URBANISMO
La pandemia exige repensar los espacios urbanos
La Universidad del Norte explica los desafíos territoriales que se hicieron evidentes en la cuarentena y que la sociedad debe asumir.
La ONU ha establecido que las ciudades deberían contar con un espacio de 15 metros por habitante, pero ahora, con el distanciamiento social, estos metros ya no son suficientes. Este es, según Alexander Niño Soto, coordinador de la Maestría en Urbanismo y Desarrollo Territorial de la Universidad del Norte, uno de los muchos desafíos que enfrentan las sociedades en el manejo de sus espacios y sus territorios con la pandemia.
Niño explica que la gente ha basado su economía en ganarle un rendimiento al metro cuadrado y al espacio urbano, pero como no puede haber un alto nivel de ocupación, la gente necesita de la ciudad para ofrecer y prestar sus servicios. “Ya no podemos seguir pensando que los metros cuadrados reducidos sean la alternativa viable para el comercio y los servicios”, afirma el experto.
A esto se suma que en las ciudades colombianas muchas actividades son informales y se desarrollan en las calles y con las cuarentenas se destruyeron muchas de esas redes sociales que les permitía subsistir a las personas que se dedicaban a estas actividades, por lo tanto, uno de los principales retos que se presenta es crear unas redes de comercio y de servicios formalmente establecidas que les permitan a la gente recuperar las dinámicas sociales de subsistencia y de economía cotidiana.
Otro reto que hizo evidente la pandemia es que las viviendas se convirtieron en espacios multipropósitos donde están presentes el trabajo, el estudio y la vida de familia, pero infortunadamente estas no están acondicionadas para ello, pues durante los últimos años se han reducido los espacios de las viviendas por los costos del metro cuadrado, por lo tanto, es necesario a futuro “repensar los modelos de vivienda y de servicios compartidos que paulatinamente han ido creciendo en los conjuntos residenciales en reemplazo del espacio público”, afirma Niño, y agrega: “La vivienda debe crecer y el tema de la rentabilidad del suelo urbano y del metro cuadrado debe obligar a la sociedad a pensar que ese no puede ser el camino único para hacer riqueza social”,
Otro espacio que tal vez puede cambiar son las grandes edificaciones educativas pues la educación virtual ha hecho pensar a muchos que tal vez los encuentros entre profesores y alumnos puede ser virtuales y complementarse con encuentros presenciales que no requieran espacios físicos tan grandes.
Los primeros pasos para el cambio
Dos de las principales acciones que se debe adelantar como sociedad para enfrentar estos retos son, según el experto, garantizar la seguridad alimentaria y la vivienda para todos. En su criterio, el territorio del país permite satisfacer estas necesidades. “Una sociedad debe pensar en cómo produce para que todo el mundo tenga lo mínimo y es ahí donde debemos reconocernos como territorio y país, tenemos un territorio determinado y podemos establecer un consumo y una producción responsable, como lo establecen los objetivos de desarrollo del milenio”, concluye el académico.
En su criterio es necesario que la sociedad empiece a pensar en cómo mejorar las condiciones urbanas para que todas las personas tengan acceso a un trabajo formal, a viviendas con mejores servicios y “que se abran discusiones para generar una cooperación y solidaridad en la sociedad para que la riqueza les llegue a todos”.