente en el proceso de cadena de abastecimiento desde tres ejes:
- Integración de la cadena: ha generado espacios para integrar todos los eslabones de este modelo. Eso le ha traído beneficios como tener los inventarios óptimos a lo largo de la cadena, disminuir inventarios, bajar los costos y controlar mejor los medicamentos. También, tener una mejor productividad, flujo de insumos e información a través de todos los eslabones, generando el concepto de visibilidad, lo que significa que todos puedan ver los flujos del proceso.
- Modelos de salud basados en valor: la Cardioinfantil ha implementado modelos de riesgo compartido, negociaciones prospectivas y análisis poblacional en conjunto con las EPS. Así mismo, ha promovido la transformación del sector salud de forma que no sea preciso solo pensar en atender eventos puntuales de salud, sino, por el contrario, trabajar con modelos que otorguen un valor agregado al paciente, orientados a los resultados clínicos y la calidad.
- Tecnología e innovación: en este aspecto, la institución es pionera en nuevas tecnologías. De ese modo, el año pasado puso en funcionamiento con éxito lectores móviles de códigos de barras, que permiten, al leer en la manilla del paciente, verificar automáticamente la historia clínica para identificar el tratamiento asignado y buscar hacer más eficiente, oportuno y seguro el proceso de la dispensación de medicamentos a los pacientes. Igualmente, la Fundación ha implementado muebles de dispensación de medicamentos con control biométrico y guías de luz que minimizan las posibilidades de error y optimizan el inventario.
Manillas con códigos de barras que permiten eficiencia y seguridad para los pacientes.
La Cardioinfantil se ha propuesto seguir fortaleciendo “la cadena que salva vidas”. Integrar nuevos modelos de contratación con esta innovadora transformación en el proceso de la cadena de abastecimiento en salud y continuar implementando tecnología pionera en América Latina. Una de estas es la llamada Identificación por Radiofrecuencia (RFID por sus siglas en inglés), que pondrá en marcha a mediados de este año. La institución se ha trazado esos retos para seguir trabajando por la calidad y seguridad del paciente, como resultado de una fórmula de éxito: generar el mayor valor al ofrecer los mejores resultados clínicos con el mejor costo para el sistema