Aviación
Los vuelos de Estrella Ruiz, la primera azafata de la comunidad indígena Kichwa Otavalo de Ecuador
Fue una de las 20 seleccionadas de una convocatoria que abrió avianca en la que participaron más de 3.000 personas. Hoy vuela en rutas nacionales e internacionales, y se convirtió en una inspiración para otras mujeres de su comunidad.
Las mujeres del pueblo indígena Kichwa Otavalo, en la región Sierra Norte de la provincia de Imbabura, en Ecuador, acostumbran a vivir siempre en su tierra. Pero poco a poco las nuevas generaciones han cambiado estas tradiciones y de la mano de mujeres como Erika Estrella Ruiz, que sueñan con volar alto, las cosas están cambiando.
Erika se convirtió en la primera mujer de su comunidad en ingresar en la industria aeronáutica. Lo hizo después de graduarse en Lingüística Aplicada y de vivir 3 años en Estados Unidos, donde fue niñera, vendió artesanías y obtuvo una de las 20 vacantes laborales como tripulante de cabina de avianca, en la que participaron más de 3.000 personas.
“Soy la pionera, la primera mujer azafata Kichwa en el Ecuador. Esto es muy significativo porque seré la primera, pero no la última”, aseguró.
El proceso no ha sido fácil. Pero gracias a su entereza y disciplina, además del apoyo de la compañía, ha logrado salir adelante. “Muchas jóvenes indígenas me preguntan cómo lo logré y sobre las dificultades, puesto que vivía con mis papás, como en cualquier tradicional familia latinoamericana. No pensé que iba a tener tanto impacto en la sociedad y avianca me está dando la oportunidad de seguir contando mi historia”.
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Erika considera que sus logros personales y profesionales se sintonizan con la filosofía actual de la compañía porque “acompañando la campaña El cielo es de todos comparto más con los pasajeros, somos más empáticos con cada persona y no tenemos ninguna barrera frente a ellos”.
Hoy su vida es intensa. Descansa un día a la semana y los demás está volando como parte de la tripulación de rutas nacionales y algunas internacionales. Esta experiencia la ha motivado a hablarle a otras mujeres de su comunidad y alentarlas a cumplir sus sueños.
“Le digo a las mujeres de mi comunidad que no tienen que frenarse. Si quieres algo, consíguelo. Pero también prepárate porque las cosas no llegan de la noche a la mañana. Este trabajo no me llegó caído del cielo, tuve que prepararme y estar lista para cuando se presentó, avianca pone diversos requisitos y para ello hay que tener una gran preparación”, aseguró.
Contenido elaborado con el apoyo de avianca.