Industria

Reducción del uso de plástico, ¿qué tan comprometidas están las empresas?

Muchas compañías colombianas le están apostando al ecodiseño de sus empaques como parte de sus estrategias de cuidado con el medio ambiente y el compromiso con los consumidores. Aquí la historia de Alpina.

26 de febrero de 2021
Desde noviembre del año pasado Alpina utiliza etiquetas de cartón en  uno de sus productos ícono: el Kumis.
Desde noviembre del año pasado Alpina utiliza etiquetas de cartón en uno de sus productos ícono: el Kumis. | Foto: Cortesía Alpina

Con el paso de los años la estrategia de muchas empresas colombianas ha ido cambiando en materia de sostenibilidad, y hoy por hoy los proyectos dirigidos a la conservación del medio ambiente están en el orden del día.

Dentro de los retos, el plástico y su disposición final presentan un desafío para todas las compañías tanto grandes como pequeñas, entre ellas Alpina, que desde el año pasado se comprometió a ser plástico neutro para el 2022, y en línea con este objetivo realizó cambios, por ejemplo, la reducción de plástico en las bolsas de leche, con lo cual evitó que cerca de 100 toneladas de este material fueran puestas en el mercado en el 2020. Ahora prevé para este año disminuir un estimado de 300 toneladas de material utilizado, con lo cual refuerza su compromiso de sostenibilidad.

Estrategias como esta son las que hoy en día vemos en marcha por parte de las organizaciones más grandes del país, buscando un desarrollo sostenible y rentable.

A partir de esto nació Visión 3030, un programa liderado por la ANDI, que tiene como fin trabajar en la recolección y aprovechamiento de envases y empaques.

El vicepresidente de Desarrollo Sostenible de la ANDI, Carlos Herrera, explicó que esta estrategia ya cuenta con 270 empresas afiliadas y 26 sectores vinculados, entre ellos alimentos.

En el marco de esta estrategia, asegura, se identificaron alrededor de 28 tipos de plástico para gestionar, y el propósito para este año es aprovechar el 10 por ciento de este material. Para el 2030, la meta es llegar al 30 por ciento.

“Colombia es el primer país en vía de desarrollo que construye, de la mano de la industria, una regulación que entró en vigencia el pasado primero de enero y que obliga a los productores a recoger porcentajes cada vez mayores de los envases y empaques del mercado, incluyendo los plásticos”, señala Herrera.

Las estrategias de Alpina

Además de trabajar en la recolección y aprovechamiento de los envases y empaques, Alpina está comprometida con la mejora de estos con propuestas como las etiquetas de cartón.

Desde noviembre del año pasado, la compañía arrancó con este tipo de etiquetas en uno de sus productos ícono: el Kumis. Con esta medida planea reducir 36 por ciento el plástico utilizado en sus empaques.

De acuerdo con el Gerente de Diseño y Empaques de Alpina, Diego Sarmiento, esta nueva etiqueta se fabrica con la pulpa del bagazo de caña. “Al ser este un subproducto del proceso de fabricación del azúcar de caña, las etiquetas tienen una huella de carbono menor a la del papel convencional, además de ser biodegradables y reciclables”, explica.

Gracias a esto, sólo con el Kumis, Alpina espera dejar de poner en el mercado 22 toneladas de plástico en 2021.

A lo largo del año, la empresa también migrará las marcas Yogurt Original y Regeneris a este nuevo tipo de envase, con lo que estima reducir 211 toneladas de plástico adicionales.

Este tipo de decisiones, lejos de ser medidas temporales, se incorporan en la estructura de la compañía y tienden a ser parte del ADN corporativo. Así lo afirma Alejandro Useche, profesor de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario, quien agrega que, aunque en el pasado las acciones relacionadas con el medio ambiente dependían de si la empresa quería adoptarlas o no, hoy los mismos consumidores exigen que las organizaciones se sometan a normas claras y rigurosas.

Y a pesar de que se ha avanzado mucho en el tema, María Angélica Farfán, profesora del Departamento de Ciencias Contables de la Universidad Javeriana, cree que los compromisos son más evidentes en aquellas empresas grandes, mientras que en las pequeñas y medianas empresas todavía hay mucho camino por recorrer.

Así las cosas, la hoja de ruta está trazada, y aunque hoy en día los consumidores buscan productos que cumplan estándares de sostenibilidad en todo su proceso de elaboración, el compromiso debe venir de todos los frentes y los consumidores son un eslabón importante en esta cadena de: producción, uso, aprovechamiento y/o disposición final.

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