COLEGIOS

Ser todo lo que quieras ser

Knightsbridge Schools International (KSI) se ha consolidado como uno de los mejores colegios de Bogotá. Sus altos estándares de educación, enfocada en el concepto de ciudadanía global, han permitido a sus estudiantes desarrollar al máximo su potencial.

13 de mayo de 2019
| Foto: Comercial

El colegio, por medio de un proyecto transdisciplinario en el que los alumnos indagan y construyen aprendizajes de forma proactiva, busca que la educación sea perdurable a través de su programa de Bachillerato Internacional (BI). “Desarrollamos en los niños la capacidad de aprender y de aplicar lo aprendido. Los programas de enseñanza son transversales, lo que permite aplicar el conocimiento a la cotidianidad; reflexionar sobre quién soy yo en el contexto en el que estoy, cómo nos expresamos, cómo funciona el mundo. Por ejemplo, si el tema son los dinosaurios, los estudiantes aprenden a contar y a crear conjuntos con los dinosaurios, y al mismo tiempo aprenden ciencias, inglés, español. De esa manera, relacionan los aprendizajes con lo que están viviendo, y entienden la aplicación de las cosas según lo que necesitan”, comenta Claudia Ferrufino, directora ejecutiva de KSI.

La institución infunde una actitud de confianza y éxito que, junto con un riguroso currículo académico, innovadoras tecnologías multimedia y oportunidades para expresarse a través de las artes, prepara a los estudiantes para que puedan acceder a las mejores instituciones de educación superior en el mundo. El enfoque global, logrado por un énfasis en habilidades multilingües y los valores humanos universales –desarrollados gracias al código que rige a las instituciones del grupo internacional de colegios KSI, con sede principal en Londres y sedes en Europa y América Latina–, prepara a los alumnos para el mundo interconectado que habitan y al cual ellos influenciarán. “Los egresados son personas muy sensibles a su entorno, responsables socialmente y sobre todo soñadoras. Esto les ha permitido el acceso a universidades prestigiosas no solo dentro sino fuera del país, como la Universidad de Wisconsin, la Universidad Estatal de Carolina del Norte, la Universidad de Heidelberg en Alemania, entre otras 16 instituciones” agrega la directora.

El colegio tiene el gran desafío de formar ciudadanos globales que se conozcan, sean felices, desarrollen proyectos de vida que les brinden satisfacción y que aporten a la comunidad. Por eso trabajan en la conciencia social y en habilidades de trabajo en equipo, todo con la capacidad de tolerar, empatizar, aprender y apreciar a los otros para lograr transformar el entorno. Para el logro de estos objetivos, el ambiente de aprendizaje del colegio es campestre, tranquilo y con una infraestructura física y tecnológica que soporta el desarrollo de los jóvenes en cualquiera de sus etapas.

“Somos un colegio con responsabilidad social, inclusivo y diverso. Algunos de nuestros estudiantes tienen diferentes capacidades de aprendizaje, lo que hace que los otros niños aprendan que la diferencia existe y que serlo es parte de la vida; la diversidad y la inclusión les enseñan que todos somos únicos, que las diferencias son algo natural y que debemos respetarlas”.

El lema de KSI es “ser todo lo que quieras ser”. “Todos los seres humanos somos grandes, somos plenos. En el momento en que confías en las personas las empoderas para que hagan todo lo que quieren, y siempre hacen mucho más de lo que ellos creían que podían. Tenemos el convencimiento de que el ser humano es maravilloso: solo hay que ayudarlo a florecer”, puntualiza Ferrufino.