Especial Universidades y colegios
¿Los cursos cortos reemplazarán a las carreras universitarias?
La tendencia ya no son las carreras de cuatro o cinco años sino los programas o cursos cortos que forman en habilidades y conocimientos específicos. Su popularidad crece entre estudiantes y futuros empleadores.
La tendencia ya no son las carreras de cuatro o cinco años sino los programas o cursos cortos que forman en habilidades y conocimientos específicos. Su popularidad crece entre estudiantes y futuros empleadores.
Hace unos meses pude oír a Jim Fong. Un experto en educación continua, vinculado a UPCEA, la asociación que agrupa a más de 400 universidades de Estados Unidos. Era el encargado de cerrar la conferencia anual de esta asociación y en su intervención presentó cuatro resultados muy importantes para la educación superior en los últimos dos años.
El primero, fue la caída del número de personas que demandan programas universitarios de cuatro años, que significa un descenso en el número de nuevos estudiantes activos en las universidades. En segundo lugar, a partir de los resultados de encuestas realizadas por diferentes firmas consultoras, se identificaron cambios en el tipo de personas que hoy empiezan a demandar la oferta de programas en las universidades, algo que tendrá efectos más grandes en los años siguientes, pues serán los adultos quienes empiecen a regresar a las aulas, sobre todo virtuales, para actualizar sus competencias a través de cursos cortos que certifiquen sus habilidades.
Esto sucederá como consecuencia del tercer resultado que resaltó Fong: una marcada tendencia de las empresas a valorar mucho más las habilidades que han desarrollado previamente los trabajadores o candidatos a sus nuevos empleos. La cuarta conclusión es la presencia de fuertes transformaciones en la mayoría de las universidades de ese país, que desde hace unos años empiezan a fortalecer y modernizar sus áreas de educación continua para hacer responder a las nuevas demandas de las personas y las empresas.
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El panorama es similar en Europa. Recientemente Cedefop (2023) publicó un informe sobre cómo ha evolucionado la oferta de cursos cortos, certificaciones y credenciales en la educación técnica y tecnológica, en el que reseña la experiencia reciente de 16 países. En todos se observa la aparición y el uso de diferentes tipos de credenciales, incluidas microcredenciales, impulsados principalmente por varios factores: el desarrollo en nuevos sectores industriales, disciplinas profesionales y la división de algunas profesiones en más subespecialidades; el aumento significativo en la capacidad de proporcionar a los estudiantes experiencias nuevas y diferentes; y que los certificados se han convertido en los que establecen los estándares de la industria para identificar las competencias del personal.
El panorama nacional
En Colombia, la participación de las Instituciones de Educación Superior (IES) en cursos cortos, certificaciones y microcredenciales nace por demandas de diversa índole. Una de las más fuertes ha sido la demanda de competencias específicas en el sector de Tecnologías de Información y Comunicaciones (TIC). De hecho, desde hace casi una década, el Ministerio de las TIC empezó a fomentar becas en programas de pregrado y posgrados, pero debido a la rapidez en los cambios de las habilidades específicas demandadas por el sector, el ministerio empezó a invitar a las IES a participar en la oferta de cursos cortos para desarrollar habilidades en programación.
Otra experiencia ocurrió en la pandemia, cuando la situación de los jóvenes obligó a buscar estrategias diferentes para atender sus necesidades de formación. Como respuesta, el gobierno distrital de Bogotá, por ejemplo, identificó que conectar a los jóvenes con programas cortos ofrecidos por las IES podría aumentar la posibilidad de que transitaran a la educación superior, al tiempo que se reducen brechas de aprendizaje, desarrollan habilidades e incluso mejora su probabilidad de emplearse. De todo esto nace el programa RETO a la U, donde 22 IES bogotanas ofrecieron cursos, diplomados y materias. La iniciativa fue premiada por la Red de Educación Continua de Latinoamérica y Europa (RECLA) como una buena práctica en educación continua. Claramente, el programa fomentó que las IES le dieran un cambio importante a la función de la educación continua, en este caso para generar oportunidades de enganche laboral, identificar intereses y disminuir brechas de aprendizaje en los jóvenes capitalinos.
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En esa misma línea, la Agencia Distrital Atenea y la Secretaría de Desarrollo de Bogotá crearon el programa Todos a la U, que ha congregado la oferta de cerca de diez IES, las cuales han creado cursos cortos que permiten desarrollar habilidades certificables en jóvenes y adultos que buscan una trayectoria de formación que les permitirá emplearse en sectores como TIC, turismo, construcción, economía del cuidado, gastronomía, entre otros.
Esta es una pequeña reseña de las acciones visibles que vienen desarrollando las IES a nivel nacional e internacional para flexibilizar los procesos de educación y formación de habilidades y darles fuerza a los procesos de certificación y credencialización. Sin embargo, también se vienen dando cambios internos en las IES.
La creación de programas formales modularizados, trayectorias educativas y programas de educación diversos y mucho más flexibles, empiezan a ser la ventana para ver los cambios de un sector que enfrenta hoy grandes desafíos.
* Directora del Proyecto de Educación Técnica y Tecnológica de la Universidad de los Andes.