VIVIENDA
Medio siglo de ahorro
El Fondo Nacional del Ahorro (FNA), entidad del Estado que administra las cesantías de los trabajadores, cumple 50 años promoviendo la cultura del ahorro para mejorar la calidad de vida de los colombianos. Análisis de sus principales avances en el tiempo.
¿Quién no ha oído a un familiar hablar de cómo adquirió su primera casa con el apoyo del Fondo Nacional del Ahorro? Y es que a través de esta entidad, haciendo uso de las cesantías y aplicando a los créditos hipotecarios, miles de trabajadores han logrado comprar y renovar sus viviendas para el bienestar de sus hogares.
Precisamente, el presidente Carlos Lleras Restrepo perseguía estos objetivos cuando decidió crear ‘el banco de los colombianos’, entre otras instituciones necesarias para prestar servicios básicos a los ciudadanos, como el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). En el mismo año en el que el papa Pablo VI visitó al país –1968–, se firmó la creación del FNA mediante el Decreto de Ley 3118, con el propósito de administrar eficientemente las cesantías de los empleados del sector oficial.
Hoy, 50 años después, gracias a su solidez financiera, el FNA ha ampliado su campo de trabajo a los empleados públicos y privados a través de la administración de cesantías, y a los independientes por medio del Ahorro Voluntario Contractual. De esta forma, el Fondo Nacional del Ahorro otorga no solo crédito hipotecario y leasing; también, crédito educativo y crédito constructor.
“En otras épocas, el Fondo Nacional del Ahorro procuraba decirles a las personas que el mecanismo de las cesantías, además de ser importante desde el punto de vista del ahorro, también proporcionaba una rentabilidad interesante. Hoy es muy importante que la gente sepa que las cesantías se constituyen en la mejor posibilidad de tener vivienda”, señala Helmuth Barros Peña, presidente del FNA.
Pero aun con los esfuerzos de esta entidad por promover la idea de guardar recursos para tiempos de dificultades económicas, inculcar la cultura del ahorro no ha sido tarea fácil. Por eso, el FNA ha desarrollado productos dirigidos a los ciudadanos con ingresos de entre cero y seis salarios mínimos, que les faciliten visualizar el ahorro a través de la compra de vivienda bajo leasing habitacional, en el que aplican los subsidios otorgados por el gobierno nacional como en el caso de Mi Casa Ya.
Los afiliados al FNA tienen también la alternativa de invertir para acceder a la educación para ellos mismos, sus hijos, hermanos, nietos, pareja y sobrinos. Además de sus créditos tradicionales para estudios específicos, la entidad ha firmado 17 convenios para estudios de pregrado, 9 para posgrado en Colombia y 7 para posgrado y bilingüismo en el exterior.
Así mismo, el FNA tiene 23 convenios en etapa de aprobación, por medio de los cuales los afiliados tendrán la posibilidad de obtener descuentos entre el 5 por ciento y el 40 por ciento en el valor de la matrícula o en los gastos de manutención si se estudia en otro país. Estos avances –según el presidente del FNA– hacen que sea “una entidad muy querida por los colombianos”, y concluye que “aun a pesar de las dificultades, en estos 50 años se ha mantenido como una institución sólida y transparente que sigue generando beneficios y oportunidades para los colombianos”.
La hora de los independientes
Con nuevos programas de financiación, el Fondo Nacional del Ahorro ofrece a los trabajadores independientes créditos para vivienda o educación.
Para un trabajador independiente resulta una misión casi imposible acceder a un préstamo de vivienda o estudio. La mayoría de los bancos da preferencia a la estabilidad laboral de un empleado asalariado, mientras que el segmento que trabaja por su cuenta se tropieza con varios obstáculos a la hora de solicitar un crédito.
Pensando en este sector, el Fondo Nacional del Ahorro (FNA) diseña innovadores programas de financiación. “Tener vivienda propia o estudiar debe ser un propósito nacional”, señala el presidente del FNA, Helmuth Barros Peña.
Uno de los programas más novedosos, que lanzará en los próximos días, es el Ahorro Voluntario Contractual Plus (AVC Plus), dirigido especialmente a trabajadores independientes que podrán afiliarse a la entidad, firmar un contrato de ahorro programado a un año y solicitar un préstamo.
“En un futuro próximo –explica el presidente del FNA– si el trabajador independiente, o quien trabaja en la modalidad de contrato de prestación de servicios, consigna en el primer mes el monto total de ese ahorro programado, podrá acceder inmediatamente al crédito, en este caso no tendría que esperar a que pasara un año”.
Al programa AVC Plus podrán acceder también empleados que disponen de cesantías, pero que no pueden hacer uso de ellas (por pertenecer a fondos especiales). Con el otro programa lanzado a finales de 2017, Ahorra Tu Arriendo, el afiliado al Fondo Nacional del Ahorro puede convertir el dinero del pago mensual del arriendo en capital para obtener su casa propia.
“Increíblemente, cerca del 44 por ciento de los colombianos viven en arriendo, un porcentaje demasiado alto. La invitación a todos ellos es a que utilicen este nuevo producto diseñado para que personas con ingresos de 2 a 6 salarios mínimos puedan acceder a vivienda hasta con un 100 por ciento de financiación”.
Con esta nueva línea de financiamiento de leasing habitacional, el afiliado por cesantías tiene un plazo hasta de 30 años para cancelar los cánones fijados. Pasado este tiempo, la persona podrá ejercer su opción de compra para ser el titular del inmueble.
En el caso de vivienda nueva, la financiación puede llegar hasta el 100 por ciento; si es usada, no mayor a cinco años y en propiedad horizontal, el FNA financia hasta el 95 por ciento. “La gran ventaja de este programa es espantar el monstruo de la cuota inicial, que para la mayoría constituye una suma difícil de obtener”, advierte el presidente del FNA.
Sin embargo, el programa permite al afiliado, que así lo desee, cancelar un porcentaje (canon inicial) sobre el valor de la vivienda, de acuerdo con sus capacidades económicas. Además, podrá pagar la vivienda antes del plazo fijado, si así lo desea.
“Queremos invitar a los colombianos a esta revolución de la vivienda. Hoy, especialmente en los estratos menores, todavía muchas personas se asustan y prefieren quedarse pagando un arriendo altísimo; no se han dado cuenta de que pueden mudarse a su vivienda propia pagando mucho menos de lo que hoy cancelan en arriendo”, explica Barros Peña.
Tener casa propia es hoy más fácil que nunca. El gobierno brinda subsidios de vivienda para personas con ingresos de hasta 2 salarios mínimos, por valor de 23.437.260 pesos; y entre 2 y 4 salarios mínimos, por valor de 15.624.850 pesos. “Son subsidios que, si se conjugan con los programas del FNA, les brindan a los colombianos una inmejorable posibilidad para acceder a su casa propia”, concluyó el presidente de la entidad.