MINERÍA
¿Podría la explotación de cobre beneficiar a Jericó?
Este pequeño pueblo cafetero del suroeste antioqueño está ad-portas de vivir una transformación económica, social y ambiental, con el hallazgo de cobre que dará paso a la creación de la mina más grande y moderna en Colombia de este metal. ¿Qué tanto los favorecerá este proyecto?*
Aunque la continuidad del proyecto depende de la licencia ambiental que estudia la Autoridad de Licencias Ambientales (Anla), en Jericó existe gran expectativa por el posible inicio de la explotación de la Minera de Cobre Quebradona, propiedad de la firma sudafricana AngloGold Ashanti (AGA).
Sería el comienzo de una nueva historia para este municipio de 13.640 pobladores, con tradición cafetera, con artesanos que fabrican el famoso carriel paisa y con un gran atractivo turístico religioso, gracias a su fe, a los 17 templos y por haber sido la cuna de la Santa Laura Montoya.
En las últimas décadas sus pobladores han incursionado en los cultivos de aguacate, gulupa y hasta han sido exportadores de cardamomo, todo esto gracias a la fertilidad de sus tierras. Ahora la AGA ha encontrado cobre en grandes cantidades en la verada Quebradona (se estima un potencial de 4,9 millones de toneladas de concentrado polimetálico compuesto por 80 por ciento de cobre y 20 por ciento de oro, plata y otros minerales).
El cobre se caracteriza por ser uno de los mejores conductores de electricidad (el segundo después de la plata), ideal para su uso en la tecnología de energías limpias como la solar y la eólica. Razones para ver en la mina de Quebradona un gran potencial.
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De dar el sí el Anla, este proyecto, que lleva 14 años en fase de exploración y de elaboración de los estudios de prefactibilidad y factibilidad, se convertiría en la mina subterránea más moderna del país y de la región. Su explotación generaría cerca de 6 billones de pesos en regalías al Estado, y el municipio de Jericó pasaría de recibir $1.700 millones a $30.300 millones al año.
¿Cómo sería la reactivación?
Se estima que la entrada en funcionamiento de la mina mejoraría varios de los indicadores de progreso social y económico. Habría menos pobreza, debido al aumento de las oportunidades laborales para los habitantes de la población y de la región del suroeste de Antioquia, al que se le sumaría un ingrediente adicional: ese empleo directo e indirecto que se crearía va a ser formal. La mejora de las vías rurales y urbanas, proyectos de vivienda, construcción de infraestructura hospitalaria, entre otros anhelos son las expectativas del alcalde de Jericó, David Toro con la puesta en marcha de la mina de cobre Quebradona.
“Va a ver vivienda. Uno de los temas importantes para una persona y su familia es tener su propia casa, y si ese proyecto genera estabilidad laboral, genera bienestar económico, yo pienso que aquí va a ver menos pobreza, menos necesidades, pero sobre todo un mejor desarrollo del municipio.”, señaló el alcalde quien confía en que si el Anla expide la licencia es porque la minera Quebradona cumple con las leyes y normativas vigentes. Para el mandatario, la prosperidad económica debe manejarse de manera integrada, alineada entre todas las instituciones y con un plan de desarrollo a largo plazo. Y, sobre todo, no se debe volver “dinero de bolsillo”.
Una de las grandes preocupaciones con las regalías que el proyecto generaría es que se desperdicien los recursos como ha pasado en otros municipios. Al respecto el burgomaestre considera que Antioquia es una región que se ha destacado por el buen manejo de los recursos. “En Jericó ha habido un buen manejo de las alcaldías y de sus presupuestos y creo que eso no cambiará con la apertura de la mina”.
El concejal del partido Liberal, Andrés Felipe Araque, considera que el proyecto está hecho con responsabilidad y sería un empujón para el progreso de la población. “Quebradona ha hecho una tarea muy grande de acercarse a la comunidad (…) ahora podemos ver que es un proyecto que está pensando en la comunidad y tenemos una fundación ProJericó que está pensando en los proyectos y proyecciones de Jericó en la cultura, turismo y religión”.
Para el concejal, Juan Felipe Mayor Oquendo, las regalías pueden hacer que el municipio suba de categoría. Actualmente está en el grado 6 y podría pasar a 4 o 5. “Eso triplicaría los ingresos anuales, pero nos tenemos que preparar. Y mirar cuales son los proyectos, el POT y con base en esas necesidades que ya están claras y estudiadas, entre todos juntarnos, agarrar todos esos recursos, para invertirlos bien”, advierte.
Coincide con el alcalde en que hay que trabajar integrados, que no se pueden “poner a pelear” porque está en juego el impulso de otras actividades económicas y la generación de empleos en otros sectores diferentes al de la minería. Para Mayor, los recursos generados en la mina deben ser utilizados en apalancar otras ramas de la economía como la agricultura, en especial, los cultivos de aguacate, café y cardamomo.
Más café y turismo
Otra de las preocupaciones es que la bonanza minera relegue las actividades tradicionales, o como dicen los economistas, ocurra la llamada ‘enfermedad holandesa’.
Luis Alfredo Betancur Correa, líder de la vereda Palosanto, presiente de la acción comunal y presidente de la mesa de Asocomunal, ve el proyecto como una gran oportunidad para el municipio y la región. “Una de las ventajas, creo yo, es que habrá generación de empleo tanto para los hombres como para las mujeres…es una oportunidad para que el municipio se reactive”, dice.
Dora María Restrepo, es hotelera de Jericó y la llegada del equipo de Quebradona le ha permitido lograr un equilibrio en sus finanzas. “Abrimos pensando en el turismo que Jericó podría tener. Pero yo creo que, si Minera Quebradona no hubiera estado con nosotros, no hubiéramos aguantado porque el turismo en Jericó no es tan alto como nosotros lo pensamos, la minera fue nuestro equilibrio”.
Ella destaca que la llegada del proyecto ha permitido también mejorar el empleo formal en el municipio y en este sector. Para Jericó es importante la puesta en funcionamiento de la mina porque puede “dar trabajos dignos, formales, con sueldos donde una persona pueda decir ‘voy a adquirir una casa, mi vehículo’… Y eso es bueno porque acá los mejores empleos son los de la alcaldía y de los bancos”.
Marleny Montoya, es docente jubilada, ama de casa y hace parte de ‘Jericoanos con visión’, un colectivo creado para hacer seguimiento y aportar al proyecto de la mina de cobre. Y, precisamente considera que hay que “hacer veeduría para que el proyecto haga la explotación de una manera correcta, que los fondos que lleguen sean bien distribuidos y manejados”.
Lo que ha encontrado, hasta el momento es que todo lo que ha hecho Quebradona está “bajo los estándares nacionales e internacionales. Ha sido un proyecto que ha participado en Jericó de manera correcta y legal, pendiente de las necesidades del municipio y de sus gentes”.
“Este proyecto sería bueno para Jericó porque todos entendemos que la economía está difícil y sería un proyecto que traería beneficios económicos, ambientales y sociales al municipio, y es un proyecto que puede coexistir con otras vocaciones que hay dentro del municipio, aportaría al desarrollo como tal”, agregó.
*Contenido en colaboración con el proyecto Mina Quebradona.