CONSTRUCCIÓN
La vivienda campestre se consolida como una alternativa para los bogotanos
Un entorno campestre, pero con fácil acceso, sin alejarse del todo de la ciudad y, además, con las comodidades para vivir y trabajar, es la promesa de Amarilo con su proyecto de casas Refugio del Valle, en la vía La Calera-Sopó.
La emergencia sanitaria generada por la covid-19 llegó para transformar la vida cotidiana de la humanidad. Cambió la forma de interactuar, los hábitos, las maneras de pensar, los gustos y las prioridades.
Uno de los mayores cambios que trajo el confinamiento fue el traslado del trabajo a la casa, y esto, a su vez, ha avivado el interés de las personas por espacios más grandes, cómodos y tranquilos que hagan este nuevo estilo de vida mucho más confortable.
Adicionalmente, la reducción en el uso del transporte público y el particular, utilizados tradicionalmente para trasladarse entre la casa y el trabajo, ha promovido la posibilidad de vivir fuera de la ciudad en municipios aledaños para gozar de la tranquilidad de zonas con menor densidad poblacional y mayores espacios verdes, sin alejarse por completo de la urbe.
Las cifras para Bogotá y su región así lo demuestran. De acuerdo con el programa Sabana Centro Cómo Vamos y el resultado de su primera encuesta virtual de percepción ciudadana, realizada durante los meses de aislamiento preventivo y cuarentena, el 8,1 por ciento de los encuestados confirmó que se trasladó de su lugar de residencia hacia algún municipio de esta zona de Cundinamarca, que cubre el área urbana de Cajicá, Chía, Cogua, Cota, Gachancipá, Nemocón, Sopó, Tabio, Tenjo, Tocancipá y Zipaquirá.
Adicionalmente, del total de las personas que confirmaron su traslado, el 44,3 por ciento provenía de Bogotá, 30,6 por ciento de otros municipios de la sabana centro y 13,7 por ciento de otros lugares de Cundinamarca diferentes a los de esta zona.
La encuesta señala también que el 20,3 por ciento de los encuestados se trasladó por cuestiones de trabajo, el 13,9 por ciento por razones de salud y cuidado, y el 8,9 por ciento para evitar grandes aglomeraciones.
Otro resultado importante dentro de la encuesta revela que el 20 por ciento de los participantes utilizará la bicicleta como medio de transporte una vez se acaben las restricciones generadas por la emergencia sanitaria.
Una razón más que demuestra las ventajas de retornar a espacios más verdes, que le den un mayor protagonismo al peatón y que logren proporcionar más comodidad y acceso integral a diferentes servicios que mejoren la calidad de vida de sus ciudadanos.
Vivir de manera campestre
En el kilómetro 20 de la vía La Calera-Sopó, Cundinamarca, a tan solo 45 minutos de Bogotá, se adelanta un proyecto de vivienda que, desde ya, es un buen referente del nuevo concepto y estilo de vida que surgió a raíz de la pandemia.
Se trata de Refugio del Valle, desarrollado por la firma constructora Amarilo, que, aunque fue lanzado hace seis años, en la actualidad está ofreciendo la subetapa cuatro, de las ocho que tendrá. En total, el complejo estará conformado por 128 unidades de vivienda.
Son cuatro tipos de casas, con un área construida desde 211 hasta 292 metros cuadrados, de uno y dos niveles, y lotes, independientes y privados, desde 856 hasta 1.764 metros cuadrados.
El proyecto está ubicado sobre una vía principal de fácil acceso y justo en frente del centro comercial Potosí, que permite tener acceso al comercio, y al lado del Club de la Pradera, que cuenta con los mejores campos de golf del país.
Hoy, el proyecto lo habitan 47 familias, pero se estima que la totalidad de las casas estarán entregadas en cinco o seis años. Esta cuarta subetapa, que se ofrece en este momento, sería entregada en dos años. “En la actual coyuntura se fusionaron los tres espacios de la ciudad en uno, las unidades habitacionales, la oficina y el sitio de interacción social y entretenimiento. El proyecto ofrece una tipología de vivienda con espacios amplios, iluminación natural y la privacidad que se requiere para llevar a cabo el trabajo o estudio en el hogar, pero con la tranquilidad de una vida campestre, aire puro y excelente vista. Refugio del Valle es vivir en la comodidad de una casa de ciudad, pero con la tranquilidad y espacios de una casa campestre”, señala Roberto Moreno, presidente de Amarilo.
El proyecto tendrá acceso a tres colegios, una universidad y un centro comercial.
Refugio del Valle hace parte de la propuesta de construcción de Amarilo, que está encaminada al desarrollo y competitividad de las ciudades mediante la creación de espacios que ofrecen el equilibrio perfecto entre el diseño, la comodidad y el bienestar dentro de un entorno sostenible.
“En Amarilo creamos espacios para transformar la vida de las personas, ese es nuestro gran diferencial, brindar una mejor calidad de vida a quienes habitan en nuestros proyectos. Esto es lo que nos permite generar una transformación de comunidades, ciudades y del país en general”, agregó el directivo.
Otras características del proyecto:
• Las casas cuentan con terrazas en adoquín de arcilla y estacionamientos cubiertos para dos vehículos, además de depósito.
• Su zona comunal ofrece un club house con piscina cubierta y climatizada para niños y adultos, sauna, jacuzzi, turco, canchas de squash, salón múltiple, gimnasio semidotado, cafetería y teatrino.
• El conjunto cuenta con portería, sala de espera, sala de conductores, ciclorruta, zonas verdes, lago paisajístico, cancha de fútbol 5, canchas de tenis y BBQ.